Mientras que en Argentina las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS), creadas en 2017 para agilizar la creación de empresas (mecanismo ideal para emprendedores y Pymes) resisten los embates, en la virtualidad crece un nuevo modelo de organización.
Se trata de las Organizaciones Autónomas Descentralizadas (DAO, por sus siglas en inglés), un esquema de gobernanza basado en el uso de contratos inteligentes y blockchain en lugar de estatutos, que permiten el funcionamiento de una compañía u organismo sin estructuras jerárquicas.
Aunque todavía es un terreno inexplorado en profundidad, a diferencia de las organizaciones tradicionales, las DAO se presentan como más transparentes, democráticas, universales y seguras.
Nicolás Verderosa, CEO de Gangsters Paradise, afirma a iProUP que a las DAO son como una democracia directa al estilo ateniense, un sistema de gobierno en el que el pueblo (en ese entonces, solo los varones) tenía una participación real, para deliberar y tomar decisiones.
"El concepto de DAO es una empresa gobernada directamente por sus accionistas, sin órgano directivo: ellos mismos proponen y votan cambios", explica. Y añade que uno de sus principales encantos es la descentralización y la posibilidad de empoderar a cada uno de los holders de la organización", añade.
Si bien carecen de validez legal en el mundo físico, "tienen un campo de operación internacional que las hace muy seductoras". También resultan atractivas para las personas, pero son vistas con desconfianza por las autoridades, por el completo anonimato de los inversores/accionistas.
Camilo Rodríguez, docente en CRacademia.com, destaca a iProUP el nivel de transparencia e incorruptibilidad de estas organizaciones: "Muy pocas firmas del mercado tradicional están dispuestas a mostrar públicamente cómo sus comités deciden y organizan el día a día. Las DAO, en cambio, son un espacio de libre expresión y todas las medidas se toman con consenso".
Así, los accionistas de una organización autónoma descentralizada son dueños de una cantidad de tokens nativos, que representan tenencia accionaria y les permite tomar decisiones sobre:
"Todas estas decisiones se llevan a cabo en consenso y de forma anónima por todos los usuarios que poseen tokens de esa red. Es importante que todos estén comprometidos con el proyecto y voten a favor o en contra de forma conciente", añade.
Además, remarca que en "en algunas se necesita el voto de más de un 70% de los usuarios activos para tomar una decisión. Ellos son los mayores motivadores de que el proyecto avance".
Estas organizaciones, populares en el ecosistema cripto, también tienen gran futuro en el mundo de videojuegos y el metaverso. "Habrá múltiples DAO para diferentes rubros, principalmente donde hay un público final masivo, motivado por dar su opinión", completa el experto.
Mientras, este tipo de "sociedad" tiene mucho éxito entre proyectos de criptomonedas. De hecho, tanto Bitcoin como Ethereum se organizan de esta forma.
O MakerDAO, la organización detrás de DAI, uno de los dólares digitales más utilizados y que se ubica en el 12º puesto entre las divisas digitales de mayor capitalización.
Uno de los argumentos en contra de las DAO es que las decisiones pueden demorar de 15 a 30 días, incluso años como le sucedió a Ethereum con "The Merge", un cambio en la forma de procesar las transacciones.
"Cuando hay conflictos de intereses, puede que las decisiones tarden mucho más de lo normal. Por eso es importante entender que las DAO requieren un compromiso importante por parte de los usuarios de la red para resolver en forma rápida", explica Rodríguez.
Algunas fijan un tiempo límite (15 días) para la toma de decisiones y luego se da por declinada la propuesta. Luego el usuario puede volver a presentarla para ver si capta la atención del público.
"Hay pocas DAO al 100%: muchas están encaminadas, pero aún guardan cierto grado de centralización", dice Verderosa, quien además es abogado. Y suma otros tres puntos en contra:
Otro argumento en contra es que, como sucede con las criptomonedas y blockchain, en varios países no cuenta con regulación, el estatus legal de las DAO sigue siendo indefinido, ya que no tienen un territorio fijo.
Como contrapartida, Víctor López, director de LBO Abogados advierte que las DAO tienen una ventaja interesante frente a las organizaciones comerciales tradicionales, que es que el protocolo se ejecuta con independencia de las partes.
"El hecho de que no se reconozcan como entidades legales en varios lugares hizo que en ciertas ocasiones, los miembros de algunas de ellas se sujetaran a una jurisdicción particular a través de la incorporación de una empresa tradicional con la que poder operar, creando así un puente entre el mundo digital de la DAO y el físico o real", explica López.
Añade que esa sería una solución posible hasta que la legislación y regulación puedan actualizarse con la forma innovadora de las DAO y las ventajas que su tecnología y razón de ser proponen.
Habrá que seguir de cerca la maduración de estas "cripto sociedades" y ver si logran instalarse como un nuevo modelo de organización empresarial. En principio, democratización, transparencia, autonomía y gobernanza son conceptos prometedores como sustento de cualquier proyecto.