JPMorgan Chase & Co, el banco más grande de los Estados Unidos, advirtió, a través de su director ejecutivo, el gran reto al que se enfrenta el sector bancario en la actualidad.
En su carta anual para los accionistas, Jamie Dimon, director ejecutivo del ente financiero, afirmó que "los ahorros fuertes de los consumidores, la gran distribución de vacunas y el plan de infraestructura de u$s 2.3 billones de la administración de Biden podrían llevar a la economía de su país a un momento dorado".
La postura de Dimon es decididamente más optimista respecto a un año atras, cuando advirtió a los accionistas que se prepararan para una "dura recesión" en la que el PBI de los Estados Unidos podría caer hasta un 35%.
"La rápida y profunda intervención fiscal y monetaria del gobierno de los Estados Unidos durante el año pasado ayudó a prevenir muchos de los peores posibles resultados ante la pandemia", aseguró Dimon, que desde entonces se recuperó completamente del desgarro aórtico que sufrió en marzo del 2020.
En su carta, el ejecutivo hizo un llamado para establecer la base de un largo período de crecimiento económico con un nuevo Plan Marshall de alcance nacional, en referencia a la histórica iniciativa estadounidense de ayudar con la reconstrucción de Europa occidental después de la Segunda Guerra Mundial.
"Un cuidado infantil asequible, programas optimizados de red de seguridad y la capacitación laboral que conduce a trabajos con mejores sueldos aumentarían la participación de la fuerza laboral", puntualizó el banquero. Aunque advirtió: "(un plan así) puede muy bien, significar impuestos más altos para los ricos".
De todas formas, Dimon se mostró optimista para el futuro económico de EEUU. "Con el ahorro, los estímulos, el gasto público, el QE, la reforma de infraestructuras, la vacuna y la euforia por el fin de la pandemia, lo más probable es que haya un boom de la economía americana que podría extenderse hasta el año 2023", aseguró el CEO de JP Morgan.
Retos a los que se enfrenta el sector bancario
El aumento de la competencia, frente a compañías que no sufren una presión regulatoria tan elevada, es uno de los que merece hacer más hincapié para el CEO, que enumeró una lista de regulaciones a las que tiene que hacer frente la banca, y no tanto las fintechs u otras entidades que en los últimos años están entrando en el negocio de la banca tradicional.
Entre ellos se incluyen las exigencias de capital mínimo, la imposición de un seguro para la propia banca y mayores restricciones de privacidad. "El crecimiento de la banca en la sombra fue posible, en parte, por que las regulaciones que se han impuesto a los bancos no se han hecho por igual a otras entidades", puntualizó el directivo.
Los desafíos del JP Morgan
Por otra parte, dada la enorme presión competitiva que surgió para el negocio de los bancos, Dimon reconoció que JP Morgan está más inclinada por llevar a cabo un plan de adquisiciones de firmas en los próximos años para "seguir creciendo" en un entorno de fuerte competencia, frente a recompras de acciones con las que retribuir a sus accionistas.
"El mejor uso que podemos dar a nuestro capital es expandir nuestro negocio y preferimos hacer buenas adquisiciones antes que recomprar acciones", destacó Dimon. "Las fintechs son un área en la que podríamos poner a trabajar ese capital; en este grupo incluimos servicios de pago, empresas de gestión de capital y de datos", agregó.
El banco con u$s3.4 billones en activos, reportó ganancias récord en los últimos tres meses de 2020, un cierre fuerte para un año que partió con una caída de 69% en ganancias. Desde la compañía estiman ganancias por u$s9.260 millones cuando JPMorgan entregue los resultados del primer trimestre la próxima semana.