Los resultados trimestrales de Amazon, Alphabet, Apple y Facebook, anunciados este jueves, no mostraron signos de desaceleración, pese a la crisis económica mundial.
Las cuatro compañías sumaron entre julio y septiembre un beneficio de 39.000 millones de dólares (33.490 millones de euros), un 31% más que en el mismo periodo del año anterior, y sus ventas agregadas ascendieron a 227.000 millones de dólares (195.000 millones de euros), un 18% más, y un 4% más de lo esperado por Wall Street. Sumando a Microsoft las ganancias se disparan a casi 52.900 millones de dólares y las ventas a 264.154 millones.
Las big techs acparan la atención de los inversores globales
Por empresas, Amazon volvió a demostrar que sigue siendo uno de los mayores ganadores de la pandemia. Sus ventas subieron un 37% hasta 96.100 millones de dólares y su beneficio alcanzó un récord de 6.300 millones, casi tres veces más que en el mismo periodo de 2019. Ningún de sus negocios reveló debilitamiento, pues además de impulsar con fuerza su actividad de ecommerce y de computación en la nube, sus "otros ingresos", donde básicamente engloba su negocio de publicidad, crecieron un 51%, hasta 5.398 millones, poniéndose por encima de lo que factura por sus tiendas físicas. Del lado negativo, la compañía, que prevé una campaña de Navidad excepcional, vio crecer también un 34,6% sus costes para atender a la demanda y aplicar medidas contra el Covid-19, y este viernes cayó un 5,4% en Bolsa al reportar para el actual trimestre unos ingresos operativos de entre 1.000 y 4.500 millones, por debajo de los 5.800 millones previstos por Wall Street.
Retraso del iPhone 12
A Apple le pasó factura el retraso en el lanzamiento del iPhone 12. Las ventas de su icónico móvil cayeron un 21% en el trimestre y los ingresos en China retrocedieron un 29%, lo que llevó a la compañía a alcanzar 64.700 millones de dólares en ventas, apenas un 1% más que hace un año, y anotarse un descenso del 7,4% en su beneficio neto. A la compañía le salvaron sus ingresos por Mac y iPads, que crecieron un 28% y un 46%, respectivamente, impulsados por el aumento del teletrabajo y la educación online, y sus negocios de servicios y accesorios, que subieron un 16,3% y un 21%. Las acciones de Apple cayeron este viernes un 5,6%.
Al mercado sí pareció convencerle las cuentas de Google, que tras sufrir entre abril y junio su primera caída trimestral interanual (de un 10%) desde que salió a Bolsa en 2004, sus ingresos subieron un 14% en el tercer trimestre, lo que ayudó a subir sus ganancias un 59%, hasta 11.247 millones, superando las expectativas.
"La mayor sorpresa vino de YouTube, donde la publicidad fue mucho más fuerte de lo esperado. Estos números están generando un fuerte interés de compra de sus acciones. Las ganancias logradas sugieren que lo peor podría haber pasado para la compañía", dice Haris Anwar, analista de Investing.com. Sus acciones subieron este viernes un 3,8%.
Amazon es una a las que mejor les fue en los últimos meses y más interés genera para los próximos
Facebook también vio crecer sus ingresos un 21,6% y un 28,8% sus ganancias. La red social salvó con nota el boicot publicitario de unas 1.000 marcas por no controlar el discurso del odio, pero sus acciones cayeron este viernes un 6%. "Sus resultados aliviaron el temor de que estuviera perdiendo negocio frente a otras plataformas como Pinterest y Snapchat, pero la caída de usuarios de Facebook en Norteamérica, su mercado más lucrativo, le ha penalizado", indica Jesse Cohen, de Investing.com.
Microsoft también saldó el trimestre con buena nota: subió un 12,4% sus ingresos a 37.154 millones de dólares, y su beneficio un 30% hasta 13.893 millones, gracias sobre todo al tirón de su negocio de computación en la nube, aunque su división de informática personal también creció.
Las big tech suman una capitalización de casi 7 billones de dólares, pero los analistas coinciden en que sus mercados (cada vez más amplios) están lejos de la madurez, por lo que aún tienen espacio para crecer. El único nubarrón que les acecha es la petición, cada vez con más fuerza, de políticos, reguladores y empresas rivales de una regulación más estricta que frene su poder. Un hecho que ya ha provocado investigaciones por prácticas contra la competencia en casi todas ellas, acusaciones de censura online y una demanda antimonopolio de EE UU contra Google, indicó El País.