Luego de una semana crítica para el mercado cripto, las dos divisas líderes se aprecian y despiertan el interés de los ahorristas: mientras Bitcoin recupera terreno y se ubica en los u$s55.000, Ether vive su momento de gloria y ya pasó los u$s2.600, marcando otro récord.
A raíz de la imposibilidad de comprar divisas por Internet, los argentinos comenzaron a maniobras para ahorrar en dólares: el intercambio de saldos en cuentas digitales (como PayPal) o bien las criptomonedas.
Si bien algunos la llaman "cuevas digitales" (ya que ofrecen una forma "alternativa" de dolarizarse) estas plataformas son totalmente legales: al no ser considerado dinero, es como comerciar en "especies". Y, por cierto, se han transformado en un boom en estos meses.
Además, juegan un rol central para ofrecer nuevas operatorias en prácticas ya conocidas en otras épocas devaluatorias y limitaciones de acceso a la divisa extranjera.
Así, por estas horas las siguientes herramientas de la economía digital adquieren un marcado protagonismo:
- Criptomonedas: es un medio digital de intercambio, que suele contar con un registro público compartido (blockchain) de transacciones. Son prácticamente invulnerables
- Exchange: son el equivalente digital de las casas de cambio. Permiten comprar monedas digitales con pesos o dólares, mediante métodos de pago locales. "Nuestras operaciones vienen creciendo 40% mes a mes. Es una locura", advierten dos cambistas 4.0
- Plataformas P2P: marketplaces que unen a personas que buscan comprar activos digitales con aquellos que quieren vender. Se pueden intercambiar saldos de cuentas bancarias o fintech, criptomonedas, tarjetas de regalo y sistemas de pago (PayPal, Payoneer, etc)
Así, los argentinos ya no buscan "arbolitos" en la peatonal Florida para conseguir billetes verdes, sino que apelan a estas plataformas para proteger sus ahorros y, por qué no, ganar con el cambio.
Cómo se usan
Tanto los exchanges como las plataformas P2P deben cumplir con ciertas normas de seguridad como KyC (Conozca a su Cliente, por sus siglas en inglés) y leyes antilavado. Por lo tanto, para darse de alta habrá que:
- Completar un formulario con datos personales
- Subir una foto del documento o pasaporte
- Sacarse una selfie "en vivo"(puede ser una foto o un video, en el que que habrá que gesticular, para que la plataforma analice si el usuario es quién dice ser)
Realizado este proceso, hay que esperar la validación de la identidad. Puede ser instantáneo (en el caso de plataformas argentinas, ya que tienen conexión directa con los sistemas del Registro Nacional de las Personas, RENAPER); o habrá que aguardar (unas horas o un par de días para los servicios del exterior)
En todos los casos, las funcionalidades estarán acotadas hasta que se compruebe la identidad del usuario. Y habrá diferentes maneras de operar según cada plataforma:
-
Exchange. Hay que depositar a través de una cuenta bancaria o fintech dinero en la cuenta de la casa de cambio virtual:
- Algunas ofrecen una caja de ahorro virtual (CVU) para enviar y recibir transferencias en pesos (como SatoshiTango). Así, las acreditaciones son inmediatas
- Otras exigen el envío de fondos a una cuenta bancaria de la empresa, que asignará los fondos al usuario al "matchear" el número de CUIT ingresado en el alta con el del emisor de la transferencia (p.e., BuenBit)
- Con esos saldos, se pueden comprar o vender criptomonedas
-
Plataformas P2P: los intercambios son entre personas, por lo tanto:
- Un usuario debe ingresar qué saldo desea comprar (por ejemplo, Bitcoins o PayPal) y con qué medio pagará (transferencia bancaria o Mercado Pago)
- Otra persona acepta las condiciones de esa operación
- La plataforma se encarga de liberar los fondos cuando ambos cumplan con su parte de la operación
Maniobras
Además de la compraventa de activos digitales, estas plataformas ofrecen algunos métodos para hacer rendir los ahorros aprovechando las diferencias de cotización
Puré 4.0
Se basa, ni más ni menos, en comprar billetes a precio oficial y "reventarlos" (o hacerlos "puré") en el mercado informal, ganando con la brecha cambiaria.
La versión 4.0 de esta operatoria consta de algunos pasos más. Un experto en bitcoins afirma a iProUP que con las criptomonedas se realiza de la siguiente manera:
- "Usás algún exchange que ofrezca una cuenta en dólares y acepte transaferencias, como BuenBit"
- "Transferís desde tu caja de ahorro en dólares del banco los fondos hacia tu cuenta en el exchange"
- "Cambiás esos dólares por DAI", que cotiza cerca de u$s1,05 y mantiene su valor cercano al billete estadounidense
- "Convertís tus DAI en pesos (en ese exchange u otros)"
"Seguro salís al menos con un 20% más de pesos, ya que la mayoría usa una cotización entre la del contado con liquidación y el blue", señala la fuente consultada.
En efecto, las plataformas de cambio ofrecen un dólar promedio de $150, similar al blue y por encima de los $135 de la cotización solidaria.
Rulo 4.0
El "rulo" fue una operación que marcó un boom el año pasado, cuando el gobierno de Macri fijó el primer cepo que limitaba la compra a u$s10.000 mensuales. Supone más sofisticación y también mayores ganancias.
En este caso:
- Los usuarios compraban dólares a precio oficial
- Esos billetes los transferían a una plataforma de trading (como InvertirOnline) para adquirir bonos
- Luego estos títulos los canjeaban por pesos (sin salir del navegador) a cotización dólar bolsa o MEP (Mercado Electrónico de Pagos), que se ubicaba 7% por encima del oficial.
- Esos pesos los llevaban a su home banking, volvían a adquirir billetes verdes y repetían la operación una y otra vez. Es decir, completaban el "rulo".
Rápidamente, el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores quebraron la operatoria.
Actualmente, las nuevas tecnologías ofrecen otra forma de hacer el "rulo", a través de las tarjetas de regalo, que cotizan en dólares.
Gastón Levar, integrante de Airrm, explica a iProUP una maniobra que crece entre los argentinos:
- "En Airtm comprás AirUSD con pesos (criptomoneda que guarda paridad con el dólar y que cotiza a precio cercano al blue)"
- "Con esos fondos adquirís una tarjeta de regalo (que conseguís con descuentos de 30 o 35%)"
- "Esa tarjeta (que es un código que se pueden mandar por mail) la vendés en Mercado Libre a precio blue"
- "Con los fondos que te lleguen a Mercado Pago volvés a comprar una tarjeta de regalo en Airtm"
"Además, podés invertir sin plata: publicás en Mercado Libre y una vez que cerraste la venta, con esos fondos comprás la tarjeta en Airtm y le pasás el código al comprador", señala el representante local de la plataforma que ya cuenta con más de 15.000 usuarios activos en el país.
De este modo, teniendo en cuenta las comisiones, se ganan unos $22 (hay que descontar la comisión del 13% de las ventas en Mercado Libre) por cada $100 usados cada vez que se repita el rulo. Al tratarse de un mercado dinámico, las cotizaciones varían todo el tiempo.
"Hay mucha demanda en Mercado Libre de estas tarjetas", advierte Levar, y agrega que la operatoria es tan popular en la plataforma que ya tiene nombre propio: no se le llama "rulo", sino "ciclar" los fondos.
Contado con liqui 4.0
Los ahorristas sofisticados seguramente revisan todos los días la cotización del "conta con liqui", que surge de comprar acciones de una empresa (con pesos) en Argentina y venderlas (en dólares) en el exterior.
Se trata de una forma legal de dolarizarse sin tocar el cupo. En general, se consigue una cotización mejor que la del blue y los fondos quedan fuera del país.
En la versión 4.0, en lugar de acciones es posible comprar:
- Criptomonedas (y dejarlas en una billetera digital)
- Créditos en pesos para enviarlos a un banco del exterior (ahorrandóse plazos y costos de una transferencia internacional tradicional)
"Contado con cripto"
En el primer caso, simplemente hay que ingresar a un exchange y adquirir monedas "estables" (se llamán así porque mantienen paridad 1 a 1 con el dólar). Se consiguen a un valor cercano al blue y entre ellas figuran, por ejemplo estas tres: DAI, USD Coin (USDC) o Tether (USDT).
Una vez obtenidas las divisas, pueden guardarse en la billetera que ofrezca el exchange (este último puede ser, por ejemplo, SatoshiTango, Bitso o BuenBit).
Los usuarios más familiarizados optan por las llamadas billeteras sin "custodia", en la que los datos de la cuenta no los tiene un tercero (como ocurre en el caso anterior), si bien es imposible recuperar las dos claves para operar:
- La pública: es un identificador, similar al CBU, que se comprate para que se puedan enviar los fondos
- La privada: es una suerte de PIN, requerido para "usar" los fondos
Quienes optan por esta opción, encuentran alternativas como Status, MetaMask o Argent que permiten acceder a aplicaciones descentralizadas (Dapps) que brindan distintos tipos de inversiones.
"Contado con saldo"
Para tener el "cash" en el exterior, primero hay que contar con una cuenta en una entidad en otro país, como Dukascopy, un banco digital suizo que ofrece:
- Una caja de ahorro multidivisa (dólar y euro)
- Una tarjeta de débito gratuitas
Los requisitos para darse de alta son tener un pasaporte argentino, llenar un formulario y verificar datos en una videollamada con un operador del banco. Luego, se recurre a algún servicio P2P como el argentino Saldo.com.ar, el estadounidense PaxFul.
De este modo, el usuario debe ingresar la cantidad de pesos a cambiar (puede usar cuentas bancarias y fintech) y transferirlos a una cuenta en Europa. El sistema se encarga de buscar personas que le compren esos pesos y le depositen su equivalente en euros.
"Lo que hacemos es conectar personas que van a transaccionar saldos digitales. El 100% de las operaciones están cubiertas. Si algo llegase a ocurrir, respondemos. El usuario no se preocupa de la seguridad ni de los intercambios", señala a iProUP Pablo Reyes, fundador y CEO de Saldo.com.ar.
¿Son legales?
Las operaciones con plataformas de fondos digitales y monedas virtuales suelen estar en un gris legal y tributario. Si bien el Banco Central impidió recargas con tarjetas en medios de pagos internacionales (como PayPal), los expertos afirman que es lícito operar con saldos electrónicos.
"La compra de activos digitales, como saldos en PayPal, no está vedada por la ley. Es una operatoria similar al Bitcoin", afirma a iProUP Guillermo Navarro, abogado experto en derecho tecnológico y fundador del estudio Bildenex.
Y completa: "Hacen intermediación, que está permitido. Sólo deben cumplir con las normas de KYC (conocé a tu cliente) y fiscales".
Señala que recibir saldos de PayPal tampoco es ilícito: "Como te abonan por un servicio digital, se trata de un pago en especie. No hay obligación de liquidarlo ya que ese dinero no está en ningún lado".
Y ejemplifica: "Una remuneración por PayPal o Bitcoins es como que te paguen con un kilo de sal. No tengo obligación de declarar algo que no es dinero y, técnicamente, un saldo digital no es dinero".
En el caso de recibir honorarios, Navarro advierte que "existe la obligación de facturar el servicio, pero para muchas actividades el emisor de los fondos no requiere una factura".
"Si se hace una factura E, hay 180 días para cobrar. Los fondos digitales no son regulados por el Banco Central, pero siguen siéndolo por AFIP por la obligación tributaria", señala.
Así, la tecnología y el ingenio criollo se unen para ofrecer nuevas modalidades para hacer rendir al máximo los ahorros. Y pasar este momento de incertidumbre con la plata dentro del "colchón 4.0".
Las casas de cambio son una de las grandes perdedoras de la pandemia: no sólo fueron obligadas a bajar sus persianas, sino que además las restricciones al acceso de divisas extranjeras hizo que muchas de ellas desaparecieran.
"Ya no teníamos negocio. La dimos de baja y nos estamos dedicando a otro proyecto de activos online", reconocen desde una de las firmas que mejor había capitalizado el boom de la compraventa en la web el año pasado.
No obstante, a raíz de la imposibilidad de comprar divisas por Internet, los usuarios comenzaron a apelar a otro tipo de maniobras para ahorrar en dólares: el intercambio de saldos en cuentas digitales (como PayPal) o bien las criptomonedas.
Si bien algunos la llaman "cuevas digitales" (ya que ofrecen una forma "alternativa" de dolarizarse) estas plataformas son totalmente legales: al no ser considerado dinero, es como comerciar en "especies". Y, por cierto, se han transformado en un boom en estos meses.
Además, juegan un rol central para ofrecer nuevas operatorias en prácticas ya conocidas en otras épocas devaluatorias y limitaciones de acceso a la divisa extranjera.
Así, por estas horas las siguientes herramientas de la economía digital adquieren un marcado protagonismo:
- Criptomonedas: es un medio digital de intercambio, que suele contar con un registro público compartido (blockchain) de transacciones. Son prácticamente invulnerables
- Exchange: son el equivalente digital de las casas de cambio. Permiten comprar monedas digitales con pesos o dólares, mediante métodos de pago locales. "Nuestras operaciones vienen creciendo 40% mes a mes. Es una locura", advierten dos cambistas 4.0
- Plataformas P2P: marketplaces que unen a personas que buscan comprar activos digitales con aquellos que quieren vender. Se pueden intercambiar saldos de cuentas bancarias o fintech, criptomonedas, tarjetas de regalo y sistemas de pago (PayPal, Payoneer, etc)
Cómo se usan
Tanto los exchanges como las plataformas P2P deben cumplir con ciertas normas de seguridad como KyC (Conozca a su Cliente, por sus siglas en inglés) y leyes antilavado. Por lo tanto, para darse de alta habrá que:
- Completar un formulario con datos personales
- Subir una foto del documento o pasaporte
- Sacarse una selfie "en vivo"(puede ser una foto o un video, en el que que habrá que gesticular, para que la plataforma analice si el usuario es quién dice ser)
Realizado este proceso, hay que esperar la validación de la identidad. Puede ser instantáneo (en el caso de plataformas argentinas, ya que tienen conexión directa con los sistemas del Registro Nacional de las Personas, RENAPER); o habrá que aguardar (unas horas o un par de días para los servicios del exterior)
En todos los casos, las funcionalidades estarán acotadas hasta que se compruebe la identidad del usuario. Y habrá diferentes maneras de operar según cada plataforma:
-
Exchange. Hay que depositar a través de una cuenta bancaria o fintech dinero en la cuenta de la casa de cambio virtual:
- Algunas ofrecen una caja de ahorro virtual (CVU) para enviar y recibir transferencias en pesos (como SatoshiTango). Así, las acreditaciones son inmediatas
- Otras exigen el envío de fondos a una cuenta bancaria de la empresa, que asignará los fondos al usuario al "matchear" el número de CUIT ingresado en el alta con el del emisor de la transferencia (p.e., BuenBit)
- Con esos saldos, se pueden comprar o vender criptomonedas
-
Plataformas P2P: los intercambios son entre personas, por lo tanto:
- Un usuario debe ingresar qué saldo desea comprar (por ejemplo, Bitcoins o PayPal) y con qué medio pagará (transferencia bancaria o Mercado Pago)
- Otra persona acepta las condiciones de esa operación
- La plataforma se encarga de liberar los fondos cuando ambos cumplan con su parte de la operación
Maniobras
Además de la compraventa de activos digitales, estas plataformas ofrecen algunos métodos para hacer rendir los ahorros aprovechando las diferencias de cotización
Puré 4.0
Se basa, ni más ni menos, en comprar billetes a precio oficial y "reventarlos" (o hacerlos "puré") en el mercado informal, ganando con la brecha cambiaria.
La versión 4.0 de esta operatoria consta de algunos pasos más. Un experto en bitcoins afirma a iProUP que con las criptomonedas se realiza de la siguiente manera:
- "Usás algún exchange que ofrezca una cuenta en dólares y acepte transaferencias, como BuenBit"
- "Transferís desde tu caja de ahorro en dólares del banco los fondos hacia tu cuenta en el exchange"
- "Cambiás esos dólares por DAI", que cotiza cerca de u$s1,05 y mantiene su valor cercano al billete estadounidense
- "Convertís tus DAI en pesos (en ese exchange u otros)"
"Seguro salís al menos con un 20% más de pesos, ya que la mayoría usa una cotización entre la del contado con liquidación y el blue", señala la fuente consultada.
En efecto, las plataformas de cambio ofrecen un dólar promedio de $160, similar al blue y por encima de los $146 de la cotización solidaria.
Rulo 4.0
El "rulo" fue una operación que marcó un boom el año pasado, cuando el gobierno de Macri fijó el primer cepo que limitaba la compra a u$s10.000 mensuales. Supone más sofisticación y también mayores ganancias.
En este caso:
- Los usuarios compraban dólares a precio oficial
- Esos billetes los transferían a una plataforma de trading (como InvertirOnline) para adquirir bonos
- Luego estos títulos los canjeaban por pesos (sin salir del navegador) a cotización dólar bolsa o MEP (Mercado Electrónico de Pagos), que se ubicaba 7% por encima del oficial.
- Esos pesos los llevaban a su home banking, volvían a adquirir billetes verdes y repetían la operación una y otra vez. Es decir, completaban el "rulo".
Rápidamente, el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores quebraron la operatoria.
Actualmente, las nuevas tecnologías ofrecen otra forma de hacer el "rulo", a través de las tarjetas de regalo, que cotizan en dólares.
Gastón Levar, integrante de Airtm, explica a iProUP una maniobra que crece entre los argentinos:
- "En Airtm comprás AirUSD con pesos (criptomoneda que guarda paridad con el dólar y que cotiza a precio cercano al blue)"
- "Con esos fondos adquirís una tarjeta de regalo (que conseguís con descuentos de 30 o 35%)"
- "Esa tarjeta (que es un código que se pueden mandar por mail) la vendés en Mercado Libre a precio blue"
- "Con los fondos que te lleguen a Mercado Pago volvés a comprar una tarjeta de regalo en Airtm"
"Además, podés invertir sin plata: publicás en Mercado Libre y una vez que cerraste la venta, con esos fondos comprás la tarjeta en Airtm y le pasás el código al comprador", señala el representante local de la plataforma que ya cuenta con más de 15.000 usuarios activos en el país.
De este modo, teniendo en cuenta las comisiones, se ganan unos $22 (hay que descontar la comisión del 13% de las ventas en Mercado Libre) por cada $100 usados cada vez que se repita el rulo. Al tratarse de un mercado dinámico, las cotizaciones varían todo el tiempo.
"Hay mucha demanda en Mercado Libre de estas tarjetas", advierte Levar, y agrega que la operatoria es tan popular en la plataforma que ya tiene nombre propio: no se le llama "rulo", sino "ciclar" los fondos.
Contado con liqui 4.0
Los ahorristas sofisticados seguramente revisan todos los días la cotización del "conta con liqui", que surge de comprar acciones de una empresa (con pesos) en Argentina y venderlas (en dólares) en el exterior.
Se trata de una forma legal de dolarizarse sin tocar el cupo. En general, se consigue una cotización mejor que la del blue y los fondos quedan fuera del país.
En la versión 4.0, en lugar de acciones es posible comprar:
- Criptomonedas (y dejarlas en una billetera digital)
- Créditos en pesos para enviarlos a un banco del exterior (ahorrandóse plazos y costos de una transferencia internacional tradicional)
"Contado con cripto"
En el primer caso, simplemente hay que ingresar a un exchange y adquirir monedas "estables" (se llamán así porque mantienen paridad 1 a 1 con el dólar). Se consiguen a un valor cercano al blue y entre ellas figuran, por ejemplo estas tres: DAI, USD Coin (USDC) o Tether (USDT).
Una vez obtenidas las divisas, pueden guardarse en la billetera que ofrezca el exchange (este último puede ser, por ejemplo, SatoshiTango, Bitso o BuenBit).
Los usuarios más familiarizados optan por las llamadas billeteras sin "custodia", en la que los datos de la cuenta no los tiene un tercero (como ocurre en el caso anterior), si bien es imposible recuperar las dos claves para operar:
- La pública: es un identificador, similar al CBU, que se comprate para que se puedan enviar los fondos
- La privada: es una suerte de PIN, requerido para "usar" los fondos
Quienes optan por esta opción, encuentran alternativas como Status, MetaMask o Argent que permiten acceder a aplicaciones descentralizadas (Dapps) que brindan distintos tipos de inversiones.
"Contado con saldo"
Para tener el "cash" en el exterior, primero hay que contar con una cuenta en una entidad en otro país, como Dukascopy, un banco digital suizo que ofrece:
- Una caja de ahorro multidivisa (dólar y euro)
- Una tarjeta de débito gratuitas
Los requisitos para darse de alta son tener un pasaporte argentino, llenar un formulario y verificar datos en una videollamada con un operador del banco. Luego, se recurre a algún servicio P2P como el argentino Saldo.com.ar, el estadounidense PaxFul.
De este modo, el usuario debe ingresar la cantidad de pesos a cambiar (puede usar cuentas bancarias y fintech) y transferirlos a una cuenta en Europa. El sistema se encarga de buscar personas que le compren esos pesos y le depositen su equivalente en euros.
"Lo que hacemos es conectar personas que van a transaccionar saldos digitales. El 100% de las operaciones están cubiertas. Si algo llegase a ocurrir, respondemos. El usuario no se preocupa de la seguridad ni de los intercambios", señala a iProUP Pablo Reyes, fundador y CEO de Saldo.com.ar.
¿Son legales?
Las operaciones con plataformas de fondos digitales y monedas virtuales suelen estar en un gris legal y tributario. Si bien el Banco Central impidió recargas con tarjetas en medios de pagos internacionales (como PayPal), los expertos afirman que es lícito operar con saldos electrónicos.
"La compra de activos digitales, como saldos en PayPal, no está vedada por la ley. Es una operatoria similar al Bitcoin", afirma a iProUP Guillermo Navarro, abogado experto en derecho tecnológico y fundador del estudio Bildenex.
Y completa: "Hacen intermediación, que está permitido. Sólo deben cumplir con las normas de KYC (conocé a tu cliente) y fiscales".
Señala que recibir saldos de PayPal tampoco es ilícito: "Como te abonan por un servicio digital, se trata de un pago en especie. No hay obligación de liquidarlo ya que ese dinero no está en ningún lado".
Y ejemplifica: "Una remuneración por PayPal o Bitcoins es como que te paguen con un kilo de sal. No tengo obligación de declarar algo que no es dinero y, técnicamente, un saldo digital no es dinero".
En el caso de recibir honorarios, Navarro advierte que "existe la obligación de facturar el servicio, pero para muchas actividades el emisor de los fondos no requiere una factura".
"Si se hace una factura E, hay 180 días para cobrar. Los fondos digitales no son regulados por el Banco Central, pero siguen siéndolo por AFIP por la obligación tributaria", señala.
Así, la tecnología y el ingenio criollo se unen para ofrecer nuevas modalidades para hacer rendir al máximo los ahorros. Y pasar este momento de incertidumbre con la plata dentro del "colchón 4.0".