El contexto de la situación actual muestra de un entorno complejo, en el que las marcas y empresas atraviesan retos inesperados por un fenómeno totalmente externo: la pandemia global de oronavirus COVID-19.
Gigantes del e-commerce como Amazon evolucionaron en este último tiempo, e incrementaron su oferta de productos y servicios en los países de la región.
En el contexto de esta estrategia, se confirmó que empresas con sede en Uruguay podrán comenzar a vender a través de la plataforma de comercio electrónico, según anunció la Embajada de Uruguay en los Estados Unidos a través de su cuenta de Twitter.
A partir de esta iniciativa, compañías del país oriental podrán registrarse en el sitio para comercializar sus productos. "Las empresas pueden aprovechar la escala global (deAmazon) para hacer crecer su negocio internacionalmente", remarcó el tuit de la embajada.
Hasta el momento, solo negocios de Ecuador y Uruguay no podían ofrecer sus bienes y servicios a través de la plataforma. Es decir, los ciudadanos uruguayos tenían la opción de comprar productos pero no de vender, en caso de poseer un negocio.
Según El Observador en abril del año pasado la cancillería uruguaya tomó contacto con autoridades de Amazon en los Estados Unidos para abordar la temática. En ese momento, la empresa fundada por Jeff Bezos no dió respuesta concreta ni fecha estimada de un posbile acuerdo.
Amazon suele tener un control estricto en cuanto a los productos que están a la oferta. El expresidente de la Cámara Digital de Economía de Uruguay (CEDU), Marcelo Montado, comentó que "si tenés cuatro reclamos en una semana,te dan de baja y por un mes no podés vender nada".
Amazon se expande por Latinoamérica
Con Argentina ahora más lejos para captar esta inversión (millonaria y estratégica), irrumpe otro país en el que Amazon posa su mirada para ganar presencia regional: Uruguay, identificado con un clima de negocios más favorable a los inversores extranjeros, un régimen de importación especial, incentivos tributarios y un sistema legal estable.
Según reveló en las últimas horas El Observador, un las negociaciones entre la firma de Jeff Bezos y el gobierno uruguayo están avanzando para generar un plan de inversión a largo plazo. Pero forma parte de la estrategia del país vecino para aumentar las inversiones tecnológicas en su territorio.
No es la única compañía de magnitud que asoma en la nación vecina: también se conoció la intención de Google de instalar un centro de datos en un predio de 30 hectáreas en la zona franca Parque de las Ciencias, en Canelones, con una inversión de u$s100 millones.
Eduardo Carozo, gerente de innovación y desarrollo de negocios en ITC S.A/Antel, señala a iProUP que la iniciativa tiene como antecedente el cable submarino que unió las Américas a través de un proyecto conjunto entre el gigante de las búsquedas, Algar Telecom de Brasil, Angola Cables y Antel, lo que llevó al país a convertirse en proveedor internacional de servicios de telecomunicaciones y valor agregado.
"Ese despliegue, en el que Google apostó millones de dólares y nosotros pusimos un datacenter (Tier III), generó confianza en Uruguay a nivel internacional. Esto, sumado a que la nación tiene además múltiples conectividades de otros operadores, la hace muy atractiva para guardar contenido en la región", remarca.
Y agrega: "Además, la legislación uruguaya es muy garantista de la privacidad de la información y eso también es sumamente valorado por las empresas. Esos son los grandes motores detrás de una toma decisión de estas características".
Si bien el ejecutivo prefiere no mencionar el caso Amazon, agrega que en Uruguay las empresas internacionales tienen garantía de cumplimiento de los contratos, a diferencia de otros países de América Latina, en los que el nivel de compromiso es bastante más bajo.
Argentina, ¿fuera de juego?
Si bien el cierre del primer tramo de negociación de la deuda eliminó al menos una fuente de incertidumbre (relevante a la hora de pensar negocios en la Argentina), todavía quedan muchos otros temas a tratar: la pandemia, la recesión, el cepo al dólar, los cupos a importaciones, la injerencia política sobre el sector privado (como el reciente DNU que afecta a empresas de telecomunicaciones), entre otras cuestiones.
Martín Kalos, director de EPyCa Consultores, explica a iProUP que hay "algunas variables que siguen estando mal, si bien no tanto como hace algunos meses". Aclara que el impacto de la cuarentena se hizo sentir más fuerte en abril pasado y, desde entonces, muchos sectores productivos iniciaron una lenta etapa de recuperación.
"El dólar es el gran síntoma de la crisis en la Argentina. No es casual que la recesión de abril de 2018 haya empezado junto con una devaluación abrupta. Desde entonces, todo ha ido empeorando, al compás de los vaivenes del mercado cambiario", explica.
Para el economista, más allá del contexto actual, el país no resulta atractivo a ojos de los inversores desde hace mucho tiempo. Más aun, el consenso es que es "de riesgo muy elevado", lo que lleva a que la tasa de retorno exigida para cualquier proyecto tenga que ser mucho mayor y el horizonte de recupero, a muy pocos años.
El cepo, la imposibilidad de las firmas extranjeras de girar ganancias forman parte de la extensa lista de reclamos.
Según Kalos, "no es lo mismo pensar un negocio en Uruguay, un país poco afectado en términos relativos por la pandemia, y que mantiene una macroeconomía saludable. Incluso, se perfila mejor que Brasil o Perú, que muestran una situación más complicada".
Sin ir más lejos, el DNU presidencial que declaró como servicio público a la TV por cable, Internet, telefonía celular y fija, y estableció el congelamiento de tarifas encendió todo tipo de enojos y reclamos y suma incertidumbre al escenario local.
La industria telco lanzó una solicitada en la que sostiene que la decisión tendrá un impacto negativo para las inversiones, empleados y clientes, y "genera un marco de absoluta incertidumbre".
Además, manifiestan que llevarán su reclamo a la Justicia y las empresas extranjeras también los harán frente al Tribunal Arbitral del Banco Mundial (CIADI, por sus siglas en inglés).
En ese sentido, Kalos opina que a partir de ahora se abre un tiempo de espera hasta que la normativa se consolide y mientras tanto, cualquier empresa que esté pensando en invertir en el país aguardará a que haya un panorama más claro para entender si le conviene hacerlo o no.
Por su parte, Enrique Carrier, analista del mercado de telecomunicaciones, agrega que una decisión presidencial que cambia las reglas del juego de un día para el otro, aunque no tenga impacto directo en ese negocio, es desalentadora para una compañía que está planificando un desembolso.
En relación a la inversión de Amazon agrega que: "Hace mucho que se está hablando de esto y si no se definió por Argentina es porque habrá motivos que no le cierra y no encuentra lo que quiere, de otra manera ya se hubiese concretado. Para recibir capital de ese tipo, resulta necesario un contexto estable y previsible desde el punto de vista macroeconómico".