Las criptomonedas se volvieron la "inversión de moda" a nivel global, por ser una forma de protegerse ante la inflación provocada por la alta emisión que llevaron a cabo países de todo el mundo con el fin de reactivar una economía golpeada por la pandemia.

Sin embargo, los usuarios desprevenidos pueden ser presa de estafadores, ya que se trata de un mundo completamente nuevo y en el que cualquiera puede participar, de modo que no sólo invertir es muy sencillo, sino también perpetrar fraudes.

"La alta volatilidad de los criptoactivos más conocidos reacciona solo por un posteo de alguien con influencia en las finanzas. De hecho, se han creado criptoactivos desde un meme", cuenta a iProUP Silvia Iglesias, del estudio ITSB, en alusión a DogeCoin y el rol de Elon Musk alterando su valuación a través de Twitter.

Para la experta, antes de comprar "es importante ver el respaldo de cada producto. Para la mayoría es la confianza: el Bitcoin posee el nivel más alto, por estar sujeto a una emisión limitada de antemano, retribuye a los que procesan las operaciones (mineros) y hasta se está usando para el pago de bienes y servicios".

Más allá de las divisas conocidas, Norberto Saraceni, socio de la consultora Baker Tilly, remarca a iProUP: "No hay garantía de que un proyecto de cifrado en el que se invierta tenga éxito", ya que "la competencia es feroz". Por ello recomienda: "Para mitigar este riesgo, es importante hacer un análisis profundo de sus características, viabilidad y reputación de personas involucradas. En un futuro muy cercano, estos proyectos deberán mostrar calificaciones de riego y auditorías externas independientes".

A continuación, las características de las principales estafas con monedas digitales para evitar caer en ellas.

1. Estafa Ponzi

Este mecanismo lleva su nombre por su inventor Carlo Ponzi,  inmigrante italiano que vía en EE.UU. y proponía ganancias rápidas al invertir en sellos postales.

En este esquema, se publicita un "negocio legal" de alto rendimiento, que paga utilidades a los usuarios con el dinero de las nuevas personas que ingresan. "Las estafas piramidales son de igual característica: te dicen que ganás, pero siempre va ganando el que está arriba, no el de abajo", explica a iProUP Guillermo Navarro, experto en derecho tecnológico y creador del estudio Bildenlex.

Uno de los casos más resonantes es el de Generación Zoe, fundada por Leonardo Cositorto, que prometía retornos del 7,5% mensual al apostar por un curso de coaching y hasta su criptomoneda Zoe, que se desplomó de 0,31 dólares a los 0,14 actuales.

Si bien Cositorto, recientemente extraditado a la Argentina, aseguraba que no se trata de una estafa piramidal, en varios videos que circulan en Internet se lo ve explicando a sus "líderes" cómo cobrarían 100 dólares por cada persona que se sume al sistema hasta el octavo nivel. Una suerte de manual ilustrado sobre cómo funciona un Ponzi.

2. Monedas gratis o "Give away"

En estas estafas, se suelen ofrecer monedas gratis al participar de una plataforma o proyecto de criptomonedas. 

Un ejemplo fue OneCoin, de los hermanos búlgaros Konstantin y Ruja Ignatova, que combinaba una ICO (Oferta Inicial e Monedas) y esquema Ponzi con un give away. Esto último consistió en la promesa de criptos gratis a quienes se unieran a la plataforma.

Pero resultó ser uno de los criptofraudes más emblemáticos. Se estima que la estafa ascendió a los u$s4.000 millones, de los cuales al menos u$s3 millones pertenecían a argentinos.

3. Inversiones con expertos y robots

En este tipo de fraude, una empresa asegura que obtiene su dinero de los aportes de los socios, robots y pronosticadores de mercados que prometen una eficacia del 70%.

Uno de los casos más resonantes en Argentina es el de la empresa española Ganancias Deportivas, que se estima que estafó a más de 40.000 usuarios de la localidad mendocina de San Rafael. 

Los usuarios ingresan a la plataforma, invitación mediante, y abonan una membresía anual de 107 euros, entre matrículas y comisiones. Luego deben comprar algunos de los packs que vende la compañía: las cifras van desde los 60 hasta los 10.000 euros, pagados en criptomonedas.

A cambio, promete un exorbitante retorno mensual del 20% mensual y 240% anual, muy por arriba de cualquier otro instrumento de inversión que pueda ofrecer el mercado. Pero también brinda otro servicio: network marketing o ganancias recurrentes, que –según la firma– propone retornos de hasta el 4% si el usuario refiere a nuevos asociados.

"La empresa no está registrada en AFIP, ni en la Comisión Nacional de Valores, ni en el Instituto de Juegos y Casinos de Mendoza ni en algún otro organismo", afirma a iProUP Javier Giaroli, a cargo de la 2° Fiscalía en lo Civil y de Instrucción de San Rafael, quien inició una investigación a principios de 2021.

El letrado remarca que el sustento de la operación se basa en un "esquema piramidal o ponzi delictivo, donde sólo el crecimiento exponencial de nuevos aportantes sostiene las retribuciones que se pagan a los primeros".

"De funcionar el esquema de la forma señalada, forzosamente ha de colapsar en algún momento, ya sea porque no ingresen nuevos aportantes o los que ingresen sean insuficientes para distribuir utilidades a los anteriores", alerta la fiscalía de Giaroli.

4. Falsas ICO

El experto Ismael Lofeudo comenta a iProUP que la estafa basada en ICO (Oferta Inicial de Monedas) fue la primera que se conoció, y motivó que el Banco Central y la Unidad de Información Fiscal (UIF) lanzaran advertencias a los inversores argentinos sobre los altos riesgos de los criptoactivos.

Las ICO no son más que una oferta inicial de monedas, una alternativa válida para fondear nuevos proyectos. Pero se masificó en forma de fraudes: llegaron nuevos criptoactivos con nombres pomposos y un modelo de negocio que prometía altos rendimientos.

"Las incautas víctimas son incentivadas a adquirir una nueva criptomoneda mediante dinero o criptoactivos que sí poseen valor de mercado, como el Bitcoin, Ether, DAI o USDT", explica el experto. Más tarde, prosigue Lofeudo, "el proyecto desaparece y se quedan con los fondos de los inversores. Esta metodología se repitió hasta el cansancio desde 2014".

Y añade: "Si bien en algunos casos la estafa fue tan grande que los responsables terminaron detenidos o con pedido de captura, en la mayoría de oportunidades no se persiguió a los culpables".

5. Virus que minan

Lofeudo indica que "otra modalidad con características únicas es el uso de programas denominados troyanos para minar criptomonedas sin que los propietarios de las computadoras lo autoricen".

"El delincuente instala una aplicación en la PC de la víctima sin que se dé cuenta. Puede valerse de un programa que ofrece un servicio legítimo o explotar vulnerabilidades de algún otro software o del mismo sistema operativo desactualizado", comenta.

Según el experto, "una vez infectado el equipo, se lo suma a una red de computadoras controlada por el delincuente y se lo utiliza para minar criptomonedas, usando el poder de cómputo de las terminales infectadas".

Como ejemplos de este tipo de fraude, Lofeudo menciona a programas comercializados por la plataforma de videojuegos Steam y el hackeo de la red wifi de locales de Starbucks en Buenos Aires.

6. Robo de criptomonedas

Según Lofeudo, otra modalidad consiste en que alguien que gestiona los activos (como un exchange) los pierde o se los roban. "Quien tiene la custodia cierra el negocio y se queda con el dinero".

El primer caso y el más grande de la historia es el del exchange japonés MtGox. "El 24 de febrero de 2014 declaró que fue víctima de un robo durante años y 850.000 Bitcoins fueron sustraídos de las cuentas, dejando damnificados en todo el mundo. Al valor de hoy, hablamos de u$s51.850 millones", afirma.

"Muchas víctimas aún hoy están reclamando la restitución de los fondos y sólo algunas pudieron recuperarlos", indica Lofeudo, y señala que, a nivel local, también abundan casos de personas que ofrecen servicios financieros y prometen altos rendimientos administrando criptoactivos.

7. La "doble estafa"

Otro mecanismo consiste en la estafa por triangulación, que según Lofeudo consiste en:

"En esta maniobra se usan intermediarios o directamente 'mulas' que, por una comisión, prestan sus cuentas para hacer las operaciones. El estafador no deja rastros y en muchos casos logra salir impune debido a la complejidad que tiene la investigación de este tipo de fraudes", advierte.

8. El robo de billetera

Otra modalidad de robo con ICO ocurre cuando los estafadores aprovechan la falta de conocimiento técnico de las víctimas para hacerse de activos que estos últimos tienen en sus billeteras.

El año pasado, un argentino fue defraudado con esta modalidad por u$s100.000. El estafador le hizo instalar una billetera nueva y tras pedirle el celular para transferirle dinero, habría copiado las palabras de seguridad que permiten dar de alta la cuenta en otro dispositivo.

Luego de transferir, simplemente dio por concluida la operación, ingresó la frase semilla en su aplicación, ganó el control de los fondos y se quedó con 100.000 USDT.

Según el experto, "almacenar divisas virtuales de forma segura, por ahora, es más difícil que resguardar acciones o bonos. Los exchanges facilitan la compra y venta de criptomonedas, pero a muchas personas no les gusta mantener sus activos digitales en estas plataformas debido al riesgo de ataques cibernéticos y robos".

"Algunos prefieren opciones de 'almacenamiento en frío', fuera de línea, como billeteras de hardware, pero tiene sus propios desafíos. El mayor riesgo es perder la clave privada: sin ella es imposible acceder a las criptomonedas", sostiene.

Miles de personas descubrieron que las monedas digitales les ofrecen un sistema financiero alternativo, transparente, abierto y sin trabas. Los cibercriminales están al acecho: informarse sobre las características de los proyectos e invertir a conciencia es el único arma para defenderse.

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