Los argentinos volvieron a confiar en el plazo fijo en agosto y los depósitos privados subieron. De cara al inicio de septiembre, la pregunta que se hacen los pequeños ahorristas es si convendrá o no renovar sus colocaciones bancarias.
Economistas consultados por iProfesional advirtieron que este mes la inflación podría acelerarse y licuar las ganancias de aquellos que opten por la modalidad tradicional de depósito.
Según la última regulación del Banco Central (BCRA) los plazos fijos minoristas deben ofrecer una tasa mínima de 33% mientras que el piso para las colocaciones mayoristas está en 30%. De esta manera, las remuneraciones mensuales quedan en 2,75% y 2,5%, respectivamente y saldrían, con suerte, empatadas ante las proyecciones de inflación.
Partido parejo
La competencia entre la tasa de plazos fijos y la inflación no es nueva. La actual conducción del BCRA cree en mantener una tasa de interés "levemente positiva", por eso realizó varias subas al piso de remuneración cada vez que la tasa empezó a perder contra la inflación esperada.
Para agosto, el consenso del mercado habla de una inflación en torno a 2,7%, que habría quedado empatada con la remuneración a los minoristas. En cambio, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado este viernes, los precios subirían 3,3% este mes, por lo que el rendimiento mensual de los plazos fijos quedaría rezagado.
"Con una tasa de plazo fijo en torno al 2,7% mensual, es muy posible que estemos viviendo un virtual ‘empate’ con la tasa de inflación que se va a anunciar para agosto. Con respecto a septiembre, es factible que veamos cierta aceleración de la inflación, producto de menores restricciones a la movilidad y una progresiva reactivación económica", indicó Eric Paniagua, economista de Épyca Consultores.
Con inflación esperada de 3,3%, el rendimiento del plazo fijo sería negativo en septiembre
En la misma línea, Martín Vauthier, director de EcoGo, sostuvo: "Si bien hasta agosto la tasa y el dólar le ganaron a la inflación, hacia adelante puede estar un poco más ajustado, en la medida en que la inflación se va acelerando".
Y añadió que "es muy importante en términos de señales, expectativas y consistencia macroeconómica, que la tasa de interés en pesos se vaya ajustando y alineando, justamente, para no quedar desfasada del movimiento del dólar y la inflación".
Paniagua también consideró que la contienda está cada vez más complicada para la tasa en pesos. "A menos que el BCRA actualice las tasas de referencia mínima para los depósitos a plazo, quizá veamos que el rendimiento del plazo fijo quede por debajo del aumento de precios que registre el IPC", dijo.
A su turno, Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina, afirmó: "A priori, la tasa de interés de plazos fijos en 33% le podría empatar a la inflación en septiembre o perder por poco y quedar más o menos en línea con la devaluación del mes".
Ante la fuerte incertidumbre económica, quedarse en pesos siempre genera un riesgo adicional
No obstante, reconoció que el problema sigue siendo el riesgo de quedarse en pesos. "Al sumar la incertidumbre y la volatilidad que tiene estar en pesos hoy, en un contexto de tantas presiones cambiarias y desequilibrios, quedarse en moneda local tiene un riesgo asociado muy alto, que no lo compensan las diferencias tan chicas que hay ni con la inflación ni, mucho menos, con el dólar oficial", alertó.
"Creo que el dólar libre tiene un carácter de resguardo de valor en la idiosincrasia argentina: va al alza siempre que haya incertidumbre. Por eso puede subir mucho muy rápido. En cambio, esa incertidumbre no afecta a las tasas de plazos fijos, que responden a otras cuestiones", acordó Paniagua.
Entre ellas, mencionó la voluntad del BCRA, la inflación y la liquidez en el sistema. "Todos estos factores apuntan a un plazo fijo con rendimientos no muy alejados de la inflación, y que no parecen evidenciar un cambio a corto plazo", estimó el docente de la UNR.
Desalentar la compra de dólares
Tal como indican los economistas, la tasa regulada de plazos fijos logró empatar o ser levemente positiva con respecto a la devaluación del dólar oficial durante agosto. Ya que el tipo de cambio mayorista avanzó 2,6% y el minorista, 2,3%.
La dinámica cambiaria de septiembre es todavía incierta. Por el lado del oficial, las declaraciones de los funcionarios dejan entrever que no estarían pensando en acelerar el ritmo de devaluación.
En los dólares financieros, la llegada al mercado de los nuevos bonos surgidos del canje afectarán en el precio del contado con liquidación y el Mep. El blue reaccionará a esos movimientos y a cualquier restricción cambiaria adicional que pueda poner el Gobierno.
Con el panorama aún por dilucidar, hay un punto de acuerdo: la tasa en pesos puede ayudar a descomprimir la demanda de billetes estadounidenses. Por eso, los economistas no descartan una nueva suba en el piso de remuneración.
La tasa en pesos y el cepo son las herramientas que tiene el Central para contener la dolarización
"Si bien no es seguro que una tasa más alta calme las presiones, ya que el riesgo no es una variable medible, al menos podría servir para testear al mercado y contrarrestar algunas tensiones", opinó Rajnerman.
Paniagua se manifestó en la misma línea: "Creo que es posible pensar en una nueva actualización del mínimo de plazos fijos, producto de que un rendimiento negativo desalentaría bastante la inversión en este tipo de productos financieros, e imprimiría más presión en otro, como el dólar".
En la óptica de Vauthier, es fundamental la señal de la tasa en pesos para que el ahorrista pueda ganarle al dólar y a la inflación. Además, sostuvo que es necesario que la devaluación del dólar oficial vaya en línea con el avance de los precios.
"Es importante que el dólar no se utilice como ancla para frenar la inflación hacia adelante y que la tasa de interés vaya alineada y se ubique un poco por arriba del dólar y la inflación. Cada vez que estas tres variables se desalinearon, más temprano que tarde, la macro terminó pagando el precio y eso se terminó en un deterioro de los indicadores sociales", resaltó.
Otras tasas en pesos
Más allá de incrementar la tasa regulada de plazos fijos, el BCRA tiene otras tasas en pesos que puede subir para apuntalar las colocaciones en moneda local. La principal es la de Leliq, que se mantiene en 38% desde marzo.
"Subir algunos puntos la tasa de política monetaria no sería un problema significativo para la recuperación económica, ya que el costo de financiamiento va por otro lado, ni para el patrimonio del BCRA en términos de pago de intereses. Pero podría ayudar a calmar algunas tensiones, premiando un poco más a quien ahorre en pesos", apuntó Rajnerman.
Por su parte, Vauthier tampoco descartó incrementos en las tasas si la inflación se llegara a acelerar y arrastrara al tipo de cambio.
Más allá de un aumento en la tasa de referencia, el economista de EcoGo señaló otros dos: "Uno sería mejorar la tasa de pases, que hoy está en la mitad de la tasa de Leliq. Puede también habilitar un aumento en el límite de Leliq de los bancos. Todo eso mejoraría la tasa promedio ponderada de los pasivos remunerados y la tasa marginal de colocación de cada peso que reciban los bancos".
Los números de agosto
El mes pasado, los plazos fijos volvieron a crecer, de la mano del último aumento a la tasa mínima.
Según cálculos de LCG, la suba fue 6% nominal y 3% en términos reales. "Las colocaciones mayoristas crecieron apenas por encima de las minoristas (6,3% y 5,2% mes contra mes, respectivamente), en línea con los registros del mes anterior. No obstante, y además del efecto de una mayor tasa, esto también responde a las restricciones que impone el cepo cambiario y que mantiene a los pesos cautivos en el sistema", recalcó la consultora en un informe.
Presos del cepo, los pesos que quedaron en los bancos se destinaron en agosto a plazos fijos
En bancos consultados por iProfesional constataron la tendencia. "Agosto fue un buen mes, creció 6% promedio contra julio. La variación promedio en lo que va del año es de 70%. Las renovaciones de septiembre continúan con este sendero positivo", dijeron en una entidad.
En otra afirmaron: "En agosto aumentó el stock de plazos fijos minoristas con respecto a julio. Por ahora, las renovaciones de este mes vienen lentas pero es normal en los primeros días, luego se compensa".
Un tercer banco, en tanto, reconoció una performance más modesta en agosto: "Los depósitos en pesos mantuvieron los saldos similares a los de julio, con un leve crecimiento mensual del orden del 1%", admitieron.
Fuente: iProfesional