Sin dudas, fue el sueño de infancia de muchos chicos de una generación: ganarse la vida divirtiéndose, dedicándose a los videojuegos.
Sin embargo, fue la generación siguiente la que pudo capitalizar esta idea y hoy los eSports son una industria multimillonaria totalmente profesionalizada. Algunos números dan cuenta de lo que mueve esta maquinaria del gaming:
- Hay 400 millones de usuarios a nivel global que juegan cada mes
- El sector generó ganancias por casi u$s200.000 millones en 2021, superando a la industria del cine
- El 75% de quienes tienen un smartphone ya adoptó videojuegos móviles como parte de su vida cotidiana
Claro que no todo es color de rosa en el ecosistema: existe una constante rotación de jugadores y los equipos sacan su artillería pesada para retener a sus estrellas. El panorama es similar al de la industria del conocimiento: en un contexto de escasez, los equipos evitan perder a sus talentos ofreciéndoles sueldos dolarizados y beneficios envidiables por la mayoría del mercado laboral.
Por lo pronto, el rubro se encuentra en crecimiento acelerado. La coyuntura argentina hace que cada vez más personas piensen en dedicarse a una pasión que, además, les paga en moneda dura. Pero, ¿cómo se puede ser un jugador destacado de los esports y qué aspectos deben tener en cuenta?
Hay 400 millones de usuarios a nivel global que juegan cada mes
Rotación constante
En diálogo con iProUP, Juan Esteban Diez, director del Departamento Legal del equipo 9z Team, comenta que, al ser una industria en desarrollo, los jugadores van cambiando de organización buscando lo mejor para sus carreras deportivas y mayor competitividad.
"Lo que antes era un hobby pasó en poco tiempo a ser una profesión rentada. Eso genera una rápida transformación del amateurismo al profesionalismo", remarca el ejecutivo quien, además, es abogado especializado en derecho deportivo.
En su visión, "muchos jugadores ya lo toman como un medio de vida y hay muchísimo margen de crecimiento. Es normal que se vayan incorporando cada vez más conceptos propios de la profesión, como el cuidado en la alimentación, el físico, la mente, la imagen y el asesoramiento".
Nicolás Crespo, consultor de esports y expresidente de la Asociación de Deportes Electrónicos y Videojuegos de Argentina (DEVA), remarca a iProUP : "La rotación de los jugadores se da en general porque los torneos son cortos y todavía no es algo 100% natural hacer contratos a largo plazo, porque no todos los juegos ofrecen una escena competitiva estable como para apostar a grandes períodos".
Ian Duric, cofundador de Ualá Pampas, añade a iProUP que más que un sector en rotación, es una industria en constante movimiento, "en la que cada pequeña acción y día que pasa hay un avance dentro del mercado que lleva a la profesionalización y perfeccionamiento".
"Esto implica desde la aparición de una organización nueva al lanzamiento de un juego, la inserción de nuevas marcas a la escena o el interés de algún famoso o celebrity que decide invertir", expresa. En efecto, varios ex atletas profesionales ya incursionaron en este terreno:
- El ex NBA Fabricio Oberto fue el pionero creó Intel New Indians
- Los tenistas Guillermo Coria (retirado) fundó Ualá Pampas, mientras que Diego "Peque" Schartzsman (en actividad) lidera Stone Movistar
- Los exfutbolistas Juan Sebastián "Brujita" Verón conformó eBro, en tanto que Sergio "Kun" Agüero hizo lo propio con Krü eSports
"Son todas iniciativas que enriquecen y hacen crecer no solo a los jugadores, ligas y organizaciones, sino también a todos los usuarios que, directa o indirectamente, forman parte y se consideran gamers", completa Duric.
El exNBA Fabricio Oberto fue la estrella deportiva que inició el camino con la creación de Intel New Indians
¿Existe un marco legal?
Duric, de Ualá Pampas, lamenta la existencia de "un gran problema: la falta de regulación. Todos los jugadores de una organización profesional de deportes electrónicos deben tener un contrato que los vincula legalmente con el club. De esta manera, esa organización también se blinda del poaching (robo furtivo de talentos) y de que un jugador abandone el club en medio de una competencia".
El ejecutivo resalta que "las ligas profesionales exigen una relación contractual entre el atleta y la compañía para poder participar. No se trata solo de una formalidad, sino también de profesionalismo".
Por su parte, Crespo, subraya que existen tres factores que retienen a un jugador: el salario, el nivel en que compite el club y los beneficios o la comodidad que le ofrezcan.
"Si bien faltan más instrumentos legales, hoy todos los equipos importantes ya se manejan con contratos y cláusulas de rescisión. Quizás lo que falta es un sistema de pases más robusto, que seguro a futuro existirá cuando la necesidad sea más imperiosa", agrega.
El letrado de 9z añade que "si se traza un paralelismo, las organizaciones de esports son como los clubes multideportivos: cada disciplina deportiva tradicional, como handball, básquet o fútbol, podría ser emparejada a un juego específico, como Counter Strike, League of Legends, Valorant, Fortnite, etcétera".
Entonces, el ingreso que perciban los jugadores dependerá de la categoría en la que compitan y su rol dentro del plantel. En el fútbol, por ejemplo, generalmente los delanteros son más cotizados que los defensores o los arqueros. En los esports pasa algo similar.
"En este sentido y teniendo en cuenta que cada situación es particular, perciben un honorario mensual que ronda los $70.000 más los premios que se pactan por el desempeño", revela.
Además, Diez asegura que si una competencia paga una recompensa por la clasificación, se distribuye entre todo el plantel y genera un ingreso extra, similar a lo que ocurre en los deportes tradicionales cuando un equipo asciende, sale campeón o accede a determinado torneo.
Los sueldos
Según Crespo, "los sueldos los marca el mercado: mientras mejores son los jugadores, más oportunidades de negociar tienen. A medida que hay equipos con una mejor economía que pueden ofrecer salarios más elevados, van apareciendo mejores oportunidades".
En lo que respecta a números, el directivo "remarca que varían mucho por el juego y el nivel al que se juegue: hoy, un sueldo puede ir desde 20.000 pesos hasta 5.000 o 10.000 dólares mensuales".
"Obviamente, si querés estar a un buen nivel competitivo, necesitas jugadores o staff de cierto nivel y eso va armando la escala salarial. En el caso de los contratos, lo más normal es hacer acuerdos por split (temporada de torneo) o anuales. En el caso de un jugador que promete mucho, se hacen convenios más largos", revela.
Con respecto a los premios, cada club maneja una política distinta y varía también en cada juego, si bien todos los torneos ofrecen estas recompensas. Por otro lado, Duric indica que hay muchas variables que inciden a la hora de determinar el precio del contrato de un jugador. Básicamente, como también ocurre en el deporte tradicional.
"Evaluamos desde la edad, la trayectoria, la experiencia, skills individuales y skills grupales, comunicación in game, crecimiento personal, participaciones en eventos profesionales, puestos obtenidos en torneos, ranking in game y muchas otras habilidades para analizar si esa persona puede ser funcional al equipo o no", enfatiza.
Además, comenta que a la hora de tomar una decisión como ésta, hay un equipo de profesionales como analistas, managers y coaches que asesoran a la organización para avanzar con la parte contractual.
"Los contratos pueden rondar entre los $40.000 mensuales para un jugador suplente o poco experimentado, también conocido como rookie dentro de la escena, hasta cifras que oscilan los $250.000 por uno de renombre con una vasta trayectoria. También existe la posibilidad de contratar extranjeros y eso hace variar aún más los costos", concluye el ejecutivo.