En la Argentina, cerca de 10.000 puestos del rubro informático quedan sin cubrir cada año pese a que los programadores cobren salarios por encima del mercado general.
Según el estudio de compensaciones de la consultora de recursos Hucap, estos expertos cobran cerca de $500.000 si tienen un perfil senior, contra los $218.000 del salario medio del sector privado.
Además, pueden trabajar en dólares para percibir hasta u$s10.000 en forma freelance, lo que aumenta la falta de disponibilidad de programadores que enfrentan las empresas argentinas.
Low code: qué es y cómo funciona
Ante este panorama, comenzaron a surgir alternativas para crear productos digitales con conocimiento de programación mínimos: plataformas low-code, que permiten crear aplicaciones a partir de interfaces visuales.
"Ahora existen nuevas formas que agilizan procesos y permiten a las compañías satisfacer necesidades de clientes con el mejor time-to-market", dice a iProUP Marcelo Fondacaro, CCO de Veritran.
El ejecutivo confía que la tendencia es cada vez más protagonista, ya que "posibilita la creación de soluciones de negocio con poca programación tradicional y sin la necesidad de crear software desde cero. Gracias a su interfaz visual y configuración de drag and drop (arrastrar y soltar), el desarrollo es más rápido, seguro y escalable".
Los números avalan una tendencia que marcará el futuro de las industrias digitales: Gartner calcula que el 70% de las aplicaciones a nivel global serán diseñadas mediante plataformas low-code.
Low code: cómo es el negocio de crear software sin programar
El mercado global de plataformas low-code llegó a u$s7.610 millones en 2021, y se espera que en cinco años supere los u$s36.000 millones. Por ello, no sorprendió que el unicornio argentino Globant haya adquirido a la uruguaya Genexus, líder regional en este tipo de servicios.
"En las empresas más grandes de Latinoamérica hay búsqueda por la abstracción de la complejidad tecnológica para ganar agilidad, reducir costos e impulsar la satisfacción del cliente", confía a iProUP Emanuel Di Matteo, General Manager, Liferay América Latina
Según el ejecutivo, "low code hoy es una palabra de moda", por lo que es un momento ideal para quienes provean estas plataformas, porque en los procesos de transformación digital de las organizaciones alcanzaron nuevos niveles de madurez.
"Las plataformas low code democratizan el diseño de soluciones. Sus usuarios solo poseen conocimientos básicos en programación", asegura Di Matteo, y añade que posibilita el desarrollo de apps, gestión de bases de datos y creación de experiencias digitales.
Por su parte, Gastón Gorsterrazu, CEO de la plataforma para desarrollo de aplicaciones Aptugo, revela a iProUP que "hoy todas las empresas necesitan sistemas digitales: desde un kiosco hasta una mega corporación".
Según los expertos, el low code permite a las empresas salir rápido con algunos productos digitales
"La programación tradicional no sólo no ha logrado brindar soluciones efectivas ante la explosión en la demanda sino todo lo contrario: se ha vuelto más cara, compleja y lenta. Con el factor adicional de que dos de cada tres proyectos fallan, porque no se terminan de completar o no cumplen con el objetivo buscado", completa.
Además, el problema no es sólo argentino: "Solo en EE.UU. hay 1 millón de puestos sin cubrir y en el Reino Unido, otro de los grandes mercados, esa cifra es de 1,2 millones", revela Gorsterrazu.
Low code: se puede trabajar de programador sin saber programar
El CEO de Aptugo remarca que las plataformas low code dan soluciones más rápidas y baratas que contratar a un experto en sistemas. "La promesa de 'reemplazar al programador' es uno de los principales factores que promociona", dispara.
Y añade: "Además de la escasez de talento, los costos de contratación son muy elevados y es común ver cómo las empresas de software más pequeñas entrenan a nuevos programadores que luego se llevan las más grandes.
De este modo, es muy difícil para las Pymes contar con un programador, ya que lo que invierten en capacitarlos luego lo aprovecha otra firma. Gorsterrazu asegura que se puede trabajar de "programador low code", y aclara que "cada vez más profesionales se especializan en este tipo de plataformas".
"La limitante es que solo podrán generar sistemas sencillos y estarán condicionados por las funcionalidades de la plataforma que elijan. Si el proyecto escala, deben recurrir a la programación tradicional para hacerlas", asegura.
Para Fondacaro, el trabajo con este tipo de herramientas requiere de perfiles con conocimientos de programación pero no necesariamente deben ser programadores. "Si bien ese expertise es de utilidad para extender o crear nuevas funcionalidades, no es requisito para implementar desarrollos en plataformas low code y crear soluciones digitales", añade.
El rol del programador no se elimina, sino que se reserva para tareas de alta complejidad
Di Matteo añade que "es importante tener en cuenta que el crecimiento del low code no significa una eliminación del papel del desarrollador".
"Es clave la distinción entre low code y no code. Este último remueve la necesidad de código, mientras el low code acelera las actividades de programadores o miembros con conocimiento básico de programación, permitiéndoles hacer desarrollos más rápidos", analiza.
Como ejemplo plantea que "pueden crearse integraciones e interfaces de usuario que se conectan a sistemas de backend complejos, crear cuadros, modernizar apps heredadas, entre otros".
"Aunque las soluciones finales permitan disminuir la dependencia del código, son los programadores que dominan a quienes crean la arquitectura y definen la lógica de funcionamiento en las que están basadas estas soluciones", señala. Entonces, señala Fondacaro, sigue existiendo la demanda de profesionales capaces de pensar el low code, desarrolladores que tengan dominio del tema".
De cara a lo que viene, los expertos anticipan que seguirán apareciendo plataformas de "bajo código" y se abrirán nuevas oportunidades para empresas que sepan aprovecharlas para dar el mundo al salto digital. También se beneficiarán los profesionales que aprendan a usarlas.
Gorsterrazu subraya que "ante la alta demanda de digitalización y la escasez de talentos TI, podemos esperar que sigan surgiendo nuevas plataformas y profesionales de otros rubros se unan a este movimiento para ayudarlos en sus trabajos diarios o emprendimientos".
Tarde o temprano, estas plataformas serán reemplazadas por una nueva generación de herramientas híbridas", concluye.