"Estoy en una reunión. Acabo de verlo en un grupo de WhatsApp. Es una locura". Así, un importante ejecutivo de la escena fintech local resumió el baldazo de agua fría con el que el Banco Central añadió otra restricción a las billeteras digitales.
La entidad estableció el jueves que las empresas "que ofrecen cuentas de pago (billeteras virtuales) deberán trasladar a sus clientes la totalidad de la rentabilidad que perciban por los saldos en pesos de las cuentas de depósito en las entidades financieras".
Al no contar con tesoro, las fintech mantienen el dinero de sus usuarios en bancos y obtenían ganancias por sus saldos, hasta que el BCRA dispuso a fines de 2021 que tuvieran ese dinero "encajado" al 100%, evitando cualquier tipo de beneficio económico, pero hace un año les permitió destinar hasta el 45% en bonos del Tesoro.
Esto aplicaba a los saldos "no invertidos" en fondos comunes, una cifra que asciende a u$s121.000 millones según el Central, cuyo rendimiento las billeteras deberán repartir con los usuarios.
Golpe del BCRA a las fintech: en qué consiste
La industria fintech asegura que se trata de otro golpe del lobby bancario, posición compartida por la firma de Marcos Galperin.
"Los usuarios de Mercado Pago ya están, en su gran mayoría, recibiendo rendimientos. Esto evidentemente genera incomodidad en el sistema bancario tradicional, que paga 0% por saldos en cajas de ahorro", remarcan desde la firma con sede en Saavedra.
E indican que, con esta medida, "no hay otro objetivo del BCRA que sacarle rentabilidad a los competidores de los bancos. Cuesta entender una iniciativa de este tipo, inconsulta y sorpresiva, en este contexto. Claramente es una normativa con animosidad".
Según un importante directivo de la industria, las billeteras ofrecen servicios más económicos a partir de las siguientes fuentes de ingresos:
- Consumos con tarjeta prepaga: del orden del 1,5%
- Pagos QR o servicios y recarga de SUBE o celular: cerca del 0,5% (Pago Fácil comparte comisión con Mercado Pago por cada factura que se cancela por la app)
- Otros servicios transaccionales: comisiones por operar dólar MEP, CEDEAR, fondos comunes y otros instrumentos
- Inversión en bonos: por saldos de disponibilidad automática (hasta el 45%, en bonos, al 118% anual con la nueva tasa del BCRA)
"Esta última opción quedó descartada desde hoy. Tanto que muchos piden equilibrar la cancha, ¿por qué no le quitan la opción de invertir en Lelics también a los bancos? Porque se funden", se queja un importante ejecutivo del rubro.
Advierte que esta maniobra no era usada por todas las billeteras, sino las que tienen "cierta espalda". "No van a andar sacando una resolución para el chiquitaje. Esto tiene nombre y apellido: Mercado Pago", refuerza.
Irónicamente, la operatoria que desarmó el Banco Central era utilizada como diferencial por varios bancos que le habían encontrado la vuelta para seguir remunerando cuentas a las fintech para captar más clientes: desde billeteras regionales hasta las cripto.
"Un proveedor nos ofreció un servicio que, al no poder invertir el dinero de CVU, llevaba todo los fondos de los clientes a un CBU recaudador para remunerarlo. Cuando el usuario lo requería, volvía a su cuenta CVU, automáticamente", aseguran en off-the-récord desde una fintech.
Y lamenta: "Los bancos nos cobran por el servicio de cuentas virtuales que nosotros, las billeteras, damos gratis. Esto nos permitía balancear costos, pero ya no podremos hacerlo".
Golpe del BCRA a las fintech: el ganador inesperado
Desde el ambiente fintech local aseguran a iProUP que "acá hay un ganador inesperado: Ualá, que con Wilobank es su propio proveedor de CVU, aunque está migrando todo a CBU con el relanzamiento de Wilobank como Uilo. Así, tiene las cuentas fuera del PSP y de esta medida".
En su análisis, "aprendió por las malas que el mejor 'seguro contra todo riesgo' era tener un pie en territorio bancario". Según fuentes de la industria, el unicornio nacido en Palermo Soho no planea una "vidriera" para Wilobank.
Por el contrario, la vieja app del banco fundado por Eduardo Eurnekian sería dada de baja. "El futuro será en la app de Ualá", anticipa su CEO, Pierpaolo Barbieri, en Twitter. Así, muchos usuarios que intentaron acceder tras el hype notaron que no podían darse de alta en Wilobank. Algunos hasta no lograron resetear la contraseña.
En efecto, Uilo es una estrella más en la constelación de empresas satélite que están "tras bambalinas" para dar servicio a Ualá, como ya lo hacen Ualintec (para ofrecer dólar MEP, CEDEAR), Uala Bis (cobros) o Uanex, que permitía la operación con criptoactivos.
Así, el recambio de cuentas CVU a CBU le permitirá ir sumando servicios "bancarios" y ofrecer lo mejor de los dos mundos, en un gran hub de prestaciones financieras, aprovechando lo mejor de cada regulación.
Ese proceso se está haciendo en etapas con miras también a canjear las tarjetas prepagas por otras de débito –algo que ya hace en Colombia, pero que en Argentina sólo se permite a la banca–, con prioridad para los usuarios más activos.
Esto también implica una cuestión de costos. "Podría haber convertido todas las existentes a débito, no es difícil cuando es de la misma bandera (Mastercard). Pero la proveedora de plásticos era Global Proccesing y la de débito Prisma. Eso genera altos costos para una migración masiva", revela a iProUP un alto ejecutivo del mercado de pagos.
La jugada de Ualá además lo deja afuera de otra polémica contienda. Un directivo muy escuchado en el ambiente fintech asegura a iProUP que tras la llegada de Federico Sturzenegger y Lucas Llach al BCRA, durante la gestión macrista, "se abrió una grieta: los bancos pasaron a ser K y las fintech, M".
"La última resolución del Central es un último manotazo antes de que se acabe el Gobierno. Pero estas medidas se van a dar vuelta con el próximo y seguiremos en el péndulo. Los que pierden son los usuarios de servicios financieros", afirma un reconocido referente fintech, que hoy camina con bajo perfil en la industria.
El directivo asegura que se trata de "un Plan Platita Fintech: Mercado Pago consiguió remunerarse los saldos, por algo lanzaron la medida. Y el Gobierno obliga a repartir entre la gente dinero que no es suyo en época de campaña".
La hipótesis "proselitista" no suena del todo descabellada: el unicornio tiene 8 millones de usuarios y el oficialismo necesita sumar votos para octubre. Además, los jóvenes son la franja etaria que más usa billeteras digitales y, también, los que muestran un apoyo más ruidoso a Javier Milei, el vencedor de las PASO y principal enemigo a ambas orillas de la grieta.