Luego de varios meses de anunciada su posible sálida, Falabella, la empresa de tiendas departamentales, finalmente se despide de la Argentina. La multinacional confirmó que cerrará sus últimas tres sucursales que perduraban en el país: la del shopping Unicenter, la de la calle Florida y la de Rosario. Continuará en el país con venta online.
"En el contexto del plan que Falabella está llevando a cabo para hacer sustentable su operación en Argentina, la compañía cerrará las tiendas por departamento ubicadas en Rosario, Martínez y en la calle Florida en la Ciudad de Buenos Aires", detalló el grupo chileno a través de un comunicado.
"Al igual que en los casos anteriores, este proceso contempla un plan de retiro voluntario para todos los colaboradores de las tiendas que cesarán sus actividades. Falabella seguirá operando a través del e-commerce", agregó sin dar más precisiones al respecto.
La firma chilena abandonará su local del shopping Unicenter y sus otros dos restantes en el país ubicados en el microcentro porteño y Rosario
Se estima que entre las tres sucursales trabajaban un total de 500 empleados, los cuales participarán del retiro propuesto desde Falabella.
A mediados de septiembre del año pasado, Falabella anunció oficialmente que se encontraba evaluando "opciones de rentabilización" de las operaciones de sus filiales en la Argentina, que incluían el ingreso de un socio estratégico. Ante la falta de compradores, el grupo chileno confirmó la decisión.
Desde ese momento inició un proceso de cierre de algunas de sus tiendas en el país entre las que se encuentas las tiendas de venta de materiales para la construcción Sodimac y también CMR, su tarjeta de fidelización.
Desde entonces, sus directivos exploraban distintas alternativas para continuar la operación. Por ejemplo, se contemplaba la posibilidad de conseguir un socio estratégico que invirtiera en el negocio y acompañara en su reformulación. También se encontraba abierta la posibilidad de encontrar compradores.
Sin alternativas fructíferas que convencieran a los directivos, la compañía aceleró el cierre de locales ubicados en las zonas céntricas de distintas ciudades del país que fueron las más golpeadas durante la pandemia.
Si bien por Sodimac había tres interesados, entre ellos el fondo inversor local Inverlat –conformado por los socios Carlos Giovanelli, Damián Pozzoli y Guillermo Stanley- dueño de la cadena Havanna; Bercomat, de la familia Bercovich, cadena del interior que lleva más de 60 años de trayectoria en la venta de productos para la construcción, y Cono Sur Investments, un fondo liderado por José Manuel Ortiz Masllorens, las gestiones se complicaron cuando el grupo chileno modificó las condiciones para vender.
Por CMR, su unidad de negocios financiero que emitió alrededor de 500.000 tarjetas de crédito en alianza con Mastercard, tenía un único interesado: el banco Supervielle, de capitales argentinos. Hace 3 semanas, la operación se cayó, por el desacuerdo en el precio de venta: Falabella pretendía u$s40 millones por el traspaso de la base completa de clientes de la marca financiera.
En febrero pasado, Falabella cerró sus locales en Mendoza, Córdoba y San Juan. Dada la crisis económica y la situación actual con la pandemia en Argentina, el grupo de capitales chilenos reorientó su estrategia para abandonar el mercado local.
La cadena, un emblema de las tiendas departamentales, desembarcó en el país a inicios de los 90 y llegó a tener 10 puntos de ventas con esa marca: tres en Capital Federal, tres en la provincia de Buenos Aires y cuatro en el interior: Córdoba, Mendoza, Rosario y San Juan, a los que se suma 7 tiendas de Sodimac.
Falabella había anunciado su salida en septiembre si no encontraba comprador para su negocio en el país. Finalmente, la noticia se confirmó este lunes
Las complicaciones de Falabella en el país
"Hoy nos llegó el comunicado de la empresa. No sabemos bien cómo se van a pagar las indemnizaciones y eso genera mucha preocupación", expresó Juan Gómez, secretario de Empleados de Comercio de Rosario, durante una entrevista a Radio 2 de Rosario.
"Es una decisión política, no hay problemas de recaudación o venta, es una decisión del grupo. Es un combo, la tasa de retorno no es la prevista, en su país de origen tienen menos ingresos y deciden irse del país", añadió el dirigente gremial.
De acuerdo al último informe de resultados financieros Falabella, el negocio de la empresa en la Argentina durante los primeros nueve meses de 2020 tuvo una caída de 25,9% en su nivel de ingresos, causadas principalmente por las restricciones sanitarias durante el aislamiento.
Aparte del efecto de la pandemia, que afectó gravemente las ventas de los locales de grandes superficies, el modelo de negocios de la firma de retail sufre particularmente los controles de cambio ya que buena parte de su mercadería es importada. Por esa razón, deja el país para inviertir en otras partes de la región.
A mediados de enero pasado, el directivo argentino Gastón Bottazzini, que ocupa el cargo de gerente general de Falabella en Chile, presentó un plan de inversiones por u$s800 millones para 2021, en el que no estaba incluído Argentina.
"Tiene un porcentaje muy relevante dedicado a la construcción de nuevas tiendas, desarrollo de la franquicia Ikea, el desarrollo de Sodimac en México y algunas nuevas tiendas en Brasil, el desarrollo de Tottus en Perú, algunas nuevas tiendas en Chile y también, el desarrollo de lo que soporta todo eso, que son los centros de distribución y las nuevas ubicaciones", comentó el ejecutivo al diario chileno La Tercera.