La crisis económica que azota a Venezuela tuvo un efecto colateral de gran impacto en el mercado cripto, ya que se duplicó el volumen de bitcoins utilizados como moneda de cambio para comprar bienes y servicios, siendo uno de los países con más uso de esta criptomoneda.
Recientemente, el Fondo Monetario Internacional pronosticó que la inflación del país sudamericano este año superará al 1.000.000%, lo que pone a sus ciudadanos en una situación de extrema fragilidad.
Con una moneda que cada día pierde su valor, las criptomonedas se han posicionado como una alternativa segura, incluso a la par de otros activos de refugio, como el oro y el dólar.
“El bitcoin, al ser una moneda virtual es una gran alternativa y presenta dos ventajas principales: es más difícil de confiscar y controlar y es más fácil de transportar y enviar”, destacó Federico Ogue, CEO de la firma Buenbit, firma que ya comercializa más de dos bitcoins por día.
“Por eso, muchos venezolanos que han salido del país eligen estos activos para hacer envío de las tradicionales remesas. Cerca del 10% de los más de 10.000 usuarios registrados en Buenbit son de origen venezolano”, agregó.
En 2003, el CADIVI (Comisión de Administración de Divisas) se estableció un control de cambio en el mercado de divisas del país. Como los cupos que permite el organismo son tan bajos, la mayoría de los venezolanos debe acudir al mercado paralelo, donde un dólar cotiza a más de dos millones de bolívares.
En ese sentido, pese a que este año el Gobierno de Nicolás Maduro derogó la ley de ilícitos cambiarios, por la que se establecía un fuerte control del mercado de divisas, muchos aseguran que la intervención del mercado de cambios persiste. Las remesas que envían los expatriados, clave para subsistencia de muchas familias en este contexto, generalmente se hacen al tipo de cambio oficial, por lo cual muchos optan por envíos alternativos.
En general, en los países con contextos económicos inflacionarios y monedas que se devalúan,existe un mayor interés por las monedas virtuales, ya que se presentan como un resguardo frente a la pérdida de poder adquisitivo.