"Separar la paja del trigo". La frase, que tanto se usa para decidir entre lo que sirve y lo que no, tiene su correlato en el mundo cripto: "Separar las 'altcoins' de las 'shitcoins'".
El primer grupo hace referencia a las divisas que no son Bitcoin, pero tienen cierta historia y nivel de confianza, como el caso de Ethereum o Binance Coin, entre otras.
En cambio, el segundo, que se puede traducir elegantemente como "monedas de porquería", encierra a aquellos activos digitales que –al menos a primera vista– pueden no servir para nada. O hacer ricos a sus tenedores.
Es común escuchar casos de personas que compraron una criptomoneda que nadie conocía a un precio muy bajo y, al cabo de un corto período de tiempo, su cotización se multiplicó alcanzando cifras increíbles.
El caso más resonante es el de DogeCoin, una divisa creada en broma y aparentemente sin utilidad, pero que gracias a la arenga de Elon Musk en abril llegó a subir casi 100% en un día, luego de tres días consecutivos al alza: del 59%, 29% y 32% respectivamente.
Así, la estrategia para aprovechar tales rentabilidades no va de la mano con "holdearlas", es decir, mantenerlas a largo plazo esperando que su valor aumente, como el caso de Bitcoin o Ethereum.
Por el contrario, tiene que ver con adquirirlas apenas salen al mercado para luego venderlas en el cortísimo plazo cuando experimenten exorbitantes subas. El problema es cómo detectarlas.
Qué son
Maximiliano Hinz, Latam Operations Director de Binance, afirma a iProUP que "shitcoins es un nombre peyorativo que se le da a las criptomonedas que tienen proyectos que no parecen muy respaldados de entrada, es decir, monedas de alto nivel especulativo".
"A nivel tecnológico, pueden ser igual de buenas que otras establecidas o un contrato inteligente modelo emitido en cinco minutos. El abanico es tan amplio como la cantidad de monedas existentes", comenta el ejecutivo.
Pablo Sabbatella, emprendedor tecnológico y moderador de la ONG Bitcoin Argentina, las define como activos "que no tienen un valor, entendido como un proyecto real detrás, un equipo fuerte y sólido, una comunidad y un objetivo".
"Son monedas que salen y los usuarios generalmente las compran simplemente porque suben de precio, no porque tengan un proyecto real", completa. Si un inversor las adquiere por un dólar y se aprecian al doble o más, esto llama la atención e incentiva a los principiantes a ingresar al ecosistema cripto.
Pero este tipo inversiones no es para cualquiera. Los expertos recomiendan destinar no más del 10% del portafolio a las "shitcoins", ya que se trata de activos de alto riesgo.
En este sentido, Ramiro Gonzalvez, asesor financiero, asegura a iProUP que el mayor riesgo de esta apuesta es que puede perderse todo el capital invertido, ya que podrían llegar a valer cero.
Antes de invertir hay que informarse: cuál es el equipo detrás, qué problema soluciona y cómo lo hace
Relaciona esta inversión con la crisis "puntocom" del 2001, en la que "hubo una fiebre por Internet y por todas las empresas relacionadas con la red: salían a cotizar en bolsa pero nadie sabía lo que eran o si realmente había una compañía detrás. "A veces terminaba siendo un galpón vacío. Pero la gente, por la fiebre misma de comprar acciones de firmas de Internet, pagaba cualquier cosa".
Existen ciertos recaudos que deben tomarse antes de adquirir estas monedas digitales, deben cumplir una serie de requisitos:
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El equipo detrás del proyecto debe dar la cara: tiene que haber un responsable
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La criptomoneda debe tener redes sociales (Reddit, Twitter, Youtube, Discord, Telegram) para comunicarse con la comunidad
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Tiene que ofrecer una página web oficial en la que pueda leerse el "White Paper" (documento que especifica objetivos del proyecto, punto de partida y el plan)
Jeff Bezos, dueño de Amazon y poseedor de la mayor fortuna en el planeta, afirma que "decide sus inversiones en función de si van a cambiar la vida de las personas". Esto conduce a otros aspectos a considerar antes de un desembolso: ¿aporta valor al ecosistema? ¿qué problema viene a resolver? Estas son preguntas que los profesionales se plantean antes de apostar por un proyecto.
A su vez, Hinz resalta que el inconveniente más grande que se puede presentar al invertir en estas criptomonedas es la falta de liquidez futura: "Uno puede invertir en una shitcoin y a futuro ese proyecto puede dejar de tener liquidez, perdiendo la posibilidad de volver atrás en la operación. Básicamente, puede perder todo lo invertido".
Goncalvez agrega que se debe saber a qué se está apostando, conocer el trasfondo del proyecto y analizar si puede ser rentable o no.
Los expertos recomiendan no destinar más del 10% del portfolio cripto a las shitcoins en una estrategia de corto plazo
"No le recomendaría a nadie que lo haga con plata que haya trabajado para ganar, porque perderla rápido. Lo mejor es hacerlo con ganancias que no le moleste perder. Estudiar más sobre las cripto y qué hay detrás de cada proyecto es imprescindible: no hay que comprar por comprar", asegura.
Dónde encontrarlas
Una vez tomados los recaudos necesarios para llevar a cabo la compra, existen diversos sitios webs donde pueden encontrarse estas criptomonedas e información sobre las mismas:
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CoinMarketCap: detalla, entre otras cosas, la capitalización de la cripto, la participación que tiene en el mercado y noticias sobre nuevos activos
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Exchanges centralizados: CoinBase y Binance permiten comprar
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Exchanges descentralizados: PanCakeSwap y Uniswap son otras plataformas para intercambiar activos
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BscScan: permite acceder al "ID" de la moneda digital en cuestión, dato que es relevante para encontrar información en otros sitios
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MetaMask es una billetera sin custodia (el usuario es dueño de sus claves) para comprar y almacenar tokens, ya que algunos al ser muy nuevos no están registrados en plataformas más grandes.
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PoopCoin: ofrece una suerte de TradingView (gráficos de cotización) para las criptos
Sabbatella recomienda que al momento de decidir en qué moneda invertir, tener en cuenta no solamente el precio, sino también el valor que tiene la tecnología desarrollada. En este sentido, insiste en que "cada token tiene detrás un equipo de gente: hay que ver quiénes lo componen, su experiencia, qué objetivos plantean para el proyecto y si los cumplirán dentro de 2, 5 o 10 años".
"Hay que investigar si es escalable, si es una herramienta útil y si el equipo tiene la capacidad para alcanzar las metas. Comparar qué dijeron que iban a hacer con lo que hicieron efectivamente y comprobar qué tan activos se muestran ante las consultas de la gente", completa.
El experto además aconseja que, antes de apostar fuertemente por una de estas monedas, utilizar la plataforma que promueve y verificar "de primera mano" si realmente brinda algo nuevo y útil. "Lo hago siempre antes de invertir", remarca.
Nadie puede afirmar con certeza cuál será el futuro de una criptomoneda recién salida al mercado, pero manteniéndose informado se contará con más posibilidades de obtener una renta positiva.
Además, los profesionales coinciden en diversificar la apuesta y sólo destinar un pequeño porcentaje del total del portafolio a monedas digitales para no quedar "fuera del mercado" ante una gran baja.