En los últimos tiempos, las cauciones bursátiles experimentaron un crecimiento notable en los mercados financieros.
Desde principios de septiembre hasta la fecha, el volúmen de operaciones de estos instrumentos aumentó un impresionante 47%. Sorprendentemente, a pesar de esta creciente demanda, las tasas de interés mantuvieron una estabilidad relativa desde principios de septiembre: promediaron un atractivo 110% TNA a 30 días.
A continuación, profundizaremos en qué consisten exactamente las cauciones bursátiles, cómo funcionan, y en qué situaciones pueden resultar más convenientes que otras alternativas de inversión.
Las cauciones bursátiles son operaciones financieras que tienen lugar en el mercado de valores e involucran un acuerdo entre dos partes.
Sin embargo, es el propio mercado de valores (ya sea el BYMA o MAV en Argentina) el que actúa como garante y liquidador de estas operaciones, preservando la confidencialidad y la imparcialidad en el proceso.
A grandes rasgos, su funcionamiento es el siguiente:
Algunas consideraciones importantes a tener en cuenta antes de invertir son:
Las cauciones bursátiles tienden a tener plazos definidos que oscilan desde unos pocos días hasta varios meses; los plazos más comunes son de 1, 7, 14, 21 o 30 días.
Los inversores que toman dinero en caución proporcionan valores como garantía, lo que implica que el mercado actúa como intermediario y garante de la operación.
El tomador del dinero suele pagar un interés por el préstamo, y esta tasa puede variar según el plazo de la operación y las condiciones del mercado.
Las cauciones bursátiles otorgan flexibilidad a los inversores al permitirles obtener rendimientos adicionales sin comprometer sus inversiones a largo plazo. A la hora de elegir entre una caución bursátil y un fondo de inversión, la diversificación y la flexibilidad juegan un papel crucial.
Los fondos de inversión ofrecen una cartera diversificada de activos financieros, lo que puede resultar atractivo para quienes buscan una inversión de largo plazo y desean mitigar riesgos.
Por otro lado, las cauciones bursátiles, aunque suelen ser a corto plazo, proporcionan la flexibilidad de aprovechar oportunidades temporales y alternativas de inversión sin comprometer la cartera a largo plazo. La elección entre uno u otro dependerá, en última instancia, de los objetivos financieros y el horizonte temporal.
El riesgo asociado a las cauciones es mínimo, dado que están respaldadas por el mercado y cuentan con garantías que limitan las pérdidas. Hay que tener en cuenta que estas garantías tienen aforos, lo cual contemplan la volatilidad del mercado.
Las cauciones bursátiles ofrecen múltiples ventajas, como la optimización del flujo de fondos para empresas y la posibilidad de utilizar activos sin necesidad de venderlos, lo que resulta útil para atender necesidades de liquidez. Además, permiten aprovechar oportunidades de inversión a corto plazo.
Un consejo fundamental a la hora de considerar esta operación es solicitar una simulación al asesor financiero, lo que proporciona una visión más clara de los costos asociados y las implicancias impositivas.
Además, es esencial analizar a partir de qué importe resulta conveniente llevar a cabo la operación, especialmente para personas físicas, a fin de evitar que las comisiones mínimas reduzcan la rentabilidad.
Es importante destacar que estas operaciones no pueden llevarse a cabo a través de bancos tradicionales; se requiere una cuenta en un bróker o agente de bolsa.
En resumen, las cauciones bursátiles pueden constituir una opción interesante para invertir temporalmente saldos de dinero, generando rendimientos adicionales en los intervalos entre los cobros y pagos de las empresas, y así poder optimizar su flujo defondos y sortear la difícil situación.