Un alarmante estudio realizado por Bumeran revela que el 61% de las personas trabajadoras de la región fue discriminada por su edad o se encontró con situaciones de discriminación en el ámbito laboral.
La discriminación se manifiesta de diversas maneras. Entre las más recurrentes, se destacaron:
- El 54% de los encuestados fue rechazado en procesos de selección a pesar de cumplir con los requisitos y tener la experiencia necesaria
- El 17% fue excluido de actividades sociales
- El 15% recibió menor reconocimiento o visibilidad en comparación con colegas más jóvenes.
La percepción de la discriminación varía según la edad: mientras que el 62% de los trabajadores entre 18 y 25 años cree que la edad puede influir en la búsqueda de empleo, este porcentaje aumenta a 86% en los mayores de 40 años.
En cambio, las empresas también son percibidas como agentes discriminatorios: el 77% de los encuestados cree que las empresas consideran la edad como un factor determinante al seleccionar nuevo talento.
La discrimiación por edad tiene un impacto negativo en las oportunidades de ascenso: el 37% de los trabajadores cree que la edad influye en las posibilidades de ascender, mientras que el 21% considera que es un factor determinante.
A pesar de la prevalencia de la discriminación, solo el 35% de los trabajadores en Argentina afirma haberla experimentado en su lugar de trabajo.
Las políticas de inclusión etaria son deficientes: el 57% de los trabajadores en Argentina indica que su organización no implementa políticas para promover la diversidad etaria.
¿Qué se puede hacer para combatir la discriminación por edad?
Los trabajadores encuestados por Bumeran, sugieren:
- Implementar políticas de contratación y promoción basadas en el mérito y las habilidades.
- Brindar capacitaciones sobre la importancia de la diversidad generacional en el trabajo.
- Crear programas de reintegración laboral para personas mayores de 45 años.
La discriminación por edad es una realidad que afecta a millones de trabajadores en Latinoamérica. Es urgente que las empresas y los gobiernos tomen medidas para promover la inclusión y el respeto por la diversidad etaria en el ámbito laboral.