Airbnb s una empresa con sede en San Francisco que conecta a personas que buscan alquilar su alojamiento con otras que lo necesitan para hospedarse.

La plataforma se autodefine como "un mercado comunitario de confianza para que la gente cuelgue, descubra y reserve alojamientos en todo el mundo". Es así como se convirtió en una opción peer-to-peer que desafió a la industria del turismo y permite elegir un hogar "a la carta", tratar directamente con los anfitriones, decidir el plazo de tiempo de la estadía y conocer las opiniones de otros usuarios.

Asimismo, según informó Reuters, la empresa alcanzó una valuación de más de u$s100 millones en diciembre 2020. Sin embargo, a pesar de este hito, los inicios de la empresa fueron bastante tranquilos. La compañía empezó en octubre de 2007 con los esfuerzos de Brian Chesky y Joe Gebbia, dos universitarios estadounidenses que no podían pagar el alquiler de su departamento.

Como resultado, se les ocurrió comprar colchones inflables, ponerlos en alquiler por u$s20 y vender cereales para ganar un poco de dinero extra. El primer nombre que recibió la empresa fue "AirbedandBreakfast". Tiempo después se sumaría el tercer socio, Nathan Blecharzyk, se cambiaría el nombre de la empresa y saldrían a buscar financiación para crecer.

Cuando los huéspedes realizan el pago de su estadía, se les cobra una comisión de hasta el 20% por la transacción.

¿Cómo gana Airbnb?

El modelo de negocio de la empresa pertenece a la economía colaborativa que funciona con la lógica de compartir recursos e incluir la creación, distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios entre personas. Ejemplos de otras empresas de este estilo son Uber, Cabify, Rappi y PedidosYa.

Teniendo en cuenta que Airbnb nace para resolver dos necesidades complementarias, la plataforma cobra entre un 3 a 5% de comisión a los arrendadores sólo cuando hacen efectivo ese alquiler (no por anunciar la vivienda). Por su parte, cuando los huéspedes realizan el pago de su estadía, se les cobra una comisión de hasta el 20% por la transacción. Esta cifra incluye:

Recursos y actividades clave

Los recursos esenciales del sitio son: su plataforma y app, sus empleados, las propiedades listadas en su plataforma, las reseñas de los usuarios y otros contenidos generados en los avisos, su sistema de datos, entre otros. Sin todo esto, la empresa no podría funcionar.

Por otro lado, sus actividades clave son el desarrollo de la plataforma, el proceso de selección de los miembros, la gestión de los malos comportamientos y riesgos, el servicio de atención al cliente, la protección de la información sensible de los clientes, por mencionar algunos, según publicó el sitio de Endeavor.

Uno de los principales desafíos que atravesó Airbnb era generar y mantener la confianza entre los propietarios y los inquilinos.

La competencia

No obstante, entre los principales competidores de Airbnb se encuentra HomeAway, Couchsuring, BedyCasa, 9flats y Windu como competidores homogéneos que tienen el mismo modelo de negocio que la plataforma y, por el otro lado, Booking.com o PerfectPlaces que serían competidores heterogéneos ya que engloban todas aquellas empresas que operan dentro del mismo mercado pero lo hacen de una forma diferente.

Se debe tener en cuenta que este modelo de negocio fue incorporando nuevos actores. Lo que en un principio eran sólo propietarios e inquilinos, después sumó gestores, inmobiliarias y otros profesionales en la medida que el servicio se iba perfeccionando. Estos actores cumplen el rol de sumar más opciones de viviendas y/o gestionar las de los propietarios que las ofrecen, en un contexto donde los alquileres a corto plazo van en aumento. Sin embargo, la aparición de estos "nuevos actores" en el universo de Airbnb le quitó cierta exclusividad, ya que las inmobiliarias publican los anuncios en diferentes plataformas.

Superar el principal desafío

Por otro lado, uno de los principales desafíos que atravesó la empresa en la medida que crecía era generar (y mantener) la confianza entre los propietarios y los inquilinos. Para los dueños de las propiedades era un riesgo dejarlas en manos de desconocidos, de igual forma que los turistas querían encontrarse con viviendas legítimas.

Asimismo, para resolver este problema, Airbnb diseñó un sistema de verificación para los dos usuarios y sumó una función para que viajeros y anfitriones puedan conectar su perfil de redes sociales a esta plataforma para una mayor transparencia.

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