En medio de declaraciones contundentes y medidas económicas drásticas, la Argentina se encuentra en una encrucijada financiera que ha llevado al país de la estanflación a una peligrosa senda hacia la hiperinflación.
Las palabras del Ministro de Economía, Luis Caputo, resonaron con fuerza al afirmar que el objetivo del presidente es claro: la dolarización.
"El Presidente no miente", asegura Caputo, quien reconoce que la confianza en el funcionario público ha desaparecido, lo que dificulta la implementación de políticas efectivas en un momento crucial.
La insistencia en alcanzar el déficit cero se presenta como una respuesta a la pérdida de credibilidad, pues, según Caputo, es la única manera de restaurar la confianza en las promesas de campaña.
El panorama económico se revela complejo, con el 60% de la reducción de gasto atribuible directamente a la política. Incluso, se sostiene que el 80% incluyendo los subsidios, que para algunos no representan una ayuda real.
En este sentido, el 40% del déficit se financia con emisión, generando inflación que impacta directamente en el bolsillo de la población.
El presidente reconoce que la emisión monetaria para financiar el déficit ha desencadenado un problema monetario significativo, dificultando la salida del cepo sin asumir riesgos considerables.
La propuesta para estabilizar la economía es una ancla fiscal dentro del programa de estabilización, una medida que se espera reduzca la inflación.
Un shock cambiario se presenta como la carta de navegación para salir de la crisis, con el Banco Central de la República Argentina (BCRA) implementando medidas monetarias para reducir el ritmo de ajuste del tipo de cambio oficial al 2%.
Esta estrategia busca:
- fomentar la liquidación de exportaciones
- descomprimir las Leliq
- resolver la deuda comercial con importadores
Pero el resto de las tasas ingresaron en una senda negativa versus la inflación, por lo tanto invita a los agentes económicos a endeudarse en pesos a tasas muy baratas, lo que va a generar que la caída de la actividad sea menor a la esperada, sin olvidarnos que con una economía que tiene un componente de casi 50% de informalidad, pueden ser dos motores para que los precios en el mostrador sean convalidados.
El riesgo de una hiperinflación no puede ser ignorado, más bien no se estará buscando generar una hiperinflación controlada de pocos meses de duración...? Jugar con fuego puede generar un incendio si se descontrola alguna llama.
Las elecciones han desatado una inflación reprimida que, según el Gobierno, podría alcanzar un pronóstico anual del 3.700%, una cifra que genera preocupación y alimenta el anhelo de una rápida transición hacia la dolarización.
En este contexto, la estabilidad económica de Argentina pende de un hilo, con la necesidad urgente de restaurar la confianza, implementar medidas efectivas y encontrar soluciones sostenibles para evitar una hiperinflación devastadora.
La ruta hacia la dolarización se presenta como un objetivo que, según el Gobierno, es la clave para superar esta crisis financiera y sentar las bases de un futuro económico más robusto.
Sin embargo, el camino hacia la estabilidad financiera sigue siendo incierto, y el desafío radica en encontrar un equilibrio que permita a Argentina salir adelante.
*Por Marcelo Trovato, manager de Pronóstico Bursátil