El 7 de septiembre de 2021 quedará marcado a fuego en la historia de la criptomoneda más popular del planeta. Ese día, El Salvador se convirtió en el primer país en adoptar al bitcoin (BTC) como divisa de curso legal.
Y, si bien su implementación no estuvo exenta de contratiempos y escepticismo, sentó las bases para que en un futuro otros países del mundo -como, por ejemplo, Argentina- sigan su camino.
En El Salvador, el bitcoin puede ser utilizado en cualquier transacción y los comercios deben aceptar pagos en esta moneda digital, siempre que tengan la tecnología disponible para hacerlo.
Nayib Bukele, presidente de El Salvador y uno de los principales impulsores de la introducción de Bitcoin como moneda de curso legal
De hecho, para incentivar a los ciudadanos a utilizarla, el presidente Nayib Bukele (uno de los principales impulsores), anunció la acreditación de u$s30 en bitcoins a los salvadoreños que usen la billetera oficial Chivo, que permite cambiarla a dólares.
"El Salvador es el primer gran experimento de este tipo y como todo primer paso seguramente tenga sus dificultades en cuanto a la implementación de la ley y la infraestructura. Pensemos que es una tecnología nueva y, como ha sucedido a lo largo de la historia, la adopción masiva requiere de tiempo", señala a iProUP Emiliano Limia, director de Relaciones Públicas en Buenbit.
En su visión, "si bien es muy temprano para hacer una evaluación, ya vemos que grandes cadenas como McDonald's y Starbucks están cobrando con bitcoin en ese país. Además, Ucrania acaba de legalizar las transacciones en bitcoin, y otros lugares como Panamá, Paraguay y Georgia, se muestran interesados en avanzar en este sentido".
Sin embargo, Limia remarca que el uso de la criptomoneda "también tiene sus aristas" por los siguientes motivos:
- "En general, las personas que confían en BTC apuestan a que subirá de valor y lo que menos quieren es gastarlos: preferirían usar la moneda local o dólares"
- "Quien recibe el pago no quiere exponerse a la volatilidad, por eso en El Salvador implementaron un sistema para que el comerciante pueda hacer la conversión automática al dólar"
"En mi opinión, una stablecoin sería mucho más apropiada: tendría los beneficios de las criptomonedas sin volatilidad. En Argentina contamos con la ventaja de tener una de las comunidades cripto más activas a nivel mundial y son muy populares las stablecoins que tienen su cotización ligada al dólar, como el DAI", analiza Limia.
¿Puede Argentina imitar a El Salvador?
Juan José Méndez, Chief Brand Officer de Ripio, asegura que "Argentina es uno de los países con mayor adopción de criptomonedas a nivel global y además concentra un creciente ecosistema de compañías, startups y emprendimientos basados en tecnología Blockchain. Definitivamente se respira una 'cultura cripto' en el país".
Remarca que "el caso de El Salvador es interesante por ser pionero". No obstante, señala que "lo que sigue el resto del mundo es una incógnita: la medida se implementó en un par de meses en un país marcado por conflictos socioeconómicos estructurales. Por lo tanto, el proyecto como tal no podría implementarse tan sencillamente en otras jurisdicciones".
Marcelo Cavazzoli, CEO y cofundador de Lemon Cash, la billetera virtual que permite operar con pesos y divisas virtuales, indica a iProUP: "Es difícil determinar si es factible implementar una medida así en Argentina, pero sin duda hay una industria cripto que viene creciendo fuerte y también una demanda muy importante por parte de usuarios que se animan a realizar más operaciones".
Cavazzoli añade: "Comprar y vender criptos en Argentina es legal. Ya se ven comercios que las aceptan como método de pago y hasta se han transaccionado inmuebles y autos con bitcoin".
"Por nuestro lado, hemos trabajado muy fuerte en el desarrollo del polo tecnológico en San Martín de los Andes: 'el Crypto Valley'. Allí, las personas usan BTC para comprar desde alimentos para mascotas hasta para tomarse un café. Fue una adopción amigable que demuestra que cada vez más personas están dispuestas a operar en la nueva economía", completa.
Por su parte, Lucas Mazalán, CMO de Xcapit, indica a iProUP : "El Salvador es el primer país en adoptar bitcoin como moneda curso legal y no será el último. Posiblemente, muchos lo sigan cuando vean su uso como reserva de valor. El ecosistema está planteado para que todos seamos parte y creemos firmemente que está preparado. Puede adaptarse y mejorar constantemente".
Cavazzoli coincide: "Si lo que ocurre en ese país sale bien, puede inspirar o motivar a otros Estados o países a la adopción de criptoactivos como método de pago".
Perfil del usuario argentino
Más allá de que la posibilidad de que se emplee el bitcoin (o cualquier otra criptomoneda) como divisa de curso legal aún resulta lejana, los expertos destacan que Argentina cuenta con un elevado nivel de adopción. Entre otros factores, se debe a la inestabilidad de la economía. En ese sentido, sobresalen las monedas estables de cotización fija que mantienen paridad con el dólar.
"Argentina es un país avanzado en cuanto a adopción cripto. Esto se debe a la necesidad de buscar nuevas formas de proteger el dinero. Se estima que ya hay más de un millón de personas que las usaron en el país, un número que se aceleró mucho durante la pandemia", confía Cavazzoli.
En cuanto al perfil de los "criptoahorristas", el CEO de Lemon Cash sostiene: "Hasta fines de 2020, quienes más monedas estables compraban eran los de la franja entre 30 y 40 años, con algo de experiencia, que venían del mundo de las finanzas tradicionales y encuentran en las criptomonedas un mercado muy atractivo para operar".
"Sin embargo, desde comienzos de 2021 notamos un boom de personas de 18 a 25 años que ya vienen con una mentalidad enfocada en conocer el mundo cripto. Hoy, podemos decir que son los máximos tenedores de monedas digitales estables", completa.
Mazalán coincide y señala que "los argentinos siempre fuimos creativos para encontrar la manera de progresar ante las distintas barreras existentes. Las criptomonedas son percibidas cada vez más como una manera sencilla de ahorrar".
"Las divisas estables brindan esa facilidad de cambiar divisa por cripto y no perder ante la devaluación del peso. Esto cumple perfecto con la cultura de ahorro. Y, con educación, las cripto serán la primera puerta de entrada al mundo de las inversiones para los argentinos", completa.
En tanto, al analizar cuáles podrían ser las ventajas ante la posibilidad de establecer Bitcoin como moneda de curso legal en el país, Mazalán señala las siguientes:
- "Libertad financiera desde el punto de tener el control real de tu dinero siempre"
- "Transferir con costos muy bajos, sin límites ni fronteras"
- "Tener el dinero invertido generando rendimientos hasta el exacto momento previo a pagar algo en una tienda"
"Bitcoin tiene gran potencial como herramienta para ayudar a mejorar la economía de las personas, sin importar el lugar en que se encuentren. Mientras más rápido podamos adoptarlo, mayores serán los beneficios para la economía personal y del país", remarca por su parte Cavazzoli.
La mirada del Banco Central
Más allá de la fuerte adopción a nivel local, las ventajas que podría suponer y del crecimiento del ecosistema cripto en el país, desde el Banco Central no parecen estar entusiasmados. De hecho, el presidente del BCRA, Miguel Ángel Pesce, al referirse al Bitcoin señala que quiere evitar su vinculación con el flujo de dinero.
Afirma que el organismo "va a regular la intersección del Bitcoin con el sistema de pagos y el mercado de cambios. Fue creado como un mecanismo de transacciones sustituto del dinero donde el Estado no cumplía un rol. Al ser un activo escaso por naturaleza, hace que su precio suba y lleve a la confusión de que es un activo financiero".
En su visión no puede calificarse de tal porque "no subyace un activo ni puede generar ninguna rentabilidad". Asegura que no evalúa la idea de crear una moneda digital, como sí contemplan los bancos centrales de otros países. Sí espera que la interoperabilidad entre bancos y fintech –es decir, entre cuentas bancarias (CBU) y virtuales (CVU)– ayude a digitalizar el dinero.