La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) denunció por asociación ilícita, lavado de activos agravado y estafa a una empresa fantasma que se dedicaba a la captación de fondos de terceros con la promesa de una rentabilidad extraordinaria.
Así, el organismo recaudador detectó que la empresa denuncada realizó movimientos por 880 millones de pesos durante 2022, lo que encendió las alarma de las autoridades por un posible estafa piramidal.
Qué detectó la AFIP
El organismo conducido por Carlos Castagneto comprobó que la firma se dedicaba presuntamente a captar inversiones pero no poseía bienes registrables ni había adquirido ningún tipo de bien o servicio vinculado al rubro declarado.
"Los inspectores del fisco analizaron las facturas electrónicas recibidas y observaron que los comprobantes vinculados a la actividad habían sido emitidos por una sola firma que presentaba serios indicios de apocrificidad", señaló AFIP.
Además, remarcó que como "resultado de la investigación se concluyó que los fondos acreditados en las cuentas en cuestión provenían de transferencias realizadas por personas humanas y/o depósitos en cuenta, que posteriormente eran retirados mediante cheques".
AFIP está investigando fuertemente las empresas de criptomonedas
El ente tributario aseguró que "si bien la compañía prometía una rentabilidad extraordinaria, no se pudieron identificar inversiones o bienes que permitieran tales rendimiento, por lo que se intuye que esa empresa fantasma era en realidad un esquema de estafa piramidal, con características similares a otro caso que tomó estado público durante 2022 y cuyos partícipes se encuentran actualmente procesados con prisión preventiva".
"Además, se pudo observar como proveedoras a personas del mundo de la farándula, quienes ante la consulta por parte de este organismo indicaron que prestaron servicios de publicidad a través de redes sociales y medios gráficos. Finalmente, se incluyó tanto a la firma como a su principal proveedor en la base eApoc y se interpuso una denuncia penal por asociación ilícita, lavado de activos agravado y estafaque recayó en el Juzgado Penal Económico N° 11", concluyó AFIP.
El otro caso que sigue la Justicia
La investigación se inició a raíz de un informe de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) sobre personas que, en redes sociales, se presentaban como "Trader God" de la empresa conocida como Adhemar Capital SRL.
Se trata de una presunta herramienta que ofrecía los negocios de inversión de criptomonedas en Catamarca e instaba a aportar dinero a un fondo común. Similar a un esquema ponzi.
El informe destacó que las maniobras se desarrollaban de manera ilegal. Que los acusados concurrían a espacios radiales donde promocionaba las ventajas de sus productos de inversión, en comparación con las financieras y el sistema bancario tradicional.
A partir de estos datos, la Fiscalía Federal de Catamarca solicitó una serie de medidas que permitieron identificar a las personas involucradas, que operaban a través de la firma Adhemar Capital SRL.
En tanto, el Ministerio Público les imputó los delitos de intermediación financiera sin autorización, en concurso ideal con lavado de activos y defraudación, todo en concurso real con asociación ilícita.
Edgar Bacchiani, el CEO de Adhemar Capital, en problemas
El curso de la investigación logró determinar la existencia de una empresa dedicada a captar dinero de particulares, tanto pesos como dólares, para invertirlos en criptomonedas.
Además, utilizaban el dinero en otras operaciones y obtenian utilidades muy superiores a las ofrecidas por instituciones financieras legalmente constituidas.
En la operatoria, que no contaba con autorización del Banco Central de la República Argentina (BCRA), habrían intervenido los tres socios de la empresa, junto a dos gerentes y un asesor comercial.
Hubo colaboración del contador de la firma, algunos empleados y otros profesionales imputados por los fiscales.
El 8 de julio pasado, el juez federal Miguel Ángel Contreras procesó a los cuatro hombres y dos mujeres como coautores de los delitos.
Finalmente declaró la incompetencia material de la Justicia Federal para investigar la estafa y asociación ilícita, algo que fue recurrido por las querellas.
Se trata de una empresa de origen catamarqueño y cuya cara visible es Edgar Adhemar Bacchiani, que se jactaba de sus relaciones con el Poder en lo más alto de la escala social de Catamarca.
La sospecha es que ofrece servicios financieros con altos retornos desde 2018, derivados presuntamente de la inversión en criptomonedas.
Por su parte, el abogado Ángel Granizo, que representa a un grupo de damnificados que aún no recibió el pago prometido de los fondos que habían confiado a la firma, presentó la primera denuncia formal en los tribunales de Catamarca en contra de quienes encabezan Adhemar Capital: Bacchiani y su socio Pablo Olmi.
"Lo denunciamos por administración fraudulenta y lavado de activos", expresó el letrado a El Esquiú, y agregó: "Es la primera denuncia que es una punta del iceberg que se hace extensiva a otros responsables que tiene la firma".