El levantamiento del cepo no marca la culminación del rumbo delineado por el Gobierno en su plan de emergencia, iniciado el 10 de diciembre, sino más bien el punto de partida.
Javier Milei y Luis "Toto" Caputo destacaron esta semana, durante el aumento del tipo de cambio, que la dolarización económica sigue siendo el objetivo final de la reforma financiera en curso.
Tanto el mandatario como el titular de Economía aprovecharon el Congreso Anual organizado por el IAEF (Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas) para detallar su visión estratégica. Coincidieron plenamente, incluso en presentaciones separadas.
A día de hoy, queda incierto si el camino hacia la dolarización será solo una teoría o podrá concretarse. Sin embargo, dado el historial de Milei, descartar cualquier posibilidad sería prematuro.
Este es el individuo que, en 2021, irrumpió en la política sin respaldo y prometió la presidencia cuando nadie más lo consideraba viable.
Los pasos hacia la meta son claros: acumular alrededor de USD 10.000 millones en reservas netas (actualmente en cero), levantar el cepo cambiario, fomentar la competencia entre monedas, legislar contra la emisión de moneda, reformar el sistema financiero y, finalmente, llevar a cabo lo que Milei denomina "dolarización endógena".
El objetivo final que se plantea no difiere mucho de lo ocurrido en Ecuador: la desaparición de la moneda local y la adopción del dólar.
Sin embargo, en este caso, el proceso sería gradual y voluntario, aunque impulsado por las decisiones gubernamentales ya detalladas.
Caputo afirmó enfáticamente durante su exposición que "la dolarización es el objetivo". Explicó que, con la recuperación económica, aumentará la circulación de dólares, dado que no se emitirán más pesos, partiendo de una base monetaria muy reducida.
El plan económico del Gobierno incluye, como punto central, la eliminación progresiva del cepo cambiario, sin una fecha límite definida.
A partir de ahí, se inicia una nueva etapa que abarca la competencia de monedas, la eliminación total de la emisión de pesos y, por último, lo que Milei denominó "dolarización endógena".
Milei había sugerido anteriormente la idea de "sacar los dólares del colchón", pero ahora va más allá al predecir que toda la actividad económica se realizará en la moneda elegida por la gente e incluso sugiere que "los impuestos podrían pagarse en dólares".
En el camino hacia la dolarización económica, la competencia de monedas es un paso intermedio, respaldado por ejemplos exitosos como los de Perú y Uruguay, países que han mantenido esta política durante 25 años, según menciona el FMI. Sin embargo, esta no es la visión de Milei.
Por otro lado, el Presidente apunta hacia un "ancla nominal", lo que implica la estabilización de la cantidad de pesos.
A pesar de este objetivo, aún persisten prácticas como la remuneración de pases por parte del Banco Central y la acumulación de reservas en dólares.
La turbulenta semana financiera refleja el largo camino que queda por recorrer hacia la dolarización. A pesar de cierta corrección en los precios del dólar, preocupan el aumento del riesgo país y el retroceso de los bonos argentinos.
Las demoras en la ley Bases y la falta de avances hacia la salida del cepo cambiario generan inquietud entre los inversores.
Este último factor es particularmente preocupante dado que las reservas netas actuales se sitúan en cero, y se espera una acumulación de alrededor de USD 10.000 millones para avanzar en el proceso.
Además, la semana financiera registró un aumento del riesgo país, que superó los 1.400 puntos, reflejando la inquietud de los inversores ante las dificultades políticas.
Asimismo, se observó una caída promedio de 5 dólares en los bonos argentinos, marcando uno de los retrocesos más significativos desde la asunción del nuevo Gobierno.
La falta de plazos definidos para la ejecución del plan económico ha sido enfatizada por Caputo esta semana, quien sugiere que la colaboración del FMI podría ser clave para superar obstáculos como el levantamiento del cepo.
Mientras tanto, el Banco Central se enfrenta al desafío de mantener la acumulación de reservas, que ha experimentado un significativo repunte según un informe de Invecq.
Sin embargo, existe el riesgo de que, en el segundo semestre, el BCRA se convierta en un vendedor neto, lo que podría amenazar los avances alcanzados hasta ahora.
La gran incertidumbre reside en cómo obtener los USD 10.000 millones adicionales necesarios para liberar el cepo, con el ministro de Economía sugiriendo que la asistencia del FMI podría ser fundamental.
No obstante, las elecciones en Estados Unidos podrían complicar este proceso, ya que cualquier desembolso del FMI debe ser aprobado por el Tesoro estadounidense.
Otra opción contemplada es el blanqueo fiscal, que ofrece incentivos para aumentar las reservas, aunque la cantidad exacta de fondos obtenidos es incierta.
En medio de estas complejas negociaciones, la inflación sigue siendo un desafío, aunque el Gobierno confía en que su moderada evolución permitirá mantener el "aguante" de la población.