Las últimas investigaciones de las Fundaciones Sadosky y Fundar, organizaciones enfocadas en áreas relacionadas con la tecnología, la investigación y las políticas públicas, mostraron el porcentaje de participación femenina en el sector del software en la Argentina.
Los resultados del estudio indicaron que solo 30% de los puestos están ocupados por mujeres y se caracterizan por ser administrativos o funcionales, algo que provoca que ganen 20% menos que los hombres.
Por otro lado, el estudio mostró la preocupación por la falta de formación de recursos humanos imprescindibles para el dinamismo y la calidad del sector. Además, se cuestiona el abandono de las trayectorias educativas por parte de los estudiantes de informática.
Para abordar esta temática, las organizaciones realizaron la presentación de sus dos investigaciones:
- Conexiones vitales entre educación y trabajo en informática
- Trayectorias laborales femeninas en la industria del software
"¿Cómo y dónde ingresan las mujeres a la industria del software?, ¿cómo funciona la segregación una vez que están adentro?, ¿cómo hacemos para sostener su trayectoria?" preguntó en su presentación, Nieves Puglia, directora del Área de Géneros de Fundar.
Fernando Schapachnik, director ejecutivo de la Fundación Sadosky, indicó que "atender y entender cómo se encadenan las inequidades entre la educación universitaria y el sistema productivo resulta fundamental para promover la inserción sostenible de todas las personas".
La desigualdad de género en el sector de informática y software
Históricamente, las mujeres representan una minoría en las carreras de:
- Ciencia
- Tecnología
- Matemática
- Ingeniería
Del total de los estudiantes de grado, el porcentaje de varones que cursan estos estudios triplica al de las mujeres. La disparidad aún es mayor cuando se hace foco en la carreras informáticas.
Mujeres que trabajan en la industria compartieron experiencias de discriminación o maltrato a causa de su género. Muchas manifestaron sentirse subestimadas y cuestionadas, especialmente aquellas que ocupan roles funcionales y son nuevas en los equipos.
"En general, hay más hombres que mujeres con titulación universitaria en informática. Y una cosa es programar y otra poder dirigir un desarrollo de software. Ahí está el valor de la formación universitaria, que no es solo saber programar, sino también tener un pensamiento abstracto", detalló Paula Luvini, investigadora del área de Datos en Fundar.
La formación universitaria, una condición fundamental para la incersión laboral en el sector
El estudio de Sadosky analizó cómo las carreras universitarias de informática interactúan con la industria de software.
Uno de los resultados más destacados fue que más de 60% de los abandonos en las carreras de informática ocurren durante los primeros años de formación, cuando los estudiantes se encuentran fuera del mercado laboral del sector.
Por otro lado, se demostró que los egresados tienen una mayor representación en ocupaciones informáticas y se destacó que completar los estudios universitarios es el factor clave para acceder a mejores oportunidades laborales.
"Los desafíos identificados en este estudio invitan a repensar cómo ambos sectores pueden colaborar para crear espacios de trabajo conjunto que permitan una inserción más eficiente de las y los estudiantes al mundo laboral que aseguren su terminalidad educativa, contribuyendo así a la construcción de un ecosistema tecnológico más robusto y sostenible", reflexionó Mara Borchadt, Directora de Program AR