El sector fintech argentino emplea a 34.350 personas, lo que supone un crecimiento del 10% en relación al 2023, motorizado por el auge del uso de las billeteras digitales.
Sin embargo, Ualá anunció hace unas semanas el despido de 140 personas (9% del equipo) en un "proceso de reorganización interna" a nivel regional luego de que su estrategia de expansión generara posiciones duplicadas.
No es la única: PedidosYa también se reestructuró recientemente y otras seguirán su camino, en sintonía con los recortes de personal que atañe al sector tecnológico global.
En el caso de Ualá –como en el resto de las fintech– hay empleados bajo el Sindicato de Comercio, Call Centers, La Bancaria y otros fuera de convenio, según el puesto.
Un abogado laboralista confía a a iProUP: "Puede haber varios encuadramientos convencionales en una misma actividad. El problema es cuando hay muchos trabajadores sin encuadre o una disputa entre ellos".
Ariel Santillán, secretario Adjunto de Unión Informática, indica que en la mayoría de las tecnológicas locales no rige convenio colectivo alguno.
"Excepcionalmente, Unión Informática, Comercio o incluso La Bancaria firmaron acuerdos con empresas IT que obedecen más a la voluntad de las partes, equilibrio de fuerzas o la necesidad de tener un marco de referencia de salarios", amplía Santillán.
En su visión, la ausencia de un marco uniforme y adecuado para toda la actividad generó una amalgama de convenios, posibilitando, por ejemplo, la homologación de actividades que surgieron en la década del 2000 con convenios de 1975, o empresas que firman acuerdos con sindicatos ajenos al rubro.
"En esos casos, difícilmente se pueda representar a esas personas o entender la problemática del sector. Este eje es central y ahí es donde sindicatos específicos aportan valor, entendiendo la dinámica que conlleva la actividad", enfatiza Santillán.
Esteban Sargiotto, miembro de la Asociación Gremial de Computación (AGC), señala a iProUP que los empleados fintech están mal encuadrados o fuera de convenio, lo que implica que su actividad, carrera, escalafón y certificaciones formativas no están debidamente reguladas.
"En nuestra industria, hay muchas empresas que encuadran a los trabajadores en otros sindicatos cuando no corresponde. Las fintech no tienen un convenio colectivo porque hay una discusión razonable sobre si son una tecnológica o financiera", señala Sargiotto.
En AGC consideran que lo que prima esta última actividad, por lo que deberían estar afiliados en La Bancaria, aunque quién debe decidirlo es el Ministerio de Trabajo.
"Si no lo define, queda en una nebulosa y termina pasando que empleados de Ualá, Brubank o Mercado Pago están bajo el encuadre que le parezca mejor a la empresa, que suele ser Comercio, o fuera de convenio", enfatiza.
El debate sobre el encuadre de los 35.000 trabajadores fintech tiene una larga historia protagonizada principalmente por La Bancaria, que sostiene que solo su convenio colectivo puede categorizar todas las posiciones necesarias de la actividad financiera.
"Debe ser aplicado en Mercado Pago y otras entidades de la banca digital, estén sus empleados afiliados o no a la Asociación Bancaria", señala la entidad.
Gustavo Ciampa, abogado laboralista y asesor del gremio, dice a iProUP: "Aunque no se dediquen a toda la actividad, corresponde que estén encuadrados en la Asociación Bancaria, que es la personería gremial más específica y que mejor se adecúa a su negocio principal".
El conflicto de encuadramiento –es decir, las disputas para ver cuál representa el interés colectivo de los empleados de un establecimiento– tiene un procedimiento previsto por la Ley de Asociaciones Sindicales.
"Su resolución puede pasar por diferentes instancias, hasta terminar en la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, cuando dos o más gremios discrepan sobre cuál tiene atribuida la representación de ese colectivo", señala Ciampa.
Según el letrado, "los empleados de las fintech afiliados a la Asociación Bancaria están correctamente encuadrados, mientras que están en falta las que tienen a su personal fuera de convenio o en el ámbito de representación de otros sindicatos".
El Sindicato de Empleados de Comercio de la Capital Federal (SEC) echó más pólvora a la discusión con la reciente reforma integral de su estatuto, que generó rumores sobre la intención de absorber al Sindicato de Trabajadores Bursátiles (SITRABUR), que también disputa con La Bancaria la representación de las fintech.
"Nuestro principal objetivo es proteger los derechos laborales de nuestros afiliados. Cualquier insinuación de que buscamos expandir el gremio a costa de otros es totalmente infundada y desinformada", se defiende Armando Cavalieri, secretario general de FAECYS.
Sin embargo, fuentes del mundo gremial, aseguran que la estrategia de Comercio con el Sitrabur es quedarse con las fintech y que se reformó su estatuto para representar a todos los sindicatos posibles. "Todos vimos el expediente y ahora dicen que es mentira", concluyen.