En un mundo cada vez más interconectado, donde las redes sociales son una extensión de nuestra vida personal y profesional, las publicaciones en estas plataformas pueden tener consecuencias inesperadas.
iProUP accedió a una investigación especial elaborada por Bumeran, bautizada como "Redes Sociales y Empleo", donde se deja en evidencia que el 76% de los especialistas en recursos humanos (RRHH) en Argentina considera que lo que los empleados publican en redes sociales podría poner en peligro su posición en las organizaciones.
La investigación destaca la preocupación de los expertos sobre cómo el contenido en redes sociales puede afectar tanto la cultura organizacional como la imagen corporativa.
Es importante señalar que el estudio dejó en evidencia que este es el porcentaje más alto en la región, seguido por:
- Panamá con un 72%
- Perú con un 71%
- Chile con un 69%
- Ecuador con un 63%
Al respecto, Federico Barni, CEO de Jobint (firma que engloba a Bumeran), subraya que los especialistas en recursos humanos creen que cierto contenido en redes sociales puede afectar la posición de un talento en la organización.
"Esta percepción, como lo demuestra la investigación, en Argentina es la más alta en la región. Además, el 65% de los expertos considera que las publicaciones en estas plataformas pueden repercutir en la cultura e imagen de la organización", advierte.
En cuanto a los datos desglosados, Barni explica que estos "demuestran la importancia de gestionar cuidadosamente la presencia en línea, ya que para los expertos las redes sociales no solo reflejan la personalidad del talento, sino que también pueden influir significativamente en la percepción y reputación corporativa".
Informe Bumeran
Consecuencias laborales y vigilancia
La vigilancia sobre lo que publican los empleados no es un tema menor.
Según el estudio, 3 de cada 10 especialistas en recursos humanos en Argentina admiten que monitorean las redes sociales de los talentos.
De este grupo, el 45% lo hace de manera ocasional, mientras que un 35% lo realiza en situaciones específicas o de crisis.
Además, un 27% de los expertos ha encontrado contenido en redes sociales que generó controversia en la organización, lo que lleva a un análisis más profundo sobre las posibles consecuencias para los empleados.
Cuando se encuentran publicaciones comprometedoras, las acciones de las organizaciones varían.
Un 48% de los especialistas opta por hablar con el empleado para aclarar la situación, mientras que un 26% implementa políticas más estrictas sobre el uso de redes sociales para evitar futuros problemas.
Sin embargo, un 22% de los expertos no toma ninguna medida al respecto, lo que refleja una cierta ambivalencia sobre cómo manejar estas situaciones.
Informe Bumeran
La regulación y las políticas internas
A pesar de que las redes sociales son una parte integral de la vida moderna, solo un 20% de las organizaciones en Argentina cuenta con políticas específicas para regular su uso por parte de los empleados.
El 31% de las empresas ha optado por incluir cláusulas de confidencialidad y protección de datos en los contratos laborales, mientras que un 16% se dedica a educar a sus empleados sobre la importancia de proteger su privacidad en línea.
Por otro lado, un 24% de las organizaciones prohíbe ciertas prácticas en las redes sociales, y en algunos casos extremos, hasta el uso total de estas plataformas por parte de sus empleados.
En este sentido, el 10% de las empresas prohíbe comentarios relacionados con la organización, y un 6% ni siquiera permite que sus empleados mencionen que forman parte de la institución.
Informe Bumeran
Miedo a las repercusiones y la oposición al monitoreo
El temor a que lo que se publica en redes sociales pueda tener un impacto negativo en la carrera es real para muchos empleados.
De hecho, el 60% de los trabajadores en Argentina admite que controla lo que publica en sus perfiles por miedo a repercusiones negativas en su carrera.
Este miedo no es infundado: un 40% ha presenciado o experimentado situaciones en las que las publicaciones en redes sociales generaron consecuencias laborales adversas, incluyendo daños a la reputación y hasta la pérdida del empleo.
Sin embargo, esta vigilancia no es bien recibida por la mayoría de los talentos. Un 64% de los empleados en Argentina se opone a que las organizaciones monitoreen sus redes sociales personales, una tendencia que se mantiene en otros países de la región.