Las nuevas medidas oficiales restrictivas para las compras del dólar contado con liquidación y consecuente tensión que se generó en la plaza informal, con un blue que se volvió a calentar para tocar un precio de $182, llenan de dudas a los ahorristas.
Sobre todo porque estas alarmas coyunturales se suman a las profundas preocupaciones que tienen desde hace un tiempo los analistas, debido a que se percibe que el Gobierno está manteniendo "anclado" de forma artificial al dólar, mientras que la inflación se ubica en niveles más altos de los esperados.
Incluso, recientes pronósticos de distintos economistas locales y extranjeros están reflejando que cada vez es más alto el nivel de suba de los precios de la economía para fin de año.
Por lo que se evidencia una ampliación en la brecha entre ello y el ritmo de devaluación que se prevé para el tipo de cambio.
En resumen, la misión del Gobierno parece ser querer controlar hasta las elecciones, por medio del fuerte cepo cambiario e intervenciones en el mercado, a los distintos precios de los dólares, que cotizan tanto en la plaza oficial como también en el segmento libre.
Esta medida tiene como fundamento, por un lado, intentar aminorar el ritmo inflacionario, por medio de controlar aquellos precios que están atados a productos importados o que ajustan en base al valor del billete estadounidense.
Por otra parte, también sirve para calmar los nervios de los argentinos frente al dólar, ya que un tipo de cambio "planchado" evita que el pequeño ahorrista busque desesperadamente refugio para sus ingresos en pesos, cuando observa que pierden poder de compra en moneda extranjera.
Claro que al generar este atrasado cambiario desde el oficialismo (mientras el ritmo inflacionario es más alto y se arrastran amplios desfasajes en las principales variables de la economía, como por ejemplo una elevada emisión monetaria y un alto déficit público) se encienden las alarmas.
De hecho, en julio pasado el avance del tipo de cambio oficial fue del 1%, mientras que la inflación de ese mes fue del 3%, según el Indec.
Y se estima que este desequilibrio se sustentará hasta las elecciones, según el informe de agosto realizado por FocusEconomics, entre unos 40 economistas nacionales y extranjeros.
De forma implícita, la devaluación consensuada por este relevamiento es de 31,9% para todo el 2021, cifra que queda muy retrasada frente a la inflación pronosticada de 48,9% para el mismo período.
Por lo que el atraso cambiario que se registraría este año sería de casi 17 puntos porcentuales.
Es decir, mientras mes a mes las estimaciones de inflación aumentan, las de precio de dólar disminuyen, y agrandan cada vez más el retraso cambiario calculado para este año.
"Hay un ritmo de inflación muy alto para semejante ancla cambiaria", resume Marina Dal Poggetto, directora ejecutiva de Eco Go, consultora que proyecta en el relevamiento internacional que el dólar oficial a fin de año se ubicará en $107,51.
Economistas en alerta
En definitiva, el consenso de agosto de FocusEconomics para el tipo de cambio mayorista es que tocará a fin de año los $110,97, una baja de la cotización de $1,26 respecto a las cifras estimadas en la encuesta de julio para la misma fecha, cuando se esperaba que llegue a los $112,23.
Por lo que al comparar este dato con el relevamiento realizado a inicios de 2021, cuando se proyectaba un precio de $128,05 para diciembre, el precio previsto este mes para fin de año representa un descenso de alrededor de $17 respecto a la encuesta de enero.
Para colmo, los pronósticos más alarmistas de los analistas reflejados en el informe estiman que el tipo de cambio mayorista para diciembre puede llegar hasta los $132, como es el caso de la consultora mundial UBS. Le siguen Société Générale ($125,80) y Torino Capital, con $123,76.
Entre las previsiones locales más elevadas se ubica Econométrica, que mantiene la misma estimación del informe anterior de $117,30 para fin de año.
La coincidencia de los expertos es que existen expectativas que el Gobierno controlará al precio del dólar, pero la gran duda surge en cuánto se puede contener a la inflación, debido a que marca cifras más altas a las esperadas para esta época.
"El Banco Central se apega a una tasa de cambio flotante manejada. Mirando hacia adelante, el peso argentino se va debilitando ante una inflación de dos dígitos y una economía frágil", alerta el informe.
En este escenario, Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina, cuya estimación para diciembre es de un tipo de cambio de $111,49, sostiene a iProfesional que "la inflación viene bajando más lento de lo esperado".
Incluso, afirma que la reapertura de paritarias "va a llevar al alza a la inflación, al igual que el Ahora 12, que pueden mover un poco los precios".
De acuerdo a la opinión de Rajnerman, el Gobierno está apuntando a un "nuevo equilibrio", donde "quizás haya un poco más de actividad, ventas y consumo, pero también se bajará de forma más lenta la inflación".
Por el lado de Elisabet Bacigalupo, economista de ABECEB, consultora que proyecta un tipo de cambio mayorista de $105,93 a fin de año, detalla a iProfesional: "Estimamos una tasa de devaluación acumulada en el año del 28%, bastante por debajo de la inflación, básicamente porque creemos que hasta la elección el Gobierno va a seguir devaluando a un ritmo bajo".
El precio del dólar mayorista consensuado por los economistas para fin de año baja en el informe de FocusEconomics mes a mes. Ahora es de $110,97.
Cuánto puede variar el dólar oficial
Las proyecciones de Bacigalupo para los próximos meses es de una tasa de ajuste del tipo de cambio de:
- 1,3% de devaluación en agosto.
- 1,5% para septiembre.
- 1,6% en octubre.
- 1,8% en noviembre.
Es decir, el promedio mensual de la tasa de devaluación de julio a noviembre es de 1,4%.
"Esta regla de devaluar por debajo de la inflación, al menos hasta noviembre, es nuestro escenario. Y se espera un ´saltito´ del dólar oficial en diciembre de 3,5%", grafica Bacigalupo.
A su entender, el Banco Central tiene "cartas" para efectuar ese plan, al menos hasta las elecciones, por lo que "va a hacerlo a toda cosa para tratar de moderar un poco las tensiones inflacionarias, y además bajar el estrés mensual de los precios".
En tanto, Melisa Sala, economista jefe de la consultora LCG, que proyecta para diciembre un dólar mayorista de $107,33, su economista jefe, comenta a iProfesional: "El ancla cambiaria viene siendo la principal herramienta antiinflacionaria a la que está apelando el Gobierno, y nuestra proyección tiene en cuenta eso, asumiendo que el Banco Central seguirá convalidando un ritmo muy lento de depreciación del peso".
Aunque alerta para después de las elecciones: "Al nivel del tipo de cambio real no le sobra nada".
Precisamente, entre los desequilibrios económicos se están observando otras cuestiones que pueden impactar en el Gobierno.
"En un contexto de cepo cambiario y administración del comercio exterior, la apreciación del peso no se traduce directamente en una pérdida de reservas por aumento de la demanda. Sino que pega en la brecha cambiaria, lo que no es menor, pero ahí el Gobierno también está interviniendo", remarca Claudio Caprarulo, economista principal de Analytica Consultores, que aguarda $107,27 para fin de año.
Hasta el momento, los economistas esperan para después de las elecciones que haya un reacomodamiento en el precio del dólar oficial, aunque no observan que se produzca una devaluación importante.