A lo largo de la historia, la tradición albiceleste se encargó de crear una pequeña lista de ítems para ilustrar a las nuevas generaciones que pretendían "aprender" parte de la cultura del ahorro y alcanzar sus objetivos personales pese a los vaivenes de la economía.
"Pensá en ladrillos", fue uno de los consejos esgrimidos por varios adultos para apuntalar las inquietudes de los más chicos de la familia. La idea de "vivir de rentas" fue así uno de los sueños que muchos argentinos tuvieron como meta durante mucho tiempo.
Con el correr de los años, muchos entendieron que ese objetivo podría llegar a facilitarse con la acumulación de billetes estadounidense. Entonces el discurso se modificó y se transformó en "comprá dólares".
Sin embargo, esa tendencia hoy tiene una remake 4.0 con el Bitcoin. A partir de las actuales restricciones para la compra oficial de la divisa extranjera, muchos decidieron dejar atrás la "sed verde" y se refugian ahora, junto a sus ahorros, en la criptodivisa creada por Satoshi Nakamoto.
¿Qué dicen los especialistas?
Emiliano Limia, Press Officer de Buenbit detalla que el dólar y el bitcoin son "dos herramientas distintas" y resalta que "no necesariamente hay que elegir una por sobre otra".
"Se pueden utilizar ambas para resguardar valor", remarca en diálogo con iProUP. Según Limia, el tipo de inversor representa la clave que terminará por definir la herramienta de ahorro.
De acuerdo con el directivo, "por supuesto que hay perfiles que se pueden inclinar por una o por otra opción, pero la principal diferencia es que por el dólar va a apostar aquel inversor más conservador".
"La tendencia a ahorrar en Bitcoin es más probable en una persona que tenga menos aversión al riesgo por el tema de la volatilidad, que es una de las grandes 'desventajas' que se les achacan a las criptomonedas", completa.
En su visión, la principal característica de este activo es su escasez, ya que no se emitirán más de 21 millones de monedas, límite que llegará en el año 2140 (al día de hoy se emitió el 80% de ese total).
"Si uno cree que habrá mayor demanda y la oferta es limitada, lo lógico sería que su valor aumente: es un recurso relativamente escaso y cada día se busca más. Desde el nacimiento de Bitcoin, hace doce años, los usuarios no han parado de crecer", añade Limia.
Y completa: "Es, por lejos, la criptomoneda de mayor volumen de transacciones. Entonces, uno tiende a creer que en el futuro tendrá mucho más valor".
Por su parte, Federico Goldberg, cofundador de Tienda Dólar, confiesa a iProUP: "Siendo sincero, lo que haría sería diversificar los ahorros".
Goldberg, incluso, detalla su fórmula: "Una parte la seguiría teniendo en dólares y otra la repartiría entre Bitcoin, Ethereum y alguna criptomoneda estable puesta a rendir al 9%, 10% u 11%". Y se anima a recomendar una cartera:
- 15% en Bitcoin
- 15% en Ether
- 35% en una stablecoin
- 35% en dólares
Por último, también hace hincapié en el perfil del ahorrista. "Quizá alguien más propenso al riesgo se puede animar eliminar parte en dólares y repartirla entre los tres anteriores o volcarse a una criptomoneda estable para tener un rendimiento", resalta.
Otras voces
Maximiliano Hinz, Latam Operations Director de Binance, considera que el problema de resguardarse en dólares es que no se está ahorrando del todo: "El billete estadounidense se ve afectado por una inflación del 2 o 3% anual. Si dejamos nuestros ahorros en cualquier moneda fiduciaria, como la estadounidense, el euro o el peso, perderemos poder de compra con el paso del tiempo", remarca Hinz.
De acuerdo con el directivo de Binance, "en algunos casos será más rápido que en otros, pero en todas existe la inflación".
"Si uno quisiera ahorrar en dólares, debería buscar alguna alternativa que genere más que el alza de precios. Un ejemplo puede ser un plazo fijo, pero su rendimiento suele ser menor a la inflación, por lo que seguiríamos en terreno negativo, en términos reales", estima.
En este sentido, el directivo diferencia qué es lo que se entiende cuando se habla de ahorrar en Bitcoin: "Lo tenemos que tomar como una inversión con cierto riesgo, lo que se traduce en la posibilidad de ganar más, pero también de perder más".
"Considerando un 'año cerrado', no hubo un año en que el Bitcoin haya sido una inversión negativa, pero lo que pasaba es que nadie empezaba en un momento aislado a invertir en cripto, sino que suelen entrar cuando el mercado está al alza y ya el análisis tiene un sesgo", resalta.
Según Hinz, "invertir en Bitcoin es una alternativa sólida y genera altos rendimientos". Recomienda "entender que puede haber bajas en el mercado, pero no hay que desesperarse: la tendencia sigue positiva y tiene cada vez más adeptos a nivel mundial".
Por su parte, Gustavo Neffa, economista y director de Research for Traders, afirma: a la hora de resguardar ahorros optaría por invertir en dólares. "¿El motivo? la alta volatilidad del Bitcoin", justifica.
De acuerdo con Neffa, Bitcoin es "una buena herramienta para especular dentro de la cartera de activos volátiles, pero en forma creciente". Y coincide con sus colegas en que "la decisión final dependerá del grado de aversión al riesgo del inversor".
En la misma sintonía, Ramiro Marra, director de la plataforma de inversiones Bull Market Broker, también hace una diferenciación entre estas inversiones: "Si es un ahorro a corto plazo, elijo al dólar, por los costos de entrada y salida y la volatilidad. Pero para el largo plazo, me inclino por Bitcoin"
"En primer lugar, no considero que el dólar sea una forma de invertir porque es una moneda que también se devalúa, aunque no al ritmo del peso," dice a iProUP Sofía Gueler, licenciada en Administración de Empresas y una de las fundadoras de Financiera Mente, una cuenta viral (Finmente en Instagram y TikTok) de consejos sobre inversiones.
La experta añade que "la diferencia de la criptomoneda con el billete verde es justamente que su emisión es finita y, por lo tanto, se espera que no pierda valor".
"Por esta razón principalmente y mirando a largo plazo conviene posicionarse en Bitcoin. Básicamente es lo que están haciendo las grandes empresas en el mundo: vender dólares disponibles y comprar criptomonedas", destaca Gueler.
En la vereda de enfrente, Jorge Compagnucci, analista senior de TMG Target Market Global e histórico trader de la bolsa porteña, se vuelca sin dudar a favor del "dólar" como herramienta de ahorro.
En este sentido, remarca que "Bitcoin acompaña el movimiento de Wall Street. Es un instrumento financiero como las acciones tecnológicas: hubo mínimos en la Bolsa en marzo de 2020 y lo mismo ocurrió con las criptomonedas. Su apreciación y derrumbe es acorde al ciclo del dólar".
"Los estímulos económicos van dirigidos siempre al mercado bursátil y no a la economía real. Y por eso se generó en el último año una reflación ficticia, que hizo subir a las cripto y a la bolsa junto a las materias primas. Es algo circunstancial", indica Compagnucci.
Según su análisis, "tanto la Argentina, con la soja; y Chile, con el cobre; vieron caer en sus últimos 10 años el precio de los bonos. Y esto nunca ocurre en procesos de reflación. Si existiera en el mundo miedo al retorno inflacionario, los metales no deberían haber caído".
Asimismo, desestima que el BTC vaya a alcanzar nuevos precios históricos a corto plazo. "Los que pregonan que subirá hasta los u$s300.000, como el Citi; o a u$s100.000, como otros bancos, están errados. Deberíamos tener un alza del 40% para índices de EE.UU., que no va a ocurrir", vaticina.
Por último, para dejar en claro su decisión de apostar por el billete estadounidense, el analista anticipa que la apreciación del DXY (índice que mide la evolución de la divisa estadounidense), hundirá a las criptomonedas y la bolsa.
"Lo que espero en el transcurso de este año es el despertar del 'súper dólar', que activaría el derrumbe de los mercados. Incluso, el de las criptomonedas. Bitcoin cotiza espejo inverso al dólar", completa.
El que apuesta al Bitcoin ¿gana o pierde? Nadie puede hacer futurología, pero los ahorristas argentinos ya le perdieron el miedo a las monedas digitales y existen 2 millones de cuentas en el país. Como en toda inversión, diversificar será la clave.