Las últimas normas cambiarias del Banco Central, que profundizaron el cepo para la compra de dólares billetes y las operaciones con bonos, conocidas como contado con liquidación y dólar Bolsa, dividieron a las fintech entre ganadoras y perdedoras.
Muchas plataformas que centraban su negocio en el mercado de divisas migraron su operatoria a finales de 2019 tras la implementación del impuesto País y el tope de u$s200 mensuales por persona.
Si bien el tipo de cambio minorista que ofrecen estas startups y la de los bancos digitales es el mejor del mercado, el techo mensual las obligó a empezar a ofrecer algunas variantes, como el dólar MEP o Bolsa para que su negocio pueda escalar.
También se apalancaron en otras opciones como dolarizar los ahorros sin estas restricciones a través de la compra de monedas digitales, dolarizando la cartera a un precio un poco más caro, pero sin límites.
"Pero hay algunas fintech, cuya aprobación formal de las autoridades tiene la forma de una ALyC (Agente de Liquidación y Compensación) que se seguían centrando en el negocio cambiario tradicional. Estas, ahora quedaron fuera del negocio", sentencia a iProUP Dante Anelli, director de FlexFintech, presta servicios de informatización a startups que quieran crear una financiera digital o a compañías que apunten a transformar su negocio en ese sentido.
Esto se debe a que las nuevas normas del Banco Central prohibieron a los agentes de bolsa operar en el mercado cambiario, salvo que lo hagan a través de bonos con el contado con liquidación o el dólar MEP.
A través de la Circular A 6999, la autoridad monetaria determinó que sólo los bancos, financieras y casas de cambio podrán realizar operaciones de compraventa de divisas. Y así dejó a varias empresas fuera de juego.
Impacto
"Las nuevas medidas que restringen aún más la compra de divisas a partir de mayo obligan a las firmas que han construido su negocio en la vertical de inversiones a reconvertirse nuevamente", explica a iProUP Matías Torres, CEO & cofundador de iKiwi.
Según el ejecutivo, "si bien los cambios son más frecuentes de lo que se esperaba en medio de la pandemia, ahora las iniciativas que endurecen los requisitos para acceder al mercado cambiario hacen mucho ruido en el ecosistema digital".
El emprendedor conoce como nadie el pulso de lo que ocurre en este sector, ya que su plataforma es un agregador de productos financieros provistos por fintech a las personas que buscan préstamos, inversiones, tarjetas, crowdfunding, compra de dólares y acciones, entre otros.
iKiwi hoy trabaja con más de 20 compañías a las cuales se conecta mediante una API para consultar qué tienen para ofrecer y mostrarle a los usuarios las diferentes propuestas que encajan según su perfil. Además de la Argentina, opera en México, Colombia, República Dominicana y España.
"En medio de esta tormenta sanitaria y económica, el panorama vuelve a endurecerse porque las restricciones no sólo cierran el mercado cambiario, que en estos momentos es para pocos, sino que oscurece el panorama, ya que vuelven a modificar las reglas de juego justo en momentos en los que se tienen que dar certezas", enfatizó Torres.
Además, la nueva disposición del BCRA dispone que si una persona compró "dólar solidario" no podrá realizar operaciones de dólar Bolsa o contado con liquidación por los 30 días posteriores a la fecha en que realizó esa adquisición de divisas.
De todos modos, existen opciones tradicionales como adquirir hasta u$s200 más el impuesto del 30% en plataformas fintech que actúan bajo la modalidad de casas de cambio online con autorización para esta actividad y en los nuevos bancos digitales.
Las fintech de inversiones más completas tienen en su cartera Dólar MEP, una opción para aquellos que poseen más conocimiento del mercado financiero, ya que requiere de la compra y venta de un bono.
Quienes no se animan a operaciones más complejas, como las que involucran a la plaza bursátil, pueden optar por dolarizar sus ahorros a través de monedas virtuales (DAI, Eter o Bitcoin, por ejemplo).
Para hacerse de estas divisas no hay que abonar el impuesto del 30%, si bien su cotización está basada en un dólar cercano al blue. Tampoco aplica el cupo de los u$s200 por mes: sólo tienen el tope de la UIF para informar sobre lavado de dinero, equivalente a $200.000 por operación.
Perdedores y ganadores
Torres no duda en definir como tensa la relación entre la nueva cúpula del Banco Central y las fintech. "El directorio del BCRA no se caracteriza por simpatizar con este sector innovador", lamenta.
En efecto, Miguel Pesce lanzó a principios de año varias regulaciones para:
- Evitar las transferencias entre cuentas virtuales de empresas
- La obligación de mantener los fondos en cuentas a la vista
- Y un régimen de información similar a la que realizan los bancos.
En las últimas semanas, además:
- Se eliminaron los débitos directos en los cobros de los préstamos online
- Luego se dio marcha atrás con el cobro del Ingreso Familiar de Energencia a través de billeteras virtuales para personas que no tienen cuenta bancaria
"Los continuos cambios en las reglas de juego detienen los proyectos de inversión. El negocio tiene techo para escalar y las condiciones del mercado son muy adversas", critica Torres.
Al respecto, revela que "en las últimas semanas varias plataformas han detenido su actividad hasta tener en claro cómo operar y analizar si el negocio será rentable a mediano plazo, ya que la inversión para lanzar un emprendimiento innovador requiere muchos recursos".
"Como siempre, aquellas que tienen detrás un grupo inversor con músculo financiero terminarán por concentrar el mercado, situación que el ecosistema venía a romper con pequeños proyectos alternativos que se diferencian de la banca tradicional", agrega el emprendedor.
Por su parte, el abogado especializado en temas cambiarios Matías Otero afirma a iProUP que el verdadero impacto de las medidas del BCRA se sentirá con fuerza en el negocio de las monedas digitales, ya que quienes deseen comprar más de u$s200 mensuales y no puedan acudir al contado con liquidación se verán tentados a adquirir un Bitcoin o una DAI.
En tal sentido, Gabriel Vago, de la casa de cambio virtual ArgenBTC, remarca que el endurecimiento del cepo beneficia en forma indirecta a quienes operan con divisas digitales, si bien "no cambia las reglas de juego de nuestro partido".
Anelli explica que la diferencia entre un Bitcoin y una DAI es que la última es una stablecoin: al estar respaldado su precio por el dólar, busca dejar de lado la especulación y la gran volatilidad de otras divisas virtuales para convertirse en una vía de ahorro.
Además, señala que el Bitcoin es más difícil de monetizar una vez que se entró, mientras que una stablecoin permite entrar con pesos y salir con dólares depositados en una cuenta bancaria. Es más: algunas fintech internacionales llevan billetes verdes a cuentas en el exterior mediante el contado con liquidación a través sus propias casas matrices.
No obstante, BuenBit es una fintech que opera en pesos y en dólares, algo muy poco frecuente en el mercado. Ofrece DAI, Eter o un mínimo de 0.00000001 Bitcoins, unidad conocida como "Satoshi" y hoy equivale a 500 pesos.
Con esas monedas, tanto compradas en pesos como en divisas estadounidenses, se puede hace arbitraje en cualquiera de las 20 plataformas especializadas que operan en la Argentina para obtener el mejor precio y así lograr tener dólares depositados en el propio banco adquiridos de manera legal, con una ganancia y sin las limitaciones del cepo.
Este procedimiento es posible porque esas plataformas de monedas digitales son un mercado en sí mismo, a diferencia de los bonos que cotizan todos en una misma Bolsa, aunque no se tradea como en el mercado bursátil, ya que en cada fintech el Bitcoin tiene un precio fijo.
Bitcoin: ¿para dolarizarse o ahorrar?
Matías Bari, del exchange SatoshiTango, asegura que la mayoría de los usuarios no usa las monedas digitales para hacer arbitraje, sino como reserva de valor. "Muchos vendedores son freelancers que recibieron pagos por servicios en divisas virtuales, las vendieron y depositaron el dinero en el banco", revela el ejecutivo.
Bari considera que esto es lógico, porque sería imposible que todos los operadores hicieran arbitraje sin que el mercado colapsara.
Vago y Bari coinciden en que la mayoría de las plataformas de monedas digitales prefieren no operar con dólares, precisamente por temor a los continuos cambios regulatorios. Además, los operadores minoristas recurren muchas veces a otros particulares para vender los Bitcoin o DAI que compraron en pesos.
Bari asegura que el cepo y su profundización en realidad no benefician a nadie, aunque circunstancialmente se puedan observar ganadores y perdedores entre las fintech.
"Me gustaría tener las reglas de juego de Estado Unidos y no las de Venezuela, donde también se negocian mucho con Bitcoin por la pérdida de valor de la moneda y a las restricciones", concluye.
*Dolores Olveira - olveiradolores@gmail.com