El planeta entero está sumergido en una recesión muy importante generada por la crisis sanitaria.
Tanto en la Argentina como en el resto del mundo, los bancos centrales pusieron en marcha políticas expansivas, que se traducen en una gran impresión de billetes que buscan estimular el gasto para reactivar (o al menos, sostener) la actividad económica luego de una cuarentena de dimensiones globales.
La contracara del aumento en la cantidad de billetes en circulación es el debilitamiento del valor de las monedas ya que, a mayor oferta de un bien, menor es su precio.
Ante la perspectiva de que las divisas fuertes, como el dólar, el euro o el yen, perderán valor, los inversores buscan refugio en activos escasos. Entre ellos, los clásicos son el oro y la plata, a los que en los últimos años se sumaron las divisas virtuales.
Dentro de ese escenario internacional, Argentina juega su propio juego. Con condiciones macroeconómicas muy peculiares, que combinan la expansión monetaria y la recesión con alta inflación, cepo cambiario y brecha entre los múltiples tipos de dólar, las inversiones domésticas tienen sus particularidades.
En materia de retornos para los inversores locales, las divisas digitales (como el bitcoin) y el oro muestran tasas acumuladas de 3 cifras en lo que va del año.
Por su parte, el dólar libre, en sus variantes financieras y blue, también registró retornos atractivos. El plazo fijo quedó rezagado, aun cuando le gana a la inflación de los primeros siete meses.
Más allá de las tasas atractivas, al momento de invertir recomiendan diversificar la cartera y tener presente que el potencial retorno es proporcional al riesgo asumido.
Así lo explica a iProUP Alan Mac Carthy, cofundador de Front Inversiones: "Lo más importante es tener un objetivo de ahorro con un horizonte de inversión. A mayor plazo, mayor es el riesgo que puede asumir un ahorrista. Esto es clave para poder definir el tipo de alternativa que debe elegir, ya que los rendimientos pasados no garantizan rendimientos futuros".
Dólar, a contramano del mundo
El dólar se ha debilitado 3% a nivel mundial en lo que va del año. Sin embargo, en Argentina se fortalece frente al peso y su retorno le gana tanto a la tasa de los plazos fijos como a la inflación.
Con un cepo cambiario muy estricto, el Banco Central (BCRA) convalida hasta el momento una suba de la cotización oficial de 22% en 2020. No obstante, el verdadero dato pasa por las valuaciones paralelas de la divisa, ya que el acceso al mercado oficial está muy limitado.
En este sentido, mediante la compraventa de bonos en la Bolsa se puede acceder a un valor más real del billete verde. Ese tipo de cambio implícito varía según si se depositan en el país (dólar MEP) o en el exterior (contado con liquidación).
En lo que va de 2020:
- El dólar MEP avanzó 72%
- El contado con liquidación saltó 70%.
- El blue escaló 76% y lidera el podio de rendimientos entre los tipos de cambio paralelos
"El contado con liquidación es el que se usa como referencia en el mercado y repuntó fuerte en estos meses, pero es importante recordar que comprar dólares no es, en sí mismo una inversión", apunta MacCarthy.
En esa línea, los analistas advierten que lo mejor es destinar los dólares comprados a alguna clase de apuesta, como pueden ser los fondos comunes de inversión en moneda dura (con activos locales o externos), para obtener algún rendimiento por los billetes estadounidenses que, en el contexto mundial, no dejan de devaluarse.
"Me parece más interesante tener alguna inversión que rinda algo, que pague un dividendo o cupón", coincide en diálogo con iProUP Alejandro Bianchi, fundador de Asesordeinversiones.com. En ese sentido, recomienda los CEDEARS, es decir, la representación local de acciones de empresas extranjeras que cotizan en el exterior (ver cuadro).
"Son una linda alternativa para comprar acciones con pesos y cubrirse de una potencial devaluación del tipo de cambio. Me parece mejor opción que ir al dólar hard", señala.
No obstante, Bianchi reconoce que la brecha con los tipos de cambio paralelos pondrá más presión a la cotización oficial de cara a los próximos meses, de modo que los rendimientos para quienes tienen billetes o planean comprarlos podrían ser interesantes.
"Si se empieza a reactivar la economía y la velocidad de circulación de los pesos aumenta, habrá que ver qué destino buscan esos pesos. En general, van al dólar. Por eso, a mediano plazo, vemos un movimiento alcista", sostiene.
Plazo fijo, arriba de la inflación
Los depósitos bancarios son, sin duda, la opción más tradicional para ahorristas que buscan obtener un retorno para sus pesos. En lo que va del año, los plazos fijos minoristas rindieron 18% (lo que supone una tasa anual de 28%), suponiendo el caso de alguien que invirtió en enero a 30 días y fue renovando capital e intereses durante los meses siguientes.
Si bien el retorno le ganó a la inflación acumulada (algo más de 15%) en los primeros siete meses del año, perdió contra el movimiento del tipo de cambio.
La tasa promedio para las colocaciones minoristas muestra subas y bajas a lo largo del año. En abril, tocó su punto más bajo, con 24%. A partir de la segunda quincena de ese mes, el Banco Central estableció sucesivamente tasas mínimas con el objetivo de alentar la inversión en pesos.
Actualmente, todos los plazos fijos deben pagar al menos 30%. En el caso de las colocaciones realizadas por personas físicas y montos menores al millón de pesos, el piso está en 33% anual.
Sin embargo, todo indica que perderán contra el aumento del costo de vida de acá a un año: según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado por el Banco Central, la inflación estimada es de 52% para los próximos 12 meses.
"El plazo fijo es siempre un perdedor y más a tasas de 30% con una inflación potencial de 50% o más. Se pueden obtener mejores rendimientos a través de la Bolsa", subraya Bianchi.
Oro, en máximos
En las últimas semanas, la cotización del oro tocó máximos históricos, al cruzar la barrera de los u$s2.000 la onza. En lo que va de 2020, el retorno de esta inversión está en un 34% en dólares.
"La cotización marca que los inversores temen a la inflación y a la expansión monetaria que se está haciendo para salir de esta crisis. Y, por otro lado, que encuentran pocos activos conservadores o de refugio ya que las tasas son muy bajas y hasta negativas", señala Bianchi.
Medida en pesos, al tipo de cambio contado con liquidación, el alza del oro en 2020 fue de 118%. De todos modos, desde Argentina es difícil acceder a comprarlo en mercados internacionales y, además, su adquisición está limitada por el cepo cambiario.
Por ello, la recomendación de analistas suele ser invertir lateralmente, a través de las acciones de empresas mineras. En el mercado local hay varios CEDEARS de firmas del sector, como Barrick Gold y Yamana Gold, que registraron un rendimiento en pesos de 168% y 188%, respectivamente, en lo que va del año.
Bitcoin, Ethereum y stablecoins
Con el Bitcoin a la cabeza, las divisas digitales ya son calificadas como un refugio de valor dado que, gracias a su emisión controlada, no es posible que haya una "expansión monetaria" como sucede con las divisas tradicionales.
En lo que va del año, el Bitcoin muestra un alza de 63% en dólares. Según el exchange local Ripio, que permite comprarlos en pesos, el rendimiento en moneda local es de 182% durante 2020.
Juan José Méndez, director de marca de Ripio, cuenta a iProUP que el interés de los argentinos por las monedas digitales se disparó a partir de la cuarentena.
Sin embargo, advierte: "Es difícil hablar de inversiones con criptomonedas porque no se puede garantizar la rentabilidad. Bitcoin se mueve por oferta y demanda. Cualquiera que prometiera hacerte millonario de la noche a la mañana, te estaría estafando".
SatoshiTango, otra plataforma argentina de compraventa de estos activos, también experimentó un incremento inusual de usuarios. "La demanda de monedas virtuales aumentó seis veces desde el arranque de la cuarentena. Vimos un crecimiento enorme, del orden del 500%, en las operaciones", revela a iProUP Matías Bari, CEO de la firma.
Por su parte, la moneda digital Ethereum acumula un incremento de 202% en dólares en el año. Y, medida en pesos, asciende a la friolera del 442%, de acuerdo con la cotización que brinda Ripio. Según Méndez, se disparó a partir de una actualización del software en el que se basa.
Este año, además, surgió interés por otro tipo de monedas digitales, las stablecoins, que siguen 1 a 1 el valor de un activo físico tradicional, como puede ser el billete verde o el oro.
"Incorporamos a Ripio la stablecoin USDC, que está respaldada por empresas del sector financiero de EE.UU.. Va siguiendo al valor del dólar y ya es la segunda más operada en la Argentina a través de nuestra plataforma", indica Méndez.
Otra criptomoneda que funciona como "dólar digital" es el DAI, que se puede operar en SatoshiTango. "De febrero a esta parte, un 15% de nuestros usuarios empezaron a invertir en DAI, una stablecoin con paridad 1:1 con el dólar lo que nos empujó a incorporar USDC, otra stablecoin también con paridad con el dólar y de muchísimo crecimiento", resalta Bari.
Con el cepo cambiario como telón de fondo, los argentinos se ven cada vez más atraídos por las stablecoins que siguen al dólar. No sólo por su cotización y buenos rendimientos, sino también porque tienen menos volatilidad que otras divisas digitales, por lo que resultan una puerta de entrada al mundo de las divisas 4.0.