Las monedas digitales de los bancos centrales o CBDC, como se las conoce por sus siglas en inglés, están cada vez más cerca de ser una realidad. De hecho, en muchos países ya comenzaron a utilizarlas en modo de prueba desde hace un tiempo, mientras que en otros su lanzamiento se proyecta para un futuro no muy distante.
En este sentido, un reciente informe realizado por el Bank of America arroja que al menos 114 bancos centrales, que juntos representan el 58% de todas las naciones y generan el 95% del PBI mundial, están explorando estos nuevos activos.
Es que, según detallan especialistas en la materia a iProUP, las CBDC pueden suponer muchas ventajas tanto para los propios bancos centrales como para las personas que las utilizan. Aunque, también aclararon, es un proceso que demanda tiempo.
Moneda digital de banco central: qué países ya las tienen
La lista de países que tiene en carpeta lanzar sus propias monedas digitales es larga. La que ya lo hizo, al menos en distintos estadios de su desarrollo, es algo más acotada.
El principal ejemplo es China, que lanzó su yuan digital desde hace unos años y se estima que el 10% de su población ya lo probó al menos una vez. Si bien todavía continúa en modo de prueba, su expansión no se detiene: según reportes de medios locales, actualmente se utiliza en 23 regiones y se realizaron transacciones por el equivalente a unos u$s13.900 millones.
En India, segunda nación más poblado del mundo detrás de China, la rupia digital ya se probó en grandes ciudades como Mumbai o Nueva Delhi. Según informó su banco central, en un futuro se sumarían otras metrópolis al período de prueba.
Las monedas digitales de banco central permitirían ganar eficiencia en la política monetaria
El Caribe es la región con más países que pusieron en marcha sus propias CBDC:
- En 2020, Bahamas sacó su moneda digital emitida por el banco central, aunque su circulación sigue siendo escasa
- Jamaica realizó algunas pruebas piloto
- Otras naciones de la zona exploraron la posibilidad a través del Banco Central del Caribe Oriental y el lanzamiento de la moneda DCash
En África, Nigeria podría considerarse uno de los pioneros. Como respuesta al amplio uso del bitcoin y otras criptomonedas entre sus habitantes, en 2021 el banco central lanzó su propia moneda digital.
En otros países o regiones, sobre todo en las grandes potencias (más allá de China) continúan las CBDC en faceta de investigación o desarrollo. Es el caso, por ejemplo, del euro digital dentro de la Unión Europea e incluso el dólar digital en Estados Unidos.
"Es difícil predecir con certeza si los bancos centrales avanzarán significativamente en el lanzamiento de monedas digitales CBDC este año. Sin embargo, es probable que sigan investigando y desarrollando tecnología relacionada con CBDC", asegura a iProUP Matías Bari, CEO y cofundador de Satoshi Tango.
Según el experto, "en Europa se espera que los bancos centrales realicen pruebas piloto en mayo. Pero es importante mencionar que el lanzamiento de una CBDC tiene implicaciones significativas para la economía y la regulación, por lo que probablemente será un proceso gradual y cuidadosamente planificado, que dependa de la legislación de cada país".
Martín González, CEO y cofundador de artbag, una compañía de blockchain que ofrece herramientas para el arte y la cultura, asegura a iProUP que "ya existen ya muchos países que están avanzados en el desarrollo de sus propias monedas digitales", entre los que destaca:
- "Este año, Japón entra en etapa de prueba junto a bancos nacionales importantes"
- "En el Reino Unido, el tesoro y el Banco de Inglaterra están trabajando en la misma dirección"
- China sigue desarrollando con nuevas funcionalidades su proyecto"
- "Turquía, Nigeria y otros países están dando sus primeros pasos o tiene al tema en su agenda"
El Banco Popular Chino es el más avanzado en materia de CBDC
Por su parte, Guillermo Escudero, Chief Revenue Officer de CryptoMarket, señala a iProUP que "más de 60 bancos centrales están explorando CBDC en diferentes niveles de madurez".
"Ya existen tres proyectos minoristas de CBDC activos: Bahamas Sand Dollar, Bakong Cambodia y Eastern Caribbean DCash. También Arabia Saudita iniciará un piloto. Pero no hay ninguna certeza de avance concreto en bancos centrales de referencia o de mayor importancia", subraya.
También se estima que la autoridad monetaria de Rusia avance este año en la implementación de su "rublo digital" en medio de las sanciones internacionales luego de su invasión a Ucrania; mientras que el gobierno de Hong Kong está buscando nuevos diseños para su moneda electrónica e incluso proponen emitir una en forma de stablecoin respaldada por el propio gobierno.
Moneda digital de banco central: qué obstáculos poseen
En este caso, los procesos son largos y demandan tiempo. Más allá de haber comenzado hace algunos años, la realidad indica que todavía no hay una fecha cierta para el lanzamiento del euro o el dólar digital.
Es que los bancos centrales deben afrontar distintos desafíos antes de poner en circulación esta nueva moneda. Dentro de esos factores a considerar, Bari enumeró algunos:
- Tecnológicos: "Desarrollar un sistema de CBDC requiere superar varios desafíos técnicos, como garantizar la privacidad y la seguridad de los involucrados, la escalabilidad y la interoperabilidad con otros sistemas financieros"
- Regulatorios: "Tiene implicaciones significativas para la regulación y en materia de compliance, porque tiene que asegurar el cumplimiento de las leyes de lavado de dinero y evasión de impuestos"
- Prioridades: "Por causa de la pandemia, los bancos centrales se enfocaron en responder a las necesidades económicas urgentes y el desarrollo de CBDCs se ha pospuesto"
- Consenso: "Aún no hay un acuerdo entre los bancos centrales sobre cómo deben ser diseñadas y reguladas las CBDC, lo que dificulta la cooperación y el intercambio de experiencias"
- Interrogantes: "Aún hay varias preguntas abiertas sobre cómo un CBDC afectaría a la economía, afectaría a la política monetaria y se relacionaría con el sistema financiero existente"
Ramiro Raposo, country manager de Bitwage, afirma a iProUP que "más allá del costo, regulaciones a tener en cuenta y la organización que implican este tipo de proyectos, hay una disputa con los bancos privados, que perderían poder, ganancias y verían reducido en gran cantidad su capital para realizar préstamos"
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Las CBDC enfrentan desafíos regulatorios y técnicos para ser implementadas con éxito
"Es posible que algunos bancos centrales tengan esto en cuenta y decidan no continuar para no arruinar el ecosistema financiero y pagar altos costos políticos por dicha implementación", dispara el experto.
González señala que "cambiar un sistema de emisión, control y flujo de moneda no es sencillo. Requiere de resolver muchos desafíos. Japón someterá a test de estrés su proyecto de CBDC como problemas masivos de acceso a internet, desastres nucleares, etcétera".
"La interrupción de sistemas energéticos o de conexión a internet son problemas que no deberían cortar el flujo normal de dinero. O, al menos, no hacerlo totalmente", completa.
Moneda digital de banco central: qué ventajas ofrece
Más allá de que no es un proceso sencillo, una vez cubiertos los procesos necesarios para su puesta en marcha, las monedas digitales pueden suponer grandes ventajas tanto para los usuarios como para los mismos bancos centrales.
Desde Koibanx, afirman a iProUP que "las CBDC colaboran con la modernización de los pagos y potencian la inclusión de más personas a la economía digital. Además, les permite a los gobiernos tener un seguimiento mucho más simple de los balances, transacciones, movimientos de activos, etcétera".
Así, ejemplifican desde la compañía, "ante una cierta situación de inflación o déficit fiscal, al tener las cuentas de manera transparente, se podría aplicar políticas monetarias y fiscales de manera más eficiente".
En la misma línea, Bari señala que estos activos "permitirían a los bancos centrales realizar operaciones de política monetaria de manera más precisa y eficaz, como aumentar o reducir la oferta de dinero en el sistema económico".
Además, las monedas digitales pueden suponer una mejor estabilidad financiera y proporcionar "una mayor visibilidad sobre el uso del dinero y la actividad económica, lo que ayudaría a los bancos centrales a supervisar mejor el sistema financiero".
Por su parte, Bari destaca entre las ventajas para las personas que las las CBDC pueden "proporcionar una forma más segura de almacenar y transferir dinero en comparación con los métodos tradicionales", además de "facilitar el acceso a servicios financieros y proporcionar un mayor grado de privacidad en las transacciones".
"Sin embargo, es importante mencionar que estas ventajas potenciales aún deben ser evaluadas en un contexto específico y con una consideración cuidadosa de los desafíos técnicos y reguladores", destacó Bari.
Para Escudero, en cambio, "para los usuarios finales no será nada distinto a manejar dólar digital dentro de un homebanking o de la app de tu banco de confianza: lo que cambia es la estructura tecnológica, digital y financiera".
"Esto genera que la criptomoneda pueda interoperar entre bancos sin necesidad de clearing, compensaciones internas, sistemas SWIFT y backoffice. Si bien las auditorías estarán a la orden del día, la blockchain llegó para hacer más efectivos los sistemas monetarios", completa.
Un peso digital no resolvería la volatilidad del tipo de cambio ni la inflación
Moneda digital de banco central: qué falta para el e-peso
En una época en la que el poder adquisitivo de los argentinos se erosiona producto de la inflación y el debate se centra en la posibilidad de emitir billetes de mayor denominación, la posibilidad de poner en funcionamiento un "peso digital" puede ser considerada.
"En Argentina podría existir esa posibilidad, pensándolo desde el aspecto de circulación del dinero y el volumen de billetes que se manejan. También, en referencia a los billetes de mayor denominación, esto podría ayudar a una escalabilidad más coordinada y estable. Pero todavía falta mucho en lo que refiere a regulación e implementación de las tecnologías necesarias", señala Bari.
Escudero advierte que una CBDC por sí sola "no genera una solución a la inflación o el tipo de cambio. Podemos tener una moneda digital atada al peso, incluso ya existen proyectos, pero lo que se logra acá en dinamizar los procesos, ser más escalable en operaciones, tener menores costos de transacciones y mejores tiempos".
Además, remarca que "no se solucionan los temas estructurales que dicha moneda fiat tiene por cuestiones propias de los gobiernos, traídos a raíz de una emisión monetaria que generó inflación y que tiene una alta relación con el tipo de cambio, el cual también afecta a la moneda local".
Según el experto, "entre la inflación y el tipo de cambio existe una correspondencia inversa: un aumento de los precios terminaría devaluando la moneda, pues lleva un aumento en el tipo de cambio para mantener los precios reales y alineados con los globales".
"En el caso de que la moneda local pierda valor frente a otras, el precio de los productos o bienes del exterior aumenta e impacta en el costo de producción de una empresa y la inflación. Ninguno de estos factores se resuelve con la creación de monedas digitales de los bancos centrales", concluye.