La cuarentena, que terminó extendiéndose hasta el 13 de abril, cambió la vida de los argentinos y afectó de manera notoria a quienes envían o reciben remesas (dinero), generalmente, a comienzos de cada mes.
Más del 50% de la población no está bancarizada, por lo que enviar una ayuda familiar, en este contexto, se ha convertido en un auténtico problema. Sin embargo, esta situación extraordinaria, a la vez, permitió el avance de las plataformas digitales que posibilitan la realización de transferencias sin moverse de la casa.
El efecto cuarentena
Una de las empresas más afectadas por esta situación es, sin lugar a dudas, Western Union. En estos momentos, está operando con solo el 25% de sus locales abiertos, según reconocieron a iProUP fuentes del gigante estadounidense.
Si bien ofrece la posibilidad de transferir a cuentas bancarias (hasta tiene una app), el servicio principal se basa en que las personas se acerquen a un local para enviar o recibir efectivo. Y este es, precisamente, el gran problema que enfrenta.
Hoy día, sólo se puede acceder a esta prestación a través de las sucursales de Correo Argentino y en diferentes comercios, como supermercados, farmacias y estaciones de servicio, entre otros. En este marco, como es de esperar, las operaciones de Western Union han disminuido notablemente.
"Mientras dure la cuarentena, soportaremos cualquier política del Gobierno, reduciendo riesgos y todo lo que el orden público imponga", señala con resignación a iProUP Maximiliano Babino, gerente general de Western Union.
Desde hace prácticamente dos años, Argentina pasó a ser un receptor de remesas. Es decir, es mayor el volumen de dinero que ingresa que el que se envía al exterior. Esa mayor cantidad de transacciones proviene de España y Estados Unidos, que concentran el 30% de la totalidad. Y este es uno de los pilares de Western Union en el país.
Por la cuarentena, desde la compañía indican que el servicio digital (las transferencias bancarias a través de la web) "funciona sin problemas". Pero esto sólo representa una minoría de los usuarios.
Un escenario similar atraviesa Cobro Express, compañía de servicios del interior que hace un año lanzó su servicio de remesas con foco en pequeñas y medianas localidades de Santa Fe, Córdoba y Provincia de Buenos Aires.
Ignacio Picatto, gerente de operaciones, detalla a iProUP que, pese a trabajar con una amplia red de comercios -con 2.000 establecimientos en 900 pueblos y ciudades- hoy está "100% suspendido". "Todos están afectados por la misma situación", lamenta.
Toda crisis es una oportunidad
Muchos de los que usan este tipo de servicios son personas que no están bancarizadas y necesitan enviar o recibir dinero para solventar sus gastos cotidianos.
Desde las distintas empresas consultadas por iProUP coinciden en que el perfil de cliente de las remesas es "recurrente". Es decir, recurre a este servicio todos los meses, por lo que el avance de la pandemia y las restricciones para movilizarse transforman el actual contexto en una situación sumamente apremiante.
Aquí es donde entran en juego las plataformas digitales que posibilitan transferir sin tener que desplazarse hacia un lugar. Las firmas que operan en este segmento han ganado mucho terreno en el mercado argentino y proyectan un escenario de crecimiento sostenido.
Una de las más conocidas es Paypal, la estadounidense que opera como un sistema transferencias en línea, que desembarcó hace relativamente poco en Argentina. Desarrolla sus actividades con Nubi, firma de capitales locales que oficia de procesadora de pagos. Es decir, vincula al usuario de Paypal con una cuenta bancaria.
Esta plataforma experimentó un crecimiento significativo desde su arribo, y si bien es cierto que desde septiembre pasado le quitaron la posibilidad de transferir desde una cuenta bancaria a una de Paypal (ahora, sólo puede hacerlo entre usuarios de PayPal), desde la empresa reconocen que este era más bien un "servicio secundario".
En efecto, el mayor volumen de operaciones de la fintech proviene de la posibilidad de que un usuario de Argentina pueda recibir dinero del exterior. El sistema es muy simple: una persona del extranjero le hace una transferencia a otra con cuenta de Paypal (en Argentina) y recibe los fondos en su caja de ahorro, pesificados al dólar oficial.
Como este sistema implica que no necesite moverse de su casa, el negocio no se vio afectado por la cuarentena y tanto los volúmenes como la cantidad de transacciones se mantuvo estable en las últimas semanas. Lo mismo sucede con TransferWise, una remesadora de origen europeo que se basa en las transferencias digitales y ha desembarcado hace algunos meses en Argentina.
La firma había crecido mucho desde su llegada al país –por sus costos y bajas comisiones–, pero experimentó un standby a partir de las regulaciones impuestas en los últimos meses en el mercado de fintech.
Ciertamente, estos servicios online son muy utilizados porque, además de su practicidad, suelen ser más económicos que los tradicionales. Por ejemplo, Nubi para el retiro desde la cuenta Paypal cobra un 0,5% por envíos mayores a los u$s2.000 y u$s10 por transferencias menores a ese monto.
En diálogo con iProUP, Mariela Sandroni, Chief Marketing Officer de Nubi, destaca que la experiencia del usuario la tienen "bien cuidada" y le hacen seguimiento constante para que se sienta cómodo con los servicios que brinda. "Buscamos que la experiencia online sea lo más sencilla posible", indica.
En este sentido, según pudo saber iProUP, ya estaría más que avanzado un ambicioso proyecto de Nubi para lanzar una tarjeta prepaga Visa -similar a la Mastercard que ofrece Ualá- que apunta a un mercado objetivo de 13 millones de usuarios no bancarizados.
"Estamos acelerando el desarrollo de la cuenta digital", se entusiasman desde la firma, y reconocen que "pusieron sexta" para apurar la salida. "Este proyecto es de alta prioridad", aseguran. En principio, la tarjeta será gratuita, permitirá realizar transferencias y gozará de "todos los beneficios de la red Visa". En tanto, a Paypal y TransferWise se le sumó recientemente un nuevo competidor en el mercado local: Xcoop.
Se trata de una compañía de origen local que declara abiertamente que su objetivo es ser –nada más ni nada menos– la verdadera competencia de Western Union en la Argentina y el resto de Latinoamérica.
Como ejemplo, señalan que quieren hacer lo mismo que TransferWise en Europa: competirle a Western Union con una propuesta digital innovadora que se adapte a las necesidades locales, que sea transparente y le ofrezca menores costos al usuario.
Con foco en las demandas locales de remesas, Xcoop tiene como principales clientes a las comunidades colombiana, peruana, paraguaya, boliviana y venezolana que residen en el país.
Se trata de un mercado para nada pequeño: por ejemplo, a Paraguay se envían unos 800 millones de dólares al año, monto similar al que sale para Bolivia, mientras que a Perú llegan otros 600 millones de dólares.
Estas personas, que realizan para sus familias 12 o 13 envíos al año, hoy están encontrando serias dificultades para transferir a sus países de origen. "Tenés la problemática de que las familias dependen de ese ingreso que viene de Argentina", declara a iProUP, Alex Torriglia, CEO de Xcoop.
La cuarentena obligatoria, y el correspondiente cierre de locales de envío de remesas tradicionales provocó una suba exponencial de usuarios de Xcoop, que si bien hizo su debut en diciembre, recién hace un mes comenzó a operar en el mercado doméstico.
Según detallan fuentes de la empresa a iProUP, unas 200 personas se venían sumando cada semana a la plataforma, pero ese número se disparó a 13.000. Y en la firma esperan que ese crecimiento se siga manteniendo constante o incluso sea aún mayor: apuntan a contar con medio millón de personas en el transcurso de un año.
En ese sentido, la empresa está jugando fuerte bajo la nueva y extraordinaria situación y, en este marco, inició una campaña "agresiva" por la cual ofrece servicio gratuito de envío a Bolivia y Perú. En este marco, Xcoop lanzó en México una tarjeta prepaga Mastercard que podrá estar a disposición en el resto de Latinoamérica en breve. "Apuntamos a crecer en remesas, a ampliarnos al mercado no bancarizado en general y luego al de pago de servicios", explica Torriglia.
"El tema de las remesas es un problema enorme y no se está tocando en las esferas del Gobierno", agrega el CEO de la compañía, quien mantuvo conversaciones con funcionarios de ANSES para explorar la posibilidad de emitir una tarjeta prepaga para los jubilados que no usan tarjeta de débito a través del Banco Nación.
En tanto, desde Western Union indican que no van a cambiar su estrategia por una situación que consideran "circunstancial" y apuntan a reforzar la imagen de empresa líder. Las fintech, por su parte, avanzan a contrarreloj para atraer al público no bancarizado y llevarlo al mundo digital.