Las "mulas cripto" son personas que crean una cuenta en una plataforma de divisas digitales, pero luego la "venden" o "alquilan" a un tercero. La modalidad resultó muy común durante la pandemia, cuando muchas personas ofrecían su cupo mensual para obtener dólar ahorro, más económico que el blue o el MEP, utilizando bancos digitales para operar.
Se trataba de individuos sin capacidad de ahorro contratados por otras personas que le abonaban una comisión por adquirir divisas. Hoy, el sector cripto es la mira de este accionar.
Según fuentes consultadas por iProUP, las cuentas se venden por grupos de Facebook, con nombres de entidades financieras seguidos de la palabra "cupo" o "alquiler". En promedio, se comercializan a $6.000 o se alquilan por $1.500 mensuales.
Mulas cripto: ¿cómo las previenen las billeteras?
Las empresas del sector ya están alertas e implementando mecanismos de prevención para este tipo de maniobras. Matías Bari, cofundador de Satoshi Tango, revela a iProUP que cuando detectan movimientos sospechosos o montos exageradamente altos toman medidas para investigar la situación.
"Esto puede implicar la solicitud de información adicional. De este modo, tratamos de que no se lleve a cabo una actividad ilegal, como lavado o financiamiento del terrorismo", destaca.
Alfonso Martel Seward, ejecutivo de Lemon, revela a iProUP que el equipo de prevención de fraude detectó y dio de baja alrededor de 4.500 cuentas con actividades inusuales.
"El sistema apunta a agilizar procesos de cambio de dispositivo y reducir robos de credenciales, phishing y el uso indebido de cuentas CBU/CVU de sus titulares, lo que la industria denomina como 'mulas'", añade.
Remarca que "los cambios en los hábitos de los consumidores impulsan a la industria financiera, billeteras virtuales, home bankings y wallets a reforzar sus sistemas de prevención y fraude con medidas cada vez más sofisticadas".
En este sentido, el directivo revela que la firma "incorporó una capa de seguridad mediante la prueba biométrica facial cuando se accede de un nuevo celular. Tenemos la oportunidad de solucionar con menor fricción situaciones que podrían comprometer su identidad".
Martel Seward añade que el sistema valida de manera más confiable si un teléfono nuevo pertenece al usuario, superando limitaciones de métodos convencionales como el SMS.
E indica que en el actual ecosistema interconectado, las billeteras virtuales desempeñan un papel fundamental en la construcción de la identidad digital y finanzas personales: cada plataforma es una puerta de acceso a nuevas oportunidades de inversión, ahorro, pagos, créditos, criptoactivos y acceso a la Web3.
Cederle la cuenta a un tercero puede generar un daño irreversible en la identidad del titular, o la imposibilidad de operar en otras plataformas, solicitar créditos o acceder a servicios.
Lemon ya cerró 4.500 cuentas sospechadas de realizar esta actividad
"Cuando se detectan este tipo de comportamientos se colabora con organismos públicos, internacionales y judiciales para identificar a la persona y sus movimientos", remarca.
Así, "el nuevo sistema biométrico protege al usuario solicitando un paso extra ante el cambio de dispositivo para validar que sea realmente el dueño de la cuenta. Si es rechazado, significa que alguien tomó sus credenciales o las entregó a otro", asegura.
Bari señala que es difícil de implementar medidas para eliminar esta práctica por completo, ya que una persona puede, de forma voluntaria, darle la cuenta a un tercero esquivando las medidas que se impongan, por lo que pasa a ser una cuestión de "conciencia individual".
"Además, nuestro interés es conservar el equilibrio entre seguridad y experiencia del usuario, ya que el 99,9% de los usuarios son genuinos", concluye.
Mulas cripto: ¿cuáles son las consecuencias impositivas y penales?
Nicolás Verderosa, abogado y especialista en criptomonedas, indica a iProUP que las consecuencias son graves: "Las primeras que aparecen son fiscales: las cuentas están a nombre de una persona, quien proporcionó documentación para abrirla y, dependiendo de los movimientos realizados, la AFIP puede aplicar sanciones impositivas graves", señala el experto.
Respecto a las penales, afirma que "pueden ser de 'todo tipo': desde que el titular se vea involucrado por una estafa de triangulación hasta la posibilidad de que enfrente cargos por lavado y financiamiento del terrorismo".
Las penas por esta actividad incluyen hasta 10 años de prisión
Estos delitos prevén penas de dos a 10 años de prisión y multas de 2 a 10 veces el monto. Verderosa remarca que no existe precio alguno que valga la pena por este accionar: "Es como venderle tu identidad a otra persona: si ésta comete delitos, afrontarías las consecuencias, ya que todo lo que suceda desde esas cuentas será atribuido al titular".
Si un tercero (desconocido) accede a los datos del titular, este puede verse implicado en préstamos no solicitados o delitos como triangulación, estafas, o lavado de activos.
Además, los compradores utilizan estas cuentas sin límite hasta que son bloqueadas o denunciadas, operando por millones de pesos que el dueño no podrá justificar.