El minado de criptomonedas se volvió muy popular en Argentina como una forma de obtener ingresos en dólares. Y ese interés renace tras el repunte de Bitcoin y otras divisas.
Además, en mayo de 2024 llegará el halving, evento que ocurre cada cuatro años en el que baja a la mitad el ritmo de creación de nuevos bitcoins (a través de la minería) dentro del plan prefijado de 41 millones de monedas, más del doble de las 19 millones que hay en circulación hoy.
Facundo Casal, cofundador de South American Miners, señala a iProUP que se trata de un hito que genera gran volatilidad en el mercado, aumentando la demanda (y precios) de equipos específicos para criptominería denominados ASIC.
"Si bien existen diversos factores que influyen en el costo de la minería de bitcoin, entre ellos el gasto energético y el mercado cambiario, la infraestructura es un elemento crítico, ya que afecta la eficiencia y la rentabilidad del proceso", señala Casal.
Según el experto, el precio de los ASIC "también está influenciado por la cotización del bitcoin en dólares, ya que sube la rentabilidad del negocio".
Para ingresar a la actividad, el especialista calcula que se puede comenzar con 300 o 500 dólares, pero no será un equipo muy rentable. Lo ideal consiste invertir entre u$s2.500 y u$s3.000, ya que las ganancias comienzan a ser interesantes.
Dentro de las máquinas "recomendadas", el especialista destaca a los Antminer de la serie S19 (S19 y S19XP), más nuevas y eficientes. Entre las más económicas destaca el modelo T17, más antiguo y menos rentable, pero con una experiencia de minado similar.
La rentabilidad de los equipos de minería es muy variable, ya que dependen en gran medida del precio de bitcoin y de la energía eléctrica. Según Casal, un ASIC genera unos u$s250 mensuales, menos los costos de electricidad.
Actualmente, el precio del kWh varía mucho entre las provincias argentinas, aunque el promedio es de $13,71. A continuación, la comparación en dólares entre países:
Al contar con una tarifa más económica, el negocio es muy viable en Argentina. Casal sostiene que el consumo aproximado de un buen equipo para un hogar es de u$s50 al mes, aunque en algunas zonas puede ser más caro. Así, el tiempo de recupero de la inversión es de entre 12 y 18 meses.
Igualmente, ese plazo podría disminuir si las criptomonedas que se obtienen en la minería se invierten. Una de las formas más conocidas es realizar staking, modalidad en la que se dejan bloqueadas monedas durante cierto periodo para obtener un rendimiento.
"En estos momentos el rendimiento de bitcoin en nuestra plataforma es del 0,25% anual, mientras que si se hace en stablecoins como USDC o USDT, asciende a un 2,5%", confían a iProUP desde la compañía.
Marcos Zocaro, contador público y especialista en materia tributaria, sostiene que, en términos simples, se debe evaluar si se está alcanzado por IVA y cómo tributarlo, además del Impuesto a las Ganancias y a los Ingresos Brutos.
"Las empresas que prestan el servicio de alquiler del poder de minado, a cambio de una comisión o tarifa tributarán el IVA sobre dicho monto y prácticamente no habría problemas interpretativos", señala el experto.
En el caso de los individuos, continúa Zocaro, "la minería, entendida como el 'servicio' prestado a la red, podría definirse como una actividad alcanzada por el IVA, ya que cumple con los elementos tipificantes del impuesto".
Sin embargo, el principal problema de las criptomonedas es establecer dónde se genera el hecho imponible, ya que la blockchain está distribuida en todo el mundo.
"En caso de definir a la actividad como una exportación, la alícuota a la cual quedaría alcanzada en IVA sería del 0%, permitiendo el cómputo del crédito fiscal vinculado", sostiene el contador.
En el caso de Ingresos Brutos, Zocaro recuerda que es un impuesto provincial que grava diversas actividades económicas realizadas habitualmente y a cambio de un pago.
En este sentido, si la minería se lleva a cabo de manera frecuente, a título oneroso y en territorio provincial, se cumplen los requisitos para la aplicación del tributo. Pero el especialista advierte que puede considerarse una venta de servicios al exterior.
"Si se considera exportación, según el Código Fiscal de la provincia en la que se realiza la actividad, la minería puede no estar gravada, similar a lo que ocurre con el IVA", señala.
En el caso de Ganancias, lo importante es ver quién lleva a cabo la actividad (persona humana o jurídica) y cómo, es decir, por cuenta propia o alquilando el servicio a un tercero. Además, se debe evaluar dos situaciones: el minado y la venta de las criptomonedas.
En este sentido, Zocaro recalca que hay dos posturas para el tratamiento de la minería:
"Si estamos frente a una persona jurídica que efectúa la actividad por cuenta propia y vende esas criptomonedas, estará sujeta según la alícuota societaria establecida en la Ley del Impuesto a las Ganancias", señala el experto, quien agrega que hoy está fijada en 25%.
Si el minado se efectúa en el país, las ganancias se considerarán de fuente argentina. Pero si se venden las criptomonedas obtenidas, no hay criterio uniforme sobre si se considerará una renta de fuente argentina o extranjera.
Zocaro resalta que para calcular la ganancia neta en el minado, las divisas digitales creadas cotizan al valor de mercado en moneda nacional en la fecha de adquisición. Además, la empresa puede deducir los gastos necesarios para obtener y mantener esas ganancias gravadas, como los costos de electricidad, amortizaciones de equipos y sueldos del personal.
"Sin embargo, surge un problema al determinar el valor de las criptomonedas, debido a la falta de un mercado transparente tanto en Argentina como en el mundo, y a la naturaleza volátil de estos activos digitales", enfatiza el contador.
Por otra parte, Zocaro explica que en el caso de individuos, se considera una explotación unipersonal, por lo que verá gravadas sus ganancias por la obtención de las criptomonedas correspondientes, producto del "servicio" brindado a la red.
En este caso, tributarán junto con todos los ingresos que posea el contribuyente de otras fuentes (trabajos en relación de dependencia, alquileres, inversiones, etcétera) con un tope del 35%.
"En el caso de que el contribuyente no exceda los límites de facturación ni de consumo eléctrico, puede optar por inscribirse en el monotributo para IVA y Ganancias, como también deberá hacerlo en Ingresos Brutos", concluye el contador.