Las personas de perfil inversor conservador o moderado hallaron en los plazos fijos una opción de inversión atractiva y, a su vez, una estrategia para resguardar sus fondos ante las altas tasas de interés que pagan por la coyuntura económica.
Pero también existe el miedo por episodios como el corralito del 2001, que dejó una huella imborrable en los bolsillos y en la psicología económica de los argentinos.
Recordemos que esta medida estuvo compuesta por una serie de medidas implementadas para controlar la fuga de capitales durante la crisis económica, generó un clima de incertidumbre y desconfianza en el sistema financiero.
Como resultado, muchas personas perdieron el acceso a sus depósitos bancarios y enfrentaron restricciones para retirar su dinero. Este trauma financiero ha dejado una marca duradera, moldeando las decisiones de inversión de quienes vivieron ese período.
Los plazos fijos ofrecen una aparente seguridad y previsibilidad que resuena fuertemente en los inversores conservadores. La tasa fija de interés y la garantía de retorno del capital al vencimiento brindan una sensación de control en un entorno económico en el que la volatilidad y la inestabilidad han sido históricamente altas.
Este atractivo se intensifica por ver esos pesos generados por las altas tasas de interés y saber que se cuenta con esos pesos extras todos los meses, pero el detrás de escena (base monetaria, leliq, pases, etcétera), hoy juega un papel muy importante para saber el riesgo asociado que existe cuando uno constituye un plazo fijo y entender bien si es o no la mejor opción.
En medio de la complejidad económica argentina, la pregunta sobre si los plazos fijos corren riesgo se torna cada vez más relevante. En este análisis, vamos a ver conceptos cruciales como la Base Monetaria, las Reservas del Banco Central y, en particular, el enigma de las Leliq.
Desglosaremos estos términos para entender su impacto en la estabilidad financiera y cómo afectan directamente a nuestros depósitos y plazos fijos:
- Base Monetaria: el motor de la economía. La Base Monetaria es como el cimiento del sistema financiero, comprendiendo la cantidad de dinero en circulación y los depósitos bancarios en el Banco Central. Su manejo es esencial para controlar la inflación, ajustándola mediante políticas como tasas de interés y encajes bancarios. En la dinámica económica argentina, su influencia es crucial, especialmente en momentos de incertidumbre.
- Reservas del Banco Central: fortaleza financiera. Las reservas del Banco Central representan activos líquidos y monedas extranjeras que respaldan la moneda nacional, estabilizan el tipo de cambio y afrontan crisis económicas. En Argentina, estas reservas son esenciales para mantener la confianza en la moneda y responder a desafíos económicos.
- Interconexión Dinámica: base monetaria y reservas. La relación entre la base monetaria y las reservas es compleja. Su adecuado manejo puede contrarrestar presiones inflacionarias, permitiendo intervenciones en el mercado cambiario. La transparencia en políticas monetarias y la diversificación de reservas son cruciales en este entorno económico actual.
El Enigma de las Leliq
Las Leliq son letras emitidas por el Banco Central, adquiridas exclusivamente por los bancos. Al depositar en plazo fijo, se contribuye a la generación de crédito.
Sin embargo, los bancos, ante la falta de demanda de crédito, colocan ese dinero en Leliq como la única alternativa, manteniendo tus pesos en plazo fijo, que están obligados a tomar.
El dilema surge cuando las Leliq y los "pases" comienzan a acumularse, superando hoy los 26 billones de pesos. Si no se controla, este exceso podría derivar en inflación y riesgo de hiperinflación. El desafío actual del gobierno de Milei es desarticular esta acumulación, redirigiendo liquidez hacia inversiones sostenibles.
En resumen, la interacción entre la base monetaria, las reservas del Banco Central y las Leliq es algo complejo que moldea la estabilidad financiera. La Base Monetaria impulsa la economía, mientras que las Reservas fortalecen la posición financiera del país. Sin embargo, la acumulación de Leliq y pases presenta desafíos, requiriendo un desarme controlado para evitar riesgos sistémicos.
Implicaciones para los depósitos y la estabilidad
Si la "bola" de Leliq no se desarma de manera controlada, hay riesgo de fuga hacia el dólar, con reservas insuficientes.
El desarme controlado busca mantener estabilidad monetaria y evitar la desconfianza en el sistema financiero. Este es el gran desafío que hay por delante y que se resolverá a medida que vayan demostrando que las políticas monetarias son solidas y consistentes.
En conclusión, al hacer un plazo fijo, indirectamente se contribuye a esta dinámica de Leliq. Aunque se espera un desarme controlado, la posibilidad de una fuga masiva hacia el dólar es una opción, y estar líquidos y atados al dólar es mejor que tener una tasa de interés alta en pesos.
La incertidumbre económica abre el debate sobre renovar o no el plazo fijo, con la necesidad de estar atentos a los movimientos del mercado y las políticas financieras.
En el contexto financiero actual en Argentina, la elección de realizar plazos fijos se enfrenta a la dura realidad de que, históricamente, el dólar ha superado consistentemente las tasas de interés ofrecidas por estas inversiones.
Esta realidad plantea interrogantes sobre la conveniencia de optar por una estrategia que, si bien ofrece estabilidad, puede quedar rezagada frente a la preservación del valor del dinero en moneda extranjera, que hoy con el nuevo gobierno y la dolarización que parecería ser inminente nos puede generar descapitalización de nuestros ahorros.
Ante la evidencia de que el dólar ha sido históricamente un resguardo más efectivo, la reflexión sobre alternativas más dinámicas y adaptativas se torna esencial para los inversores que buscan optimizar sus rendimientos en un entorno económico caracterizado por la volatilidad y la incertidumbre.
*Por Elena Alonso, economista y gerente de Emerald Capital. En Instagram: @elena.financiera