Comenzó como plataforma para conectar a las empleadas domésticas con los interesados en contratarlas. Hoy se perfila, además, como una incipiente fintech que otorga microcréditos a esas mismas mujeres que buscan trabajo a través de ese espacio.

Zolvers, surgida hace cinco años, desarrolló en 2017 una nueva unidad de negocios orientada al blanqueo del personal que realiza tareas en hogares y, atado a ello, una "fintech" que financia a esas mismas personas.

El proyecto incluso obtuvo el apoyo del BID Lab, que la fondeó con u$s1 millón con el objetivo de crecer en el segmento de negocios financieros para este sector.

"Hace cinco años comenzamos con la plataforma que conecta a las trabajadoras certificadas con el cliente. Y desde hace un año y medio, a través de Zolvers Pagos, realizamos el trámite para que se blanqueen en el sistema. De este modo, se automatiza el cobro por el servicio y se efectúa la contribución a la AFIP", afirma a iProUP, Cecilia Retegui, CEO de Zolvers.

Esta opción está disponible para quienes ya usan la plataforma para contratar a las empleadas domésticas, pero también para aquellos que también cuentan con personal en su casa y quieren regularizar su situación.

En la Argentina, la plataforma nuclea a 55.000 mujeres en condiciones de tener su salario, sea mensual por trabajar en casa de familia, o semanal por cumplir horas en varios lugares.

Del lado de los clientes, ya hay más de 90.000 argentinos interesados en acudir a estos espacios para contratar a una persona que se ocupe de las tareas del hogar.

La clave: inclusión financiera

Se estima que en la Argentina hay 1,2 millones de empleadas domésticas, de las cuales menos de 500.000 están regularizadas. Lo que muestran los números de la plataforma es que, cuando se trabaja en una comunicación efectiva sobre los beneficios que significa estar "en blanco", es posible ampliar esa regularización.

Si bien el empleo informal cruza a las diversas actividades económicas y, de hecho, el índice en el país se ubica en 34%, en el caso del trabajo doméstico la ejecutiva sostiene que el porcentaje es aún bajo por una "cuestión cultural" que va más allá de la responsabilidad de quienes contratan personal y no se hacen cargo de sus obligaciones.

La pérdida de diversos beneficios suele ser uno de los principales obstáculos para blanquear diversas actividades. El empleo en los hogares es uno de los casos emblemáticos. Fue la razón por la que Retegui insiste en la necesidad de comunicar las ventajas de estar en el sistema.

La ejecutiva destaca dos ventajas al respecto:

- Acceder a un 15% de devolución del IVA por abonar con la tarjeta de débito que se les otorga una vez que fueron blanqueadas.

- Ofrecerles microcréditos a medida que van conformando su perfil crediticio, como parte de los beneficios de la regularización.

En este sentido, vía Zolvers Pagos se les brinda la chance de acceder a préstamos que van desde $1.000 a $15.000 a devolver en plazos de entre 2 y 10 cuotas.

Hasta el momento, la empresa ya otorgó 1.500 créditos por un monto total de $3,5 millones. Esta prestación fue la que motivó al BID Lab a otorgar financiamiento a la plataforma con el fin de crecer en este segmento y profundizar la estrategia de inclusión financiera.

Se trata de préstamos que, en promedio, llegan los $2.300, al hacer el cálculo lineal, aunque los montos rondan los $3.000 en la mayoría de los casos.

"Hoy no estamos dando más de esa cantidad porque se podrá crecer en la toma de créditos a medida que se avanza en el uso de la plataforma", agregó Retegui.

Por otro lado, aquellos interesados en blanquear a su empleada doméstica pueden hacerlo mediante su propia cuenta bancaria o, en caso de no tenerla, Zolvers les otorga una a través de un acuerdo que poseen con Banco Comafi. El costo del servicio es de $80 por mes.

Para aquellas trabajadoras que se desempeñan en varias casas de familia por horas, los distintos empleadores pueden registrarlas y recibir, por mes o por semana, según cada caso, el pago respectivo.

De este modo, pueden tener hasta cinco o seis empleos en blanco y un detalle de todas las remuneraciones que perciben.

"Las trabajadoras tienen así el control sobre el dinero que generan", subraya Retegui. Esta chance suele ser mencionada como clave en los programas de inclusión financiera, para lograr no sólo la independencia económica sino, en muchos casos, ante situaciones de violencia.

Los empleadores, en tanto, prefieren abonar el pago por ese trabajo de manera mensual, indica la ejecutiva, aún cuando la modalidad de contratación sea por determinada cantidad de horas distribuidas en uno o dos días a la semana.

Lo cierto es que la obligación de una persona que contrata a otra para las tareas de la casa puede facilitarse por medio de estas plataformas que, a su vez, habilitan el ingreso de más mujeres y hombres al sistema sin perder los beneficios sociales adjudicados y con la chance de sumar otros.

Fintech para cada perfil

En la Argentina existen casi 64 millones líneas de celulares, 45 millones de cajas de ahorro con tarjetas de débito asociadas y 35 millones de usuarios de Internet que pasan su mayor tiempo de navegación en dispositivos móviles.

Este ecosistema demuestra que están dadas las condiciones para que los pagos móviles ya sean una realidad y su implementación se masifique.

Juan Pablo Bruzzo, Presidente de la Cámara y CEO de Moni, expresa: "La idea de la inclusión es que las personas que no tienen acceso al crédito y a las transacciones online puedan hacerlo a través de su celular y de manera sencilla, sin necesidad de contar con una cuenta bancaria. Todo es muy a pulmón todavía, pero hay un denominador común que es la tecnología, a través de ella podemos definir procesos financieros inclusivos".

Para muchos, 2018 significó el despegue definitivo del segmento fintech en Argentina. No solo surgieron varias empresas en el campo de la banca digital, como Wilobank y Brubank, sino que también se consolidaron los negocios de otras con importante proyección, como Ualá.

Por sobre todas ellas, la firma que más expansión logró en este segmento fue Mercado Libre, que de la mano de Mercado Pago se consolida como el jugador más importante de la región.

La firma de Galperín tuvo un año repleto de novedades: presentó los pagos vía QR, su fondo de inversión digital y consolidó su tarjeta prepaga.

 

En el caso del primero, el crecimiento fue astronómico. No solo permitió a miles de argentinos acceder por primera vez a los pagos a través del celular, sino que incluyó financieramente a infinidad de negocios que, hasta el momento, solo tenían el efectivo como única herramienta de cobro.

Desde la empresa destacan que gran parte del mérito de esta evangelización la tienen los supermercados chinos.

En agosto, cuatro meses después de introducir los códigos QR, Mercado Pago lanzó un ambicioso "operativo seducción" para asociarlos.

De esta forma, la compañía distribuyó instructivos en chino con las explicaciones para aceptar no sólo QR, sino también Mercado Point.

Otro actor importante que se sumó a este esquema de pagos fue el sector mayorista, que de la mano de la crisis decidió sumar alternativas de pago para sus clientes, que suelen buscar precios más convenientes que en los súper tradicionales.

Gonzalo Pestana, director financiero de Vital, asegura a iProUP que el crecimiento de los pagos con código QR ya ronda el 30% mensual. Y añade que el ticket promedio de los consumidores finales alcanza los $3.800.

Para Paula Arregui, VP de Producto de Mercado Pago, "fue un producto que nos permitió penetrar y acceder al mundo físico, llegando a más de 260.000 comercios que ya tienen su código impreso y a disposición de los clientes".

Las cifras hablan por sí solas: la empresa registró 3 millones de transacciones procesadas por esta vía solo en 2018.

Respecto del fondo de inversión, funcionó como un ancla para llevar al sector de las finanzas a un sector de la población que por falta de acceso o desconocimiento, no utilizaba este tipo de alternativas.

"Sumamos a muchas personas que, sentíamos, no tenían hasta ahora la educación financiera para acceder a inversiones en este tipo de instrumentos", aclaró María Paula.

Hoy, la inversión promedio es de $8.000. En lo que va desde el inicio del proyecto hasta el 13 de enero, el fondo registró un volumen superior al billón de pesos invertidos y se han sumado 150.000 personas.

Sector en crecimiento

La industria vive su momento de gloria en toda Latinoamérica con más de 1.166 empresas. Según el informe "Fintech en América Latina 2018: crecimiento y consolidación" realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista.

El estudio remarca que Brasil es el mercado con más empresas de este rubro, con 380, seguido por México (273), Colombia (14), la Argentina (111) y Chile (84), por lo que el potencial del país es más que prometedor.

Y apunta que las empresas fintech lograron un crecimiento del 66% con respecto a la primera edición del estudio, efectuado en 2017.

"La ola ya ha llegado a todos los 18 países de Latinoamérica, las compañías digitales financieras se van consolidando y van creciendo. Hay mucho dinamismo", señala Gabriela Andrade, especialista en mercados financieros del BID.

El sector está en expansión, con una explosión de proyectos que aprovechan la tecnología para ofrecer soluciones financieras. Por lo que el próximo paso será atender necesidades específicas para hacerse un lugar en el mercado. Zolvers así lo entendió y apuesta a las empleadas domésticas, un sector hasta ahora olvidado por las fintech.

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