En un contexto económico adverso, la batalla entre el salario y los precios parece intensificarse sin tregua. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la inflación minorista de agosto alcanzó 4,2%, superando las estimaciones y acumulando un alza interanual del 236,7%.
Esta dinámica inflacionaria está empujando cada vez más a los argentinos a demandar salarios más altos, con cifras que ya superan el millón de pesos mensuales en algunos sectores.
Sueldos: qué cifra pretenden los trabajadores y qué pasa con la informalidad
La última edición del Informe Index de Bumeran revela que el salario pretendido promedio en julio alcanzó los $1.003.148 por mes, lo que supone un aumento de 9,15% en comparación con el mes anterior, superando en casi cinco puntos porcentuales a la inflación del período.
Sin embargo, a pesar de esta recuperación puntual, las remuneraciones siguen por debajo del costo de vida acumulado en lo que va del año. En efecto, Carolina Molinaro, Head of Marketing de Jobint (firma detrás de Bumeran) remarca que las remuneraciones pretendidas aún no pudieron empatar a la inflación acumulada, que supera a la tasa de incremento salarial en 17 puntos porcentuales.
Fuente: Bumeran
Dentro de los distintos niveles de seniority, los sueldos promedio varían considerablemente:
- En las posiciones de supervisor y jefe, por ejemplo, el promedio salarial alcanzó los $1.345.571 por mes, mientras que en el nivel semi senior y senior, el salario pretendido llegó a $1.033.966 por mes
- Los puestos junior, en cambio, promediaron $723.883 mensuales, un aumento del 10,67%, con sectores como Recursos Humanos y Administración y Finanzas destacándose con las mayores demandas
Los sectores que encabezan las pretensiones salariales más elevadas están relacionados con industrias especializadas como la Ingeniería Textil, que en el nivel de supervisión o jefatura exige $2.675.000 por mes, seguido por Construcción con $1.975.000 en los niveles semi senior y senior.
En cambio, sectores como los Camareros, con sueldos promedio de $425.000 por mes en el nivel junior, y Telemarketing, con $550.000 por mes en las posiciones de supervisor, muestran una marcada disparidad en las expectativas salariales.
Fuente: Bumeran
La inflación no solo afecta a los trabajadores formales. El empleo informal, que creció aceleradamente en los últimos años, se consolidó como una realidad preocupante.
Según datos del INDEC, en los últimos cuatro años, mientras se generaron 363.000 puestos "en blanco", el número de empleos informales aumentó en 568.000, reflejando una relación de 1,5 trabajos en negro por cada empleo registrado.
Este crecimiento de la informalidad impacta profundamente en los salarios y en el acceso a derechos básicos, como la seguridad social y las jubilaciones.
En esta dinámica, los trabajadores informales, que representan una gran parte de la fuerza laboral, ven sus ingresos deteriorarse aún más por la inflación, sin ninguna de las protecciones que ofrece un empleo formal.
Salarios pretendidos en niveles junior (crédito: Bumeran)
Sueldos vs. inflación: el análisis de los economistas
Economistas consultados por iProUP coinciden en que la devaluación y la inflación están llevando a los salarios a niveles históricamente bajos. Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, subraya a iProUP que la clave para entender lo que está ocurriendo es la heterogeneidad.
"El salario privado registrado, que representa solo el 40% de los sueldos en el país, logró en algunos convenios colectivos de trabajo recuperar lo perdido en los meses pasados. Sin embargo, el 60% restante, compuesto por trabajadores informales y empleados públicos, sigue lejos de recuperar lo perdido", asegura.
Kalos también destaca que el sueldo medio se derrumbó drásticamente desde 2016. "A pesar de algunos repuntes en ciertos sectores, la gran mayoría de los trabajadores sigue muy por debajo de los niveles salariales de hace años. La masa de ingresos de los hogares cayó a mínimos históricos y, con la actual política económica, no se ve una solución en el corto plazo".
Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, suma a iProUP que el impacto del costo de vida en ascenso se transformó uno de los principales factores empobrecedores.
"Para financiar los excesos de gastos del Gobierno, el Banco Central emite dinero, lo que quita poder adquisitivo. Sin embargo, con la desaceleración inflacionaria actual, estamos viendo una recomposición en los salarios reales", señala Abram.
Además, el director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso destaca la importancia de consolidar esta suba: "Para sostener esta mejora, necesitamos que la recuperación económica sea lo más fuerte posible, lo que también impulsará los salarios".
Salarios pretendidos en niveles senior y semi-senior (crédito: Bumeran)
Por su parte, el economista Iván Carrino, remarca a iProUP que los últimos datos muestran una mejora del salario privado en términos reales, con un aumento del 7,3% desde diciembre, pero advierte que aún no es suficiente.
"A pesar de esta recuperación reciente, aún estamos 29% por debajo de los niveles de septiembre de 2019 y 42% detrás de diciembre de 2017", lamenta.
En ese contexto, Carrino resalta que con la inflación estabilizándose y una economía en recuperación, es probable que el salario real siga mejorando, aunque queda un largo camino para recuperar lo perdido.
El análisis de los economistas consultados por iProUP refleja un escenario complejo en el que los salarios, a pesar de ciertos repuntes, siguen muy por debajo de lo que eran hace algunos años, especialmente para los sectores más vulnerables.
Al respecto Kalos subraya que el país sigue en un proceso en el "cual la masa de ingresos a los hogares perdió muchísimo poder adquisitivo, está en pisos históricos. Lo reconoce el propio Gobierno con datos oficiales publicados por el Banco Central".
"No está en el horizonte una recuperación significativa, sólida, sustentable. Entonces tenemos un problema ahí: la inflación le sigue ganando a los ingresos totales de los hogares argentinos", concluye.