En los últimos meses, un nuevo concepto comenzó a desarrollarse con más fuerza en el país como un paso obligado para la versión 4.0 del sistema financiero local.
Se trata del open banking o banca abierta que, a grandes rasgos, consiste en el intercambio de datos bancarios entre empresas (con aval del usuario) para crear mejores servicios para utilizar el dinero. Es, según especialistas en la materia, un nuevo paradigma en relación a la información que le puede permitir a las entidades -tanto las tradicionales como fintech- contar con la posibilidad de ofrecer productos acordes a cada cliente de manera más ágil y segura.
Estos datos se comparten a través de lo que se denominan Interfaz de Programación de Aplicaciones (API), utilizada para "conectar" dos sistemas de organizaciones distintas. Por ejemplo:
- La Ciudad de Buenos Aires recolecta estadísticas en tiempo real sobre el tránsito, como cortes e interrupciones, estado de la línea de subte, etcétera
- Esos datos se distribuyen a terceros (a través de una API) para que los incluyan en sus propias plataformas
- Google Maps, Waze, Moovit o cualquier otra app los integran para ofrecer a sus usuarios las mejores opciones de traslado
De la misma forma, el open banking permite que todos los bancos compartan la información de sus clientes a apps de terceros cuando el usuario quiere utilizarlas en tales plataformas.
En Argentina
La implementación del open banking a nivel local está en etapa de "gestación", pero ya hay varios indicios de que el sistema está preparado para esto:
"El open banking cambia por completo el paradigma. Hoy, usás distintas entidades financieras y ese comportamiento no está disponible para todos. Además, el usuario no es el dueño de esos datos", explica a iProUP Salvador Calogero, director de nuevos negocios de Wenance.
Según el directivo, "en la Argentina suceden dos cosas: no todas las entidades financieras y empresas que trabajan en este tipo de productos informan a los reguladores. Y muchas veces, el individuo no tiene acceso a esa información, salvo que la pida".
Con el
Open Banking, los usuarios pueden usar sus datos bancarios en apps de terceros
Calogero remarca que el open banking arrancó en 2018 en Europa y su regulación establece que "como individuo sos el dueño de tu información financiera. Eso permite que puedas decidir compartir la información que tiene en un banco con cualquier otro. Ahí es dónde cambia el paradigma: uno deja de ser 'prisionero' de las entidades y de lo que informan y empieza a ser dueño de sus datos y con quién lo quiere compartir y con quién no", completa.
Pablo Ces, CEO de Flexibility, firma argentina que implementa soluciones para la banca digital en la región, afirma a iProUP que "el open banking mejora y aumenta la inclusión financiera del usuario final, ya que accede a productos formados con mejor calidad y más cantidad de datos".
Ces remarca que, para las entidades, el open banking también significa "cambiar el paradigma, ya que termina de poner en conciencia real que los datos son del usuario", pero también "es una oportunidad para las empresas del sector financiero, que deben proteger esa información y a partir de ella generar una oportunidad de negocio".
"Los modelos de open banking apuntan a que las personas accedan a sus productos e información financiera en bancos a través de aplicaciones de terceros. Así, pueden optar por soluciones que le ofrezcan mejor experiencia de usuario para operar sus finanzas", asegura a iProUP José Marcos González Pereira, Gerente de Desarrollo de Negocios en Poincenot Tech Studio.
Además, el ejecutivo remarca que "contar con API abiertas permiten a desarrolladores externos crear ideas innovadoras alrededor de los bancos con menores barreras de entrada y costos, lo cual suele favorecer la innovación y la inclusión financiera".
Avances
"En Argentina se está transitando ese camino. Estamos avanzados en cuanto a datos, porque tenemos información sobre qué límite tiene tu tarjeta o tu disponibilidad para un crédito hipotecario. Es decir, cuál es tu capacidad de endeudamiento, que hoy en muchos países no existe todavía", explica Calogero.
En este sentido, el directivo de Wenance "el Banco Central está tomando un rol más de concentrador de información. Está empezando a requerir y solicitar que todas las entidades financieras que prestan dinero informen sus carteras".
"Esto hace que entren en la órbita muchas firmas que antes estaban por fuera del BCRA, porque no existía este régimen informativo que salió en marzo y obliga cualquier empresa que preste más de $20 millones a reportar al Central", añade Calogero.
Ces subraya que "el open banking empieza en Argentina a tener algunas primeras validaciones, análisis más profundos, sobre todo desde el lado del negocio. Después está el plano regulatorio".
Ces indica que más allá del plano regulatorio, desde el punto de vista práctico "Argentina cuenta con un ecosistema digital que viene trabajando intensamente en pos de la innovación tecnológica del sistema financiero".
Por su parte, González Pereira señala que "el BCRA ha avanzado en una serie de normativas que favorecieron la interoperabilidad, que resulta fundamental a la hora de pensar en innovación financiera. Incluso, varios bancos y redes en Argentina ya están disponiendo API al ecosistema para que opere de manera más integrada y eficiente".
El rol de la banca
Sobre la postura de los bancos tradicionales ante este cambio de paradigma, el CEO de Flexibility afirma que "se están aggiornando y respondiendo de buena manera con iniciativas. Están mostrando la capacidad de acompañar el tiempo y no quedar desfasados".
"Todavía falta, hay que ver cómo se acomodan. Están viendo cuál será el rol de la parte regulatoria, que desde el lado de los bancos tiene un peso muy importante", completa Ces. El directivo expresa "que es importante la gestación y no hay que apurarlo desde la visión del negocio, ni con una regulación absoluta que fuerce a todos los bancos a hacer determinadas cosas".
Los bancos pueden beneficiarse llegando a clientes
fintech a los que hoy no tienen alcance
"Esto sería contraproducente y apaga la llama de innovación. Hay que dar espacio a los bancos tradicionales y usuarios para que tomen confianza y aprendan a ejercer sus derechos", completa.
Por otro lado, Calogero añade que "en Argentina, los bancos les prestan siempre a las mismas personas. Y existe una falta de crédito tan grande que no hay competencia. El segmento que hoy atacan es siempre el mismo y el gran océano que tenemos las fintech son los subbancarizados que no son atendidos por la banca tradicional".
El ejecutivo de Wenance advierte que esto generará más competencia en la banca, ya que el cliente tendrá un producto bien diferenciado y específico según su historial crediticio, "porque habrá más información compartida por los distintos jugadores del mercado y se agilizará el proceso". Y también mejores tasas.
"Como en todo cambio de paradigma existen los entusiastas, los escépticos y los seguidores de los entusiastas. Hoy, algunos bancos están disponiendo API a sus clientes empresas y fintechs para que interactúen con sus productos financieros", señala González Pereira.
El ejecutivo agrega que "la industria está empezando a transitar el camino hacia una mayor apertura y eficiencia en el acceso a servicios y productos en pos de la inclusión financiera".
Así, podrían verse avances durante este año para que sean los propios usuarios –y no los bancos– los dueños de su información. Y puedan utilizarla en la plataforma que les dé el mejor servicio.