En un entorno inflacionario elevado como el que atraviesa la Argentina, los plazos fijos tradicionales corren detrás de los incrementos de precios.
Este instrumento, muy escogido por los usuarios con baja tolerancia al riesgo, tiene una tasa nominal anual (TNA) del 75%, es decir, una ganancia de 6,25% mensual, para aquellos depósitos inferiores a los 10 millones de pesos realizados por personas físicas.
Además, su tasa efectiva anual (TEA) es de 107%, lo que significa que para quien decida renovar su plazo fijo tradicional a 30 días, durante 12 meses seguidos, recibirá una ganancia equivalente a 8,92% mensual. Siempre y cuando se mantenga constante la tasa de interés.
Cuánto debe rendir un plazo fijo para ser atractivo
"La tasa de plazos fijos para que haya una mayor demanda de este tipo de inversión debería estar en torno al 85% TNA, para que sea indiferente ir a una colocación UVA o a uno tradicional", destaca Pablo Repetto, jefe de Research en Aurum a iProfesional.
Actualmente, esa tasa está 10 puntos porcentuales (pp) debajo para el inversor minorista, y mucho más para uno con más de $10 millones depositados, añade el experto.
"El problema es que como las tasas están reguladas por el Banco Central, si sube esos intereses también tiene que aumentar la tasa de las Leliqs. Es que por ese canal reduce la posibilidad de que el Tesoro se lleve más pesos para su financiamiento, ya que así se encarece el costo cuasifiscal para el BCRA y el pago de intereses del Tesoro", advierte Repetto.
"No es una situación óptima para el que deposita los pesos, pero implica un resguardo, comparado con otros momentos del país, bastante bueno, a diferencia de otras opciones de inversión que hay dentro del mercado. Con lo cual, no preveo que haya muchos cambios en esta rentabilidad, porque la situación monetaria es bastante inestable, y no creo que el Banco Central pueda subir mucho más la tasa hacia adelante", añade Sebastián Menescaldi, economista y director asociado de Eco Go.
Por el lado de la rentabilidad de los plazos fijos, Isaías Marini, economista de Econviews, suma que el escenario base es que "no habrá más subas de la tasa hasta el año que viene, pero malos datos podrían forzar al Central a implementar una nueva suba".
"Más allá de lo que ocurra, si tomamos el promedio de la inflación que esperamos para noviembre y diciembre, para alcanzar la neutralidad en términos reales, el BCRA debería subir la tasa de plazos fijos al 79% de TNA", concluye Marini.