Los clientes de la banca online son un 33% más rentables que los clientes de la banca tradicional, aseguró hace un año Piyush Gupta, el consejero delegado del mayor banco de Singapur, DBS, durante una presentación de su estrategia digital. Las declaraciones provocaron en ese momento una fuerte subida de las acciones.
Desde el lanzamiento de sus bancos móviles en India e Indonesia en los dos últimos años, DBS ha registrado a más de 2,6 millones de usuarios que operan mediante su huella digital, que generan una rentabilidad media sobre el capital del 27%, frente al 18% que obtiene de los clientes de sus oficinas bancarias tradicionales.
DBS indicó que gana 1.300 millones de dólares de Singapur (aprox. 835 millones de euros) de cada uno de sus clientes digitales; más del doble de lo que extrae hoy en día de sus clientes tradicionales.
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Estos datos explican en parte por qué las acciones de DBS subieron más de un 40% el año pasado y siguen superando a la gran mayoría sus rivales. Actualmente, su capitalización de mercado es de 61.000 millones de dólares de Singapur, lo que supera a muchos rivales europeos, incluidos Barclays, BBVA y Deutsche Bank.
En ese sentido, han sido pocos los grandes bancos que han podido aportar datos concretos sobre su reacción ante el creciente desafío de la revolución digital.
En Europa ya han surgido 1.400 'neobancos', proveedores de pagos y fintech desde 2005, de acuerdo a un reciente estudio de Accenture. En 2016, obtuvieron 58.000 millones de euros de ingresos anuales, el equivalente a entre el 6% y el 7% del total de la industria.
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Las grandes firmas de tecnología también están ampliando sus servicios financieros. Amazon ofrece servicios de pago y préstamos a los vendedores de su plataforma, mientras que Facebook posee una licencia de dinero electrónico en Irlanda y su servicio de mensajes WhatsApp está desarrollando una oferta de pagos en India. Alibaba y Tencent, por su parte, se han convertido en los operadores dominantes en la industria de pagos de China, cuyo valor asciende a 5,5 billones de dólares.
Los bancos están respondiendo de distinta forma a esta transformación digital. Sus reacciones pueden agruparse en cinco categorías:
1.'Ataque digital'. Estas empresas consideran que la mejor defensa es un buen ataque. Aquellos que cuentan con las estrategias digitales más avanzadas, como DBS, han lanzado sus propios bancos digitales para entrar en nuevos mercados o defender su territorio.
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Goldman Sachs, por ejemplo, creó un servicio digital de ahorro y préstamos al consumo llamado Marcus y ha acumulado más de 26.000 millones de dólares en depósitos y ha prestado más de 3.000 millones a clientes, generando unos 1.000 millones de dólares de ingresos nuevos. El banco holandés ING, por su parte, adoptó una estrategia similar el año pasado con Yolt, un medio pensado para recopilar toda la información financiera en un mismo sitio, controlar sus gastos y ahorros y obtener consejos para ahorrar dinero. Yolt tiene más de 400.000 usuarios en Reino Unido, y se expandirá a a Francia e Italia. Ross McEwan, CEO de Royal Bank of Scotland, reveló que ya trabajan en seis unidades digitales independientes. Una de ellas, Bó, pretende competir con fintech como Monzo ayudando a los clientes a gestionar mejor su dinero.
2.Adquisiciones. Debido al enorme costo y complejidad de mantener sus viejos sistemas, algunos bancos consideran más fácil comprar o invertir en una start up que haya construido su plataforma digital desde cero. Un ejemplo es BBVA, que compró varias nuevas firmas digitales como Simple en EEUU, Atom Bank en Reino Unido y Holvi en Finlandia. Además, invirtió 250 millones de dólares en Propel Venture Partners, un fondo de capital riesgo independiente para invertir en fintech de todo el mundo. BPCE, la cooperativa francesa formada por la fusión de Banques Populaires y Caisses d'Epargne, compró Fidor Bank, una entidad online con más de 120.000 clientes en Alemania y Reino Unido.
3.Asociaciones. Algunos directivos bancarios se quejan de que las grandes tecnológicas ofrecen servicios financieros sin tener que cumplir la costosa regulación que afrontan las entidades bancarias tradicionales no ha impedido a algunos bancos formar equipo con estas firmas. Un ejemplo de ello es el acuerdo potencial entre JPMorgan Chase y Amazon, que uniría al mayor banco y a la mayor compañía de comercio electrónico de EEUU.
La operación daría a JPMorgan acceso a 100 millones de clientes de Amazon que utilizan el servicio Prime, y podría extenderse a otras áreas, como cuentas corrientes de Amazon. En Asia, Standard Chartered se unió a Alipay para lanzar un servicio digital de giros, que utiliza la tecnología del blockchain para enviar dinero entre fronteras rápido y a bajo costo. Ambos grupos también se han aliado con GCash, la división de pagos móviles de Globe Telecoms en Filipinas, para permitir a la gente enviar dinero entre Hong Kong y Filipinas usando sus teléfonos móviles. El plan es expandir el servicio a otros mercados.
4.Diversificación. Algunos bancos están utilizando las nuevas tecnologías para entrar en otros mercados. Dave McKay, CEO de Royal Bank of Canada, reveló recientemente una estrategia para convertir a la entidad en una "plataforma" más amplia con una oferta de servicios diversa, desde registrar una start up a ayudar a la gente a alquilar su casa en Airbnb. El RBC también se ofrece a investigar los barrios, hacer la mudanza e incluso pintar la casa. Otros bancos también se están diversificando. Barclays, por otro lado, se ofrece a guardar en la nube documentos importantes, como pasaportes y certificados de nacimiento.
5.'Si no puedes con ellos, únete'. En ocasiones, los bancos deciden que la amenaza de la competencia digital es tan grande que tienen que cambiar sus modelos de negocio. Ana Botín, presidenta ejecutiva de Banco Santander, reveló que veía a su hijo utilizar un servicio rival para transferir dinero al extranjero de forma más rápida y barata, y que eso la había convencido para convertir a Santander en el primer banco internacional en lanzar un sistema de pagos transfronterizo basado en el blockchain. Hace cinco años, el francés BNP Paribas creó Hello Bank como banco digital independiente. Hoy, esa empresa posee más de tres millones de clientes, incluidos los que obtuvo con las adquisiciones de Consorsbank en Alemania y Compte-Nickel en Francia. Vale aclarar que no resulta fácil lanzar nuevos servicios. El banco suizo UBS anunció en agosto el cierre a nuevos clientes de su servicio automatizado de inversión online SmartWealth, ya que consideró que el alto precio del uso del servicio y la elevada inversión mínima habían ahuyentado a los clientes potenciales. UBS concluyó que el "potencial a corto plazo" del servicio era limitado.