En Argentina existen más de un millón de profesionales independientes que trabajan de manera "freelance" para el exterior. El fenómeno, acentuado por la crisis que impone la pandemia, viene creciendo ante la depreciación del peso y la posibilidad de ahorrar en moneda dura en un contexto de cepo cambiario.
En general, se trata de quienes están vinculados al sector de la Economía del Conocimiento, que viene padeciendo la "fuga de talentos". Ni siquiera deben viajar al exterior: sólo necesitan una computadora e Internet.
Uno de los rubros más perjudicados es el tecnológico, ya que las empresas aseguran que el mercado local no posee la cantidad de mano de obra suficiente para hacer frente a los proyectos de sus clientes del país y del exterior.
Según cifras provistas a iProUP por la Cámara Argentina de Empresas de Software (CESSI), el 50% de los profesionales de esta rama de actividad percibe un salario de entre $77.000 y $151.000.
Es decir, menos de 1.000 dólares a la cotización solidaria, monto que es fácilmente duplicado (y hasta triplicado) por compañías foráneas que contratan perfiles de talla mundial a un valor mucho menor que en el resto de la región.
"Además de tener algunos de los mejores sueldos del país, tenemos escasez de talento, a punto tal que, históricamente, suelen quedar unos 5.000 puestos sin cubrir cada año", señala a iProUP Sergio Candelo, presidente de CESSI.
En esta sintonía, el ejecutivo alerta que "ese número se amplía a 15.000 si se toma en cuenta la demanda insatisfecha en otras industrias". Pese a ser el rubro que mejor paga en el país, muchos jóvenes y personal de puestos seniors eligen irse de la Argentina o trabajar por su cuenta para afuera. Y esto, claro está, enciende las alarmas en todo el sector.
El principal problema
Candelo asegura que "la falta de profesionales es un tema del que venimos alertando desde hace ya varios años. Se requiere de nuevos perfiles a medida que aparecen nuevas tecnologías".
La CESSI lanzó recientemente el plan Yo Programo, que desde el Gobierno reversionaron en busca de aumentar la empleabilidad. Sin embargo, el directivo de CESSI remarca que con estos cursos de entre 6 y 8 meses de capacitación sólo se resuelve la base de la pirámide.
"Yo Programo, que el Ministerio de Desarrollo Productivo y la Subsecretaria de Economía del Conocimiento están llevando adelante como Argentina Programa, lanzará en agosto una tanda de 20.000 jóvenes y hay 60.000, pero es una fase inicial. Luego, las empresas los deben capacitar por ser muy juniors", agrega,
En este sentido, Candelo afirma que el gran problema a resolver es retener a los seniors. "Esta industria genera trabajo inclusivo, federal y registrado. Tendríamos, en lugar de 120.000 puestos, un millón de empleados muy bien remunerados", asegura.
"Si pudiéramos capacitar a mucha gente nos encontraríamos con un país de clase media nuevamente. Sin embargo, la mirada es a corto plazo y las ofertas de afuera son muy tentadoras", lamenta.
Por su parte, Sebastián Siseles, vicepresidente de Freelancer.com, plataforma que posee casi 600.000 trabajadores independientes argentinos, afirma: "Si nos remontamos a la década del '90, cuando en la Argentina regía el uno a uno, el talento internacional venía a trabajar acá porque se beneficiaba económicamente".
En este sentido, el ejecutivo remarca que el profesional que se capacita y esfuerza tiene su reconocimiento a través de salario. "Durante la convertibilidad se pudo atraer al talento con una moneda fuerte y no se veía a las empresas quejándose, ya que se beneficiaban".
"Tenemos profesionales altamente capacitados y adaptables a diferentes escenarios de riesgo. Son muy demandados y requeridos, ya sea como freelancer, contratados por una firma extranjera y basado en Argentina o llevado como expatriado", remarca.
Al respecto, añade: "debemos estar orgullosos de eso y no frenar la posibilidad de que estén trabajando para empresas extranjeras, desde el país o radicándose en otra parte del planeta".
Con semejante escasez y la fuerte competencia a nivel global, Mercado Libre y Globant lanzaron su propio plan de capacitación junto con Digital House que contempla una inversión de u$s10 millones para formar a jóvenes de la región.
Globant y Mercado Libre invirtieron u$s10 millones para capacitar a jóvenes de la región
"Este año abrimos la contratación de 2.500 profesionales y podemos decir que el proceso viene avanzando muy bien", revela a iProUP Bernardo Manzella, Recruiting Director en Globant.
Sumado a esto, recientemente la firma hizo su desembarco a Tierra del Fuego y Bariloche, plazas en las que hasta ahora no llegaban las "grandes" tecnológicas. El unicornio encontró una gran cantidad de talento entusiasmado por sumarse a la compañía.
"A su vez, anunciamos la contratación de 1.000 personas en Chaco en un lapso de cinco años y una inversión de 800 millones de pesos en los próximos dos, que incluye la construcción de una nueva oficina en el nuevo Parque Tecnológico de la provincia", agrega Manzella.
Por otro lado, el ejecutivo cree que, más allá de las contrataciones, la apuesta principal de Globant es empezar a trabajar en el desarrollo de la matriz productiva de cada ciudad, en las que ofrecen formación, trabajando conjuntamente con municipios e instituciones de la academia.
No es el único problema
Junto con la escasez de profesionales, que es un tema crítico, Siseles no tiene dudas sobre el otro gran problema del sector: está relacionado con la economía, principalmente en los aspectos tributarios y cambiarios.
Si bien la Ley de Economía del Conocimiento ofrece algunos beneficios, expertos aseguran que se puede mejorar la competitividad pero no la atracción y conservación de talentos.
"La mejor política que se puede adoptar es alivianar la parte impositiva y de cargas sociales, como algún tipo de promoción por contratación y retención; y también corregir la existencia de tres o cuatro tipos de cambio que destruye cualquier incentivo, no solo al sector tecnología sino a todos", subraya.
Para Candelo, "este escenario es un llamado de atención para todos: nos tenemos que replantear las maneras de tributar. Además, actualmente las leyes, al igual que la educación, a veces llegan muy tarde. Hoy estamos regidos por la Ley de Contrato De Trabajo de 1973".
El presidente de la CESSI afirma que la industria está muy alarmada por la alta rotación de personal: ante la escasez de profesionales, son las propias empresas las que se pelean por atraerlos y los empleados suelen durar muy poco en sus puestos.
Los datos que provee a iProUP la entidad son más que preocupantes: en 2020, la rotación fue de 30% y esperan que, al cierre del primer semestre de 2021, se supere ampliamente este porcentaje. La solución sigue estando en capacitar a más argentinos.
"El empleo privado está compuesto por 6 millones de personas, cuando la población económicamente activa es de 21 millones. El software podría emplear a 5 millones y podrían venir empresas de todo el mundo. Con 5 millones de empleados de alto sueldo, Argentina se convertiría en otro país", analiza.
Es que, justamente, el modelo de negocios de una firma vinculada a la Economía del Conocimiento posee a los salarios como principal erogación. El resto, según indica el propio ejecutivo, no resultan en grandes desembolsos, por lo que la falta de personal está perjudicando no sólo a las compañías existentes, sino a la creación de nuevas empresas locales.
La industria cree que puede crear 6 millones de puestos bien pagos en menos de una década
"Además de los profesionales, sólo necesitás computadoras y conexión a internet, no se trata de montar una gran fábrica. Las cementeras invierten u$s700.000 por cada puesto y las autopartistas, u$s40.000. En la industria del software, cada posición cuesta u$s3.000", remarca.
Siseles insiste en corregir el mercado de divisas: propone crear "algún tipo de cambio competitivo, ya sea con la obligación o no de liquidarlas. Así todos ganan". "Imaginate un freelancer que trabaja para el exterior y cobra en dólares. ¿Cuál es el incentivo de traer la plata acá y tributar?", plantea.
Y añade: "Si le das la posibilidad de traer los fondos, mantenerlos en dólares o liquidarlos a una cotización cercana a los 170 que le cuesta comprarlos, lo vas incentivar a que consuma ese dinero en Argentina y pague impuestos. Es la mejor política que puede haber al respecto".
Así, la industria del conocimiento ve cómo la Argentina está dejando pasar una oportunidad de oro: existe mayor demanda global por adquirir soluciones tecnológicas que empresas albicelestes podrían capitalizar. Y traer divisas al país en un contexto en el que escasean tanto como los profesionales 4.0.