La economía argentina sigue siendo una montaña rusa, y los inversores se preguntan constantemente dónde poner sus pesos para resguardarlos del avance implacable de la inflación.
El experto en finanzas Salvador Di Stefano explica, en un artículo publicado en iProfesional, que desde una perspectiva de corto, mediano y largo plazo, diferentes factores están en juego.
Corto plazo: Tasa de interés a la vanguardia
En el corto plazo, la tasa de interés se erige como la reina del mercado.
El Gobierno ha congelado el tipo de cambio mayorista en $350 hasta las elecciones de segunda vuelta, programadas para el 19 de noviembre de 2023.
Además, la tasa de interés actual se mantiene en un robusto 9,83% mensual, lo que representa tasas positivas frente al dólar mayorista.
Esto significa que no es conveniente posponer la liquidación de exportaciones ni mantener granos como soja, maíz y trigo en espera de mejores precios. Con tasas cercanas a los dos dígitos, la tentación de vender es fuerte.
Mediano plazo: Apuesta a los activos vinculados al dólar
Para el mediano plazo, los activos financieros vinculados a la evolución del dólar ganan terreno.
Sin embargo, el Gobierno planea intervenir en el mercado de divisas alternativas para mantener la brecha entre el 80% y el 110%, lo que equivaldría a valores del dólar entre $630 y $735.
Esto crea un escenario interesante para aquellos que consideran vender dólares y colocar sus pesos en inversiones a tasa por un período de 60 días. Esta estrategia puede ofrecer ganancias del 20% en pesos y tasas de interés anuales de dos dígitos, mientras que las tasas en el mundo se mantienen en alrededor del 5% anual. Aprovechar estas oportunidades puede ser clave en los próximos meses.
Largo plazo: Acciones estratégicas
Mirando hacia el largo plazo, las acciones vinculadas a la energía y la inteligencia artificial emergen como opciones sólidas.
En Argentina, las acciones relacionadas con energía, bancos y exportadoras pueden ser atractivas. En Estados Unidos, las empresas centradas en la inteligencia artificial y el sector bancario podrían ofrecer oportunidades de inversión a largo plazo.
El Desafío de las Reservas y el déficit fiscal
Argentina se encuentra en una encrucijada financiera. Las reservas del Banco Central están por debajo de lo necesario para sostener un valor del dólar de $730, y el país enfrenta un desafío significativo para aumentarlas en el corto plazo.
El déficit fiscal de los últimos 12 meses asciende a $5,7 billones, y la emisión monetaria del Banco Central contribuyó con $1,9 billones, mientras que otras vías generaron más pesos para comprar bonos del tesoro.
Para equilibrar la balanza, se necesita con urgencia un superávit fiscal.
El enigma de la Deuda Pública
La deuda pública argentina, medida en pesos, presenta un dilema complejo. Con un flujo de fondos negativo de $5,7 billones y una deuda de $111 billones, se requiere un superávit fiscal que permita pagar la deuda en al menos 25 años.
Sin embargo, alcanzar esto implica un ajuste drástico del gasto público, una tarea difícil en el contexto actual. Este desafío deberá ser abordado por el próximo presidente.
Estrategia y adaptabilidad
Di Stefano concluye que no existe una única forma de invertir, ya que las carteras se adaptan a la personalidad y tolerancia al riesgo de cada individuo. Las pautas proporcionadas aquí son generales pero ofrecen una guía sobre lo que puede esperarse en términos económicos para el resto del año.
"La inflación no cederá, y el dólar, después de este período de "pisada", podría despegar, llegando a alrededor de $600 para diciembre de este año", señala.
El escenario económico argentino es un desafío constante, y tomar decisiones informadas es esencial para proteger los ahorros en un contexto de inflación y fluctuación económica. Mantenerse al tanto de las políticas gubernamentales y estar dispuesto a adaptar las estrategias de inversión será fundamental para enfrentar los desafíos financieros que el país presenta en el futuro cercano.