La fintech de Jack Ma, fundador de Alibaba, ya cuenta con una agenda de cinco puntos para atenerse a las demandas de los reguladores chinos sobre una de sus más valuadas firmas, Ant, en epóca de plenas fiestas, luego de que el Banco Popular Chino mantuviera una reunión a puerta cerrada con el grupo.
Luego de que los reguladores de las bolsas chinas suspendiesen la que iba a ser el mayor estreno bursátil de la historia hace dos meses, la compañia estableció algunos objetivos en la agenda. Ant Group esperaba levantar unos 34.500 millones de dólares, cerca de 30.000 millones de euros, en las plazas de Shanghái y Hong Kong.
Si dicha OPI se hubiera concretado, hoy estaríamos frente a lo que hubiese sido el mayor debut en mercados de la historia, que de momento ostenta Saudi Aramco por su oferta pública de venta de finales de 2019, que superó en aquel entonces los 30.284 millones de dolares.
Jack Ma, uno de los hombres más ricos del mundo y fundador de Alibaba (AliExpress) perdió 2.600 millones de euros por el retraso en la cotización de Ant, su nueva apuesta empresarial. En base a esto, muchos marcaban al mismísimo presidente chino, Xi Jinping, como responsable por esta decisión.
Es muy previsible que no sea capaz de asumir todos esos cambios en 2021, ante las medidas impuestas sobre las decisiones respecto a cotizar hacia el unicornio dirigido por Ma. Es tal el golpe, que su salida a bolsa podría demorarse a 2022.
Sobre las regulaciones
Diversos reguladores en China están aumentando los requisitos a las plataformas tecnológicas que ofrecen préstamos a consumidores. Solo este segmento supone el 35% de los ingresos de Ant, según TechCrunch, que explica cómo las autoridades pretenden que estos microprestamistas se hagan cargo de al menos el 30% de los créditos que suscriben con bancos para sus clientes. Es así como Pekín quiere mantener controlados los niveles de riesgo de deuda en el país.
A partir de lo que señala el Banco Popular de China, Ant, la fintech que nació como una plataforma de pagos para el grupo Alibaba y que se separó en 2011, carecía de una estructura de gobierno sólida, desafió los requerimientos regulatorios, intervino ilegalmente en los procesos de arbitraje, expulsó competidores usando su dominio en el mercado y perjudicó los derechos de los consumidores. Lo que expone el banco perteneciente al gobierno de la República Popular de China, es que la firma de Ma esta ejerciendo su negocio de manera monopolica, caractér que también es duramente criticado en el país asiático.
Así, tras una reunión a puerta cerrada entre Ant y los reguladores que tuvo lugar el pasado sábado 26 de diciembre, se ha exigido a la plataforma que sea más transparente en las transacciones, reúna más licencias para sus negocios de créditos y proteja mejor la privacidad de sus usuarios. Asimismo, se le demanda la creación de una sociedad holding que esté provista del capital suficiente para garantizar sus operaciones.
Al término de este encuentro, directivos de la startup china han difundido la idea de que ya cuenta con un equipo dedicado enteramente a aplicar todos los cambios que los reguladores exijan.
Todas estas nuevas exigencias regulatorias han afectado la valoración de Ant, que superó los 300.000 millones de dólares cuando estaba a punto de salir a bolsa. Alibaba, su matriz, se dejaba un 8% en la bolsa hongkonesa y también se deplomaban gran número de sus valores antes de la apertura en los mercados estadounidenses.
Acerca de Ant Group
Ant Group, anteriormente conocida como Ant Financial y Alipay, es una empresa afiliada del grupo chino Alibaba. Es actualmente la empresa de FinTech mejor valorada del mundo y la empresa unicornio más valiosa. En octubre de 2020, Ant Group recaudó 34.5 mil millones de dólares en la OPV más grande del mundo para ese momento, valorando a la compañía en 313.000 millones de dólares.
Además, el grupo posee la plataforma de pago digital más grande de China, Alipay, que atiende a más de 1.000 millones de usuarios y 80 millones de comerciantes, con transacciones de volumen de pago total (VTP) que alcanzaron los 118 billones de yuanes para junio de 2020.