El Gobierno sigue de cerca el mercado de criptomonedas, que se ha convertido en el refugio ideal de los ahorristas argentinos ante el cerco a la compra de divisa extranjera.
Como efecto no buscado, las monedas digitales moderaron el interés de la gente por el dólar blue, que está por debajo no sólo del solidario sino también del dólar Bolsa. En este contexto, las autoridades ya pusieron en la mira a estos instrumentos 4.0.
En efecto, a fines del año pasado, los diputados Liliana Schindt y Marcos Cleri (Frente de Todos) ingresaron un proyecto de Ley de Criptoactivos para darle un marco legal a las divisas digitales.
Pero, además, tres organismos estatales empezaron a trabajar fuertemente para estudiar una posible regulación de la actividad:
En este contexto, los ahorristas (hay cerca de dos millones de cuentas abiertas en el país para operar con estos activos) se preguntan si es el fin del "anonimato" que prometen las divisas virtuales.
Los exchanges "centralizados", es decir, los que realizan compraventa de manera directa a los usuarios y cobran una comisión, son a la vez "custodios" de esos fondos. De esta manera, crean cuentas en las diferentes redes de criptomonedas y mantienen en su poder las credenciales para acceder a ellas:
Los exchanges guardan estos datos por una simple razón: si el usuario los pierde, no podrá acceder a su cuenta y son necesarios para hacer las diferentes transacciones en nombre del cliente, quien tendrá su clave pública (similar a un CBU) para recibir transferencias en cripto.
Por otro lado, están las "sin custodia", que permiten crear y acceder directamente a una cuenta de Bitcoin, Ether u otra divisa virtual. Es una modalidad mucho más privada, ya que las criptomonedas son seudónimas (no anónimas): si se difunde la clave pública a un tercero, para recibir fondos, esa persona sabrá quién es el dueño de la cuenta.
Pero, ¿cómo hacer para evitar pasar por un exchange centralizado? En los últimos meses, creció mucho el uso de plataformas P2P (persona a persona), que no venden directamente al público, sino que conectan a vendedores y compradores.
Estos servicios no están registrados como fintech en el país, por lo que no reportan a la AFIP o el BCRA como otros servicios. Aunque sí están alcanzados por regulaciones en los países en los que tienen sede, donde son auditados para proteger a los usuarios.
"Una vez que una persona crea una cuenta, debe buscar el botón de comprar criptomonedas o dirigirse a P2P.binance.com y elegir la divisa que desea adquirir para completar la operación", indica a iProUP Maximiliano Hinz, Latam Operations Director de Binance.
Por ejemplo, para la compra de 1.000 pesos en criptomonedas en estas plataformas, el funcionamiento es el siguiente:
Otras de las plataformas P2P más usadas es Paxful, que ya superó los 50.000 usuarios; y Airtm, con más de 60.000 en el país. Ambas son muy utilizadas por los profesionales argentinos que trabajan de manera freelance al exterior.
"Es el modelo de Uber llevado al intercambio de saldos digitales. Por eso no sorprende que exejecutivos de la aplicación de viajes hayan creado la plataforma", señalan desde la firma a iProUP.
Una vez conseguidos los fondos, habrá que transferirlos a una billetera "sin custodia", como Trust, Coinomi y Guarda, que ofrecen la posibilidad de utilizar las monedas de varias redes en una sola interfaz: Bitcoin, Ethereum, Binance Smart Chain, Polkadot, Cardano, etcétera. Una vez que se cuenta con la app:
Hinz indica que, además, se puede migrar entre wallets o bien abrir la misma cuenta en dos apps en simultáneo. "Podés usar Trust, Binance Smart Chain y muchísimas más. Lo bueno es que uno puede pasar de una billetera a otra, con la frase semilla", completa.
Por su parte, Emiliano Limia, de BuenBit, señala que "hay muchas wallets muy buenas que se pueden utilizar: es muy personal la elección porque depende para qué se vaya a usar y también va en gusto de cada uno". Por lo tanto, recomienda "usar varias y quedarse con la que uno se sienta más cómodo y buscar cuáles son las más utilizadas para luego probarlas".
Un cambista digital, que prefirió el off-the-record, asegura a iProUP que crecen dos formas de utilizar plataformas P2P con el fin de resguardar la privacidad:
"Hay muchos bancos que están trabando los envíos de dinero con cierta frecuencia y reportando al BCRA por una actividad sospechosa de operaciones. Uno de los más usados de Brubank, que ya envió varias advertencias a sus clientes", señala la fuente.
Según el experto, muchas "cuevas" ahora ofrecen la posibilidad de comprar "cripto dólares" (en especial, Tether), para quienes quieran tener su saldo en digital, pero en ningún banco, especialmente para cobros al exterior. "Suelen usar una cotización hasta 10% arriba del dólar cripto (hoy en 167 dólares)", confía.
Se trata de una modalidad conocida como F2F (face to face o "cara a cara"), sin el uso de plataformas digitales que puedan retener información sobre alguna de las partes. Una modalidad que no es nueva en el ambiente cripto: se viene utilizando desde antes de la llegada de los exchanges.
"Si querés comprar DAI, buscás a alguien que quiera venderlos. Lo contactás, se juntan en un lugar físico, le das tus pesos o dólares en billete y te transfiere los DAI. Es la forma más anónima. Y si te contactaste por un chat público, borrás los mensajes y ya está", afirma Burbach.
Sin embargo, remarca que "es difícil entrar en esos grupos: se usa mucho Telegram y grupos seguros donde hay pocas personas y hay mucha moderación".
Este hermetismo de las comunidades está relacionado con la seguridad de ambas partes, ya que, según Burbach, "en grupos más grandes, como Bitcoin Argentina en Facebook, hay que tener cuidado con los estafadores para que no te triangulen o te intercepten".
Sin embargo, siempre la mayor seguridad la ofrecen los exchanges, ya que brindan mayores garantías y una operatoria respaldada, aunque eso signifique resignar el deseo de estar off-the-grid del ahorrista local.