La falta del acceso al crédito, la inflación imparable y la continua devaluación del peso configuran un ambiente hostil para cumplir el sueño de la vivienda propia.
A esto hay que agregarle que los préstamos hipotecarios son prácticamente inexistentes y aquellos que se ofrecen tienen requisitos y obligaciones que dejan afuera a casi toda la población.
En este contexto, las criptomonedas ofrecen herramientas para que los usuarios puedan ahorrar en moneda dura y acortar el camino hacia una propiedad.
Prestamos en criptomonedas: cómo funcionan
Iñaki Apezteguia, docente y especialista en criptomonedas, afirma a iProUP: "Si bien cada vez es más difícil acceder a una vivienda, la tecnología puede ser de utilidad en este objetivo. Por ejemplo, es posible colocar como colateral una criptomoneda, de la que posea tenencias, como bitcoin, ether u otra, para acceder a un préstamo en pesos o dólares para adquirir un inmueble", señala.
El experto remarca que estos activos "vienen ganando popularidad en el pago de la operación inmobiliaria", por lo que este ahorro puede ser volcado directamente a la compra.
En este sentido, el economista Darian Yane señala a iProUP que "en el sistema de préstamos cripto prácticamente hay que dejar el mismo dinero como colateral. Y si tenés esos fondos en criptoactivos, entonces es muy probable que no necesites el crédito".
Sin embargo Nicolás Verderosa, CEO de Gangster Paradise, remarca a iProUP que "los préstamos colateralizados son una alternativa para "quienes tienen sus ahorros en criptodivisas y no quieren gastar ese capital para realizar una determinada compra".
De esta forma, el ejecutivo señala que "la aparición de créditos con garantía en divisas digitales abre el juego a que muchas personas puedan acceder a la casa propia, o a un auto. El mundo cripto brinda una gran abanico de opciones vetadas en el 'mundo fiat'". En resumen, estos préstamos funcionan de la siguiente manera:
- El usuario pone una garantía en una divisa (por ejemplo, Bitcoin)
- Recibe el equivalente a 80 o 90% en otra moneda, como USDT
- Abona a su ritmo, siempre que a cierto plazo salde el capital más intereses
- Al cancelarlo, recibe su colateral y evita, por ejemplo, desprenderse de Bitcoin
Para quienes no cuentan con todo el capital, Apezteguia indica que la solución con activos digitales es "comprar metros cuadrados tokenizados de un inmueble". Estas plataformas compran o edifican la propiedad y crean activos digitales para que cualquier usuario adquiera una porción según sus posibilidades.
"Esto es beneficioso no sólo porque se están comprando metros cuadrados de un inmueble, sino también porque es factible beneficiarse con el alquiler de ese bien", añade el experto.
En efecto, plataformas como SumarInversión, Crowdium o Simplestate ofrecen la posibilidad de invertir y recibir una ganancia proporcional en caso de venta o renta de la propiedad.
En paralelo, Federico Ast, docente cripto y director ejecutivo de Kleros, asegura a iProUP que una de las ventajas principales de las criptomonedas es que hacen que el mercado de capitales sea más grande a nivel mundial.
La identidad es un obstáculo para los préstamos en el entorno cripto: no se puede ejecutar un bien en caso de default
"Al haber más posibilidades de una mayor liquidez, buena parte de la misma puede volcarse a préstamos hipotecarios cripto. Esto, eventualmente, facilita el acceso a una tasa menor", señala Ast.
Criptopréstamos: cómo se pueden usar para adquirir una propiedad
Como se mencionó, los préstamos con monedas digitales funcionan de forma similar a una "prenda": ya que se debe dejar una cierta cantidad de criptoactivos como respaldo.
Apezteguia señala que el usuario promedio es probable que no cuente con el capital suficiente para tomarlos, pese a que "la adopción está creciendo de forma acelerada en Argentina".
Mientras, una solución intermedia consiste en tomar un préstamo con un colateral con criptomonedas atadas al dólar (DAI, USDT) y usar como forma de pago una divisa digital atada al peso (numARS), como ofrece BuenBit.
Así, es posible ahorrar en "verdes" y pagar cuotas en pesos, con un interés cercano al de un plazo fijo. Es decir, mucho más barato que los bancos, ya que los fondos en garantía se colocan en un protocolo DeFi que genera rendimientos y ayuda a bajar la tasa.
"Sobre el colateral que dejás, el monto que vos retirás es el 80%", confía a iProUP Matías Alberti, gerente de Operaciones (COO) de Buenbit, quien destaca:
- "No se aplica el concepto 'cuota' por ser un crédito abierto sin 'vencimiento': los intereses diarios que se generan sumados al capital se acercará progresivamente al colateral"
- "El usuario debe ir cancelando de forma parcial o total el préstamo, en cualquier momento, 24/7. Los pagos se hacen con nuARS: no hay mínimos ni máximos"
- "Si el capital más los rendimientos diarios llegan al 90% de la garantía y no hizo ningún pago, se liquida automáticamente el 10% del colateral, que estará disponible para el usuario"
La gran traba de los préstamos con criptomonedas es que debe ponerse una suma como colateral
Quizás, a futuro, los préstamos en divisa digital sean más parecidos a los de los bancos. Para Ast, "el gran problema que poseen es que no hay una forma de conocer la identidad de las personas".
En este punto, resalta que "si los usuarios sólo son 'una dirección cripto', no hay garantías, ya que pueden desaparecer sin ningún costo. Afortunadamente, hay nuevos protocolos y aplicaciones que se han ido desarrollando" en este sentido.
"Kleros está trabajando en un proyecto llamado Proof of Humanity, permitiendo que cada persona tenga una identidad y no pueda duplicarla en el mundo cripto. Así, se fomentaría el scoring crediticio (al estilo Veraz), tal como sucede en el mundo tradicional", añade Ast.
El experto cree que estas iniciativas son la solución para ofrecer créditos con criptomonedas sin colateral, necesarios para financiar compras de tickets altos en poblaciones de bajo poder adquisitivo.
"Estos protocolos de identidad permiten que el mercado de créditos cripto se parezca más al de préstamos tradicionales, en el que el solicitante pone como 'garantía' su reputación en lugar de dinero", concluye Ast.