"Me voy de Accenture después de casi 4 años y tengo que devolver la mochila porque si no me la descuentan de la liquidación final", sentenció @DerMandelbaum en X, la red social antes conocida como Twitter.
Y no solo es la mochila, es todo lo que incluye el merch (auriculares, mouse, y sí, la taza también) y, por supuesto, la notebook si es que le dieron una al colaborador.
Si bien la empresa fue escrachada en redes sociales, no es la única que tiene esta práctica.
Kit de bienvenida: de quién es la mochila y la notebook
¿Tiene una explicación esta práctica? Consultados por iProUP, responsables de RRHH que trabajaron en consultoras con operación en la Argentina revelan que pedir la mochila tiene que ver con que los talentos puedan devolver la notebook en un empaque que la proteja.
"Muchas veces te traen la compu en una bolsa de supermercado, sin ningún tipo de cuidado. Además, se busca reutilizar los elementos para tener el mínimo impacto ambiental", detalla un exlíder de otra consultora.
Lo cierto es que a estas explicaciones lógicas se le contrapone lo que sucedió en redes sociales, pero ya antes pasaba de boca en boca: los colaboradores salen a destruir a la marca empleadora al sentirse maltratados. Tanto que ninguno ocultó su disgusto y fueron varios lo que salieron a apoyar al denunciante hasta convertir en tendencia el tema.
Giuliana Iannici, People & Culture Manager en Grupo Ceta, remarca a iProUP que el kit de onboarding es "una de las primeras impresiones que tiene el colaborador de la compañía a la que ingresa, además de ser una linda manera de recibirlo y darle la bienvenida".
"Es de mucha utilidad para empezar a generar sentido de pertenencia y que la persona pueda sentirse cómoda y equipada para desempeñarse de la mejor manera. Suele estar compuesto por una mochila, un cuaderno o anotador, una botella o vaso, y también algo de merchandising relacionado con el lugar de trabajo", detalla.
Ahora bien, esta experta asegura que "algunas organizaciones suelen pedirlo para reasignarlo y no 'perder' la plata de esa compra".
"Desde Grupo Ceta lo tomamos como una inversión, una herramienta de marca empleadora más que una erogación. Es un momento en que las organizaciones buscan distintas maneras de alcanzar a sus potenciales candidatos y el kit de onboarding representa una de estas", afirma Iannici.
Pedir el kit es "no pensar en tu gente, en tu empresa y en el entorno, y en que cada simple acción que hagas tiene una consecuencia inmediata", advierte a iProUP Miguel Gayol, gerente de Recursos Humanos en Bayton Group.
"Este tipo de acciones impacta en forma negativa sobre la percepción de los colaboradores, pasados, futuros y actuales. Sumado a esto su círculo de influencia, generando un efecto dominó. Es una acción insignificante en cuanto al costo, pero de impacto en cuanto a imagen", complementa Gayol.
El gran problema es que estas decisiones van dañando la marca empleadora, y tener una que se debilita "puede generar dificultades para atraer talento, seguir generando sentido de pertenencia en las personas que ya son parte de la organización y, fundamentalmente, puede ocasionar que el mercado construya una percepción negativa de la compañía, la cual suele ser muy difícil de revertir", aclara Iannici.
Kit de bienvenida: cuál es el costo de reclamar la mochila y la notebook
Con acciones como la de pedir de vuelta la mochila de los colaboradores cuando dejan la empresa se puede perder mucho más de lo que se ahorra. "Cuesta mucho revertir el daño que genera en la marca empleadora", dice Gayol.
"Hay que comprender que hoy no solo elegimos a los empleados, sino que ellos nos analizan, nos exploran y nos eligen o no. Esto está relacionado por una cuestión de compartir o no mismos valores, sentirse o no identificados con procesos y políticas", completa.
Sebastián Maciarello, gerente de BPO y Selección de Auren Argentina, resalta a iProUP que "estas acciones, aunque aparentemente pequeñas, pueden minar la confianza y el sentido de pertenencia, pues los empleados interpretan estos gestos como una falta de aprecio por su tiempo y contribución a la organización".
Además, el eco que "estos incidentes pueden generar en redes sociales y plataformas de evaluación laboral amplifica el impacto, afectando la capacidad de la empresa para atraer nuevo talento", suma Maciarello.
"Difícil creer que en términos económicos hay un mínimo ahorro, este tipo de situaciones se viralizan rápidamente en el mundo laboral y cuando un candidato esté evaluando a la empresa, tendrá ya por defecto esta anécdota indeseada en la cabeza", refuerza Celeste Dovale, gerente de Gestión del Talento para Latinoamérica de Strix.
Y aconseja: "Como compañías, no solo debemos ocuparnos de un onboarding adecuado, sino también, de un offboarding pertinente en pos de agradecimiento por el tiempo trabajado en equipo", aconseja Dovale.
Algunos de los mayores errores que pueden afectar negativamente a una marca empleadora incluyen "la falta de transparencia en los procesos de selección y despido, una mala gestión de la salida de los empleados, y la falta de reconocimiento a las contribuciones de los trabajadores", enfatiza Maciarello.
Por su parte, Dovale considera que "uno de los principales errores es, durante el proceso de atracción de talento y entrevistas, vender una empresa que no es. Es una situación que, al ingresar el candidato, no se puede sostener, y la promesa de valor, se cae instantáneamente".
Según la líder de Strix, "es común escuchar que se exageran los beneficios o los desafíos que tendrá el colaborador cuando se incorpore o se hablan maravillas de los equipos de trabajo, y resulta que no son tales. La mejor y peor marca empleadora siempre será el boca en boca, por eso, es tan importante la sinceridad ante todo, y no prometer cosas que luego no puedan cumplirse".
"Acciones como pedir la devolución del kit de bienvenida, especialmente cuando no es una práctica común, pueden ser percibidas como una señal de desvalorización de la relación laboral, minando la percepción de la cultura de la empresa", concluye Maciarello.