Los trabajadores de Amazon y Starbucks iniciaron huelgas en diversas ciudades de Estados Unidos, buscando presionar a ambas empresas para que reconozcan su sindicalización o avancen en las negociaciones de contratos laborales iniciales.

Estas protestas, que coinciden con un periodo de alta actividad económica, reflejan una creciente tensión entre las grandes corporaciones y los sindicatos, que han ganado fuerza tras la pandemia.

Conductores de Amazon y baristas de Starbucks están liderando estas medidas en lugares clave como Nueva York, Los Ángeles y Chicago, reclamando mejoras salariales, beneficios y condiciones laborales seguras.

El contexto sindical en Estados Unidos

Aunque los sindicatos de trabajadores han logrado avances significativos este año en sectores como el entretenimiento, los hoteles y la industria manufacturera, en compañías como Amazon y Starbucks la lucha por los primeros contratos continúa siendo un desafío.

Ambas empresas, con sede en Seattle, han resistido los esfuerzos de sindicalización, argumentando que cumplen con la legislación laboral y ofrecen salarios competitivos.

En el caso de Amazon, los Teamsters han tomado la delantera organizando a conductores y empleados de almacén, exigiendo negociaciones contractuales que la empresa ha evitado, calificando las demandas sindicales como "narrativas falsas".

Por su parte, Starbucks Workers United denuncia que la cadena de cafeterías incumplió su compromiso de cerrar un acuerdo este año, intensificando los conflictos.

Impacto político y económico

Expertos como John Logan, de la Universidad Estatal de San Francisco, señalan que la proximidad del gobierno de Donald Trump genera urgencia en estas disputas, ya que un cambio en la mayoría de la Junta Nacional de Relaciones Laborales podría inclinar la balanza en contra de los sindicatos.

Mientras tanto, Trump ha enviado señales mixtas, designando figuras afines al sindicalismo en roles clave, pero manteniendo una postura ambigua sobre las demandas laborales.

Estas huelgas no solo buscan apoyo público, sino también un cambio en la narrativa sobre las relaciones laborales en Estados Unidos.

Las acciones de los sindicatos, que podrían extenderse hasta la Nochebuena, serán decisivas para definir el futuro de los derechos laborales en empresas que, aunque innovadoras, enfrentan crecientes cuestionamientos sobre su compromiso con la clase trabajadora.

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