Cerca de 3.800 personas afectadas en el caso Arbistar, considerada la mayor estafa con criptomonedas de la historia, presentaron una solicitud ante la Audiencia Nacional de España.
En el escrito instaron a que se impongan condenas de hasta 29 años y 9 meses de prisión al presunto líder del esquema, Santiago Fuentes Jover, y a los otros cinco acusados, con penas que van desde los 16 hasta los 27 años de privación de libertad.
Según la acusación, el estudio de abogados Aránguez estima el "perjuicio global estafado" en €3.500.543.857,52. La lista de afectados asciende a más de 8.000 damnificados. Entre ellos, hay cientos de argentinos.
En la presentación se demanda que todos los acusados indemnicen conjunta y solidariamente a los perjudicados en Bitcoin (BTC), especificando que la responsabilidad civil se basará en la devolución de las cantidades transferidas a Arbistar, más un 45% adicional por los "daños patrimoniales y morales"
Estafa de Arbistar: cómo operaba
El caso Arbistar y su cabeza visible, Santiago Fuentes, podría representar la mayor trama de estafa piramidal registrada hasta la fecha en el ámbito de la inversión en criptomonedas.
"Los involucrados ofrecían a los inversionistas rendimientos semanales de entre el 8% y el 15% gracias a un supuesto sistema informático. Se les remuneraba cada sábado, pero en realidad el esquema operaba como una pirámide. La rentabilidad prometida solo se materializaba si el usuario dejaba su dinero en la plataforma durante dos meses", explica a iProUP Camilo Suárez Venegas, Presidente de Asoblockchain.
Santiago Fuentes, el jefe de la organización
Parte de los fondos obtenidos de los inversores se destinaba a pagar los altos intereses acordados a los inversores previos, generando así una sensación de confianza en la seguridad y rentabilidad de la inversión.
"Como ocurre en estos esquemas tipo ponzi, esto incentivaba a los inversores a aumentar sus apuestas con la esperanza de obtener mayores beneficios", comenta a iProUP Franco Pilnik, fiscal de cibercrimen y especialista en estafas.
El despacho de abogados que cursa el pedido de penas señala la presunta comisión de delitos continuados de estafa agravada, organización y dirección de organización criminal. También se suma las carátulas de participación activa en organización criminal y falsificación en documento mercantil.
La acusación solicita que, además de Fuentes Jover, el tribunal condene a Diego Felipe Fernández a 27 años y 6 meses de prisión; a Álex Castro a 27 años y 6 meses; a Iván Grima a 27 años y 6 meses; a Lester Zarabozo a 19 años y 9 meses; y a Laura Concetta a 16 años y 9 meses.
Estafa de Arbistar: las penas
El escrito presentado por las víctimas de Arbistar sostiene que los acusados, "actuando de común acuerdo y guiados por su ánimo de ilícito beneficio, urdieron un plan" entre mayo de 2019 y septiembre de 2020.
"Fingiendo actuar en arbitraje de criptomonedas, en realidad crearon un esquema piramidal clásico, en el que el capital obtenido de los nuevos inversores sostenía la pirámide, supuestamente generando un compounding (intereses)", señala la presentación.
"Nunca se llevó a cabo 'en ningún momento' un trading de arbitraje con Bitcoin. Este mecanismo no ejecutado habría implicado vender la moneda virtual de los usuarios a precios altos y recomprarla cuando el precio bajara", agrega Pilnik para graficar la maniobra.
La estafa representaría casi u$s4.000 millones
La firma, sigue la presentación, "se presentaba en su sitio web como una empresa especializada en trading, análisis de mercado y desarrollo de software para operar en el mercado de criptomonedas, ofreciendo rendimientos muy elevados, entre el 8% y el 15%".
"Los usuarios ingresaban diferentes cantidades de moneda fiat (euros) desde sus cuentas bancarias a la plataforma de comercio de criptomonedas COINBASE, que gestionaba el cambio de euros a BTC, para luego transferir la cantidad de criptomonedas resultante al Community Bot, el supuesto algoritmo responsable del arbitraje de la criptomoneda de Arbistar", explica la acusación.
José Carranza, ex Director de la división de Delitos Económicos de la policía de Córdoba. detalla a iProUP el circuito implementado por Arbistar, que luego tuvo sus réplicas en Argentina: "Una vez que las criptomonedas se enviaban al monedero electrónico de Arbistar, el cliente perdía el control sobre su capital y no podía retirar el monto en los siguientes dos meses".
Este monedero digital de Arbistar fue creado para recibir las criptomonedas, que luego se transferían a una cuenta bancaria externa.
"En agosto de 2020, varios inversores solicitaron retirar sus fondos, pero Arbistar se negó a devolver el capital. Sin embargo, fue el 13 de septiembre de 2020, cuando la empresa anunció el cierre del Community Bot", agrega Carranza.
El especialista comenta los motivos del cese: "Ellos informaron acerca de un presunto fallo en el programa informático que automatizaba la compra y venta de BTC, generando más interés del obtenido realmente, lo que provocó un desequilibrio en las cuentas y congeló los fondos de los usuarios".
Según los expertos, Arbistar simulaba los rendimientos para evitar que la gente retirara su capital
El número de afectados asciende a 3.820 usuarios, a los que se suman más de 3.500 perjudicados que están bajo la representación de otras 12 acusaciones particulares.
Estafa de Arbistar: el gran engaño
Para Pilnik, Arbistar simulaba las ganancias: "Mostraba un falso beneficio en la plataforma, creando la apariencia de una alta rentabilidad y llevando al cliente a no retirar el capital aportado para reinvertirlo y obtener más ganancias".
"Los inversores creían que su capital se destinaba a mercados financieros para realizar operaciones de arbitraje con los fondos depositados, observando supuestos porcentajes de rendimiento ofrecidos por la plataforma por esas operaciones de arbitraje con el capital de los usuarios", detalla la denuncia.
El escrito afirma que "la cantidad de Bitcoin que cada usuario tenía en la plataforma aumentaba constantemente debido a los supuestos beneficios del Community Bot, pero todas las cifras mostradas eran ficticias".
Algo parece no dejar lugar a dudas: si en algún momento esas cifras hubieran sido reales y hubieran estado relacionadas con una operación real de trading, no se habrían producido errores como los alegados por la empresa para cerrar la operación del Community Bot.
El escrito concluye que "si se decidía reinvertir el dinero ganado por la inversión inicial, las cifras se multiplicaban exponencialmente debido al interés compuesto, generando beneficios millonarios en periodos cortos de tiempo y utilizando esto como excusa para que nadie retirara ni el capital ni los beneficios, lo que permitió que la empresa se mantuviera durante años".
Este último aspecto explica de algún modo la permanencia en el tiempo de un tipo de esquema que suele durar bastante menos. Resta saber si se prueba la responsabilidad de los acusados y, por supuesto, cumplen una condena efectiva por un daño que resulta difícil de calcular en su magnitud completa.