El Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) es una entidad que agrupa a las principales bancos centrales de las economías más importantes del mundo.
En un reciente informe, explicó los riesgos y también las oportunidades que se generan con la llegada de las llamadas Big Tech, como Apple, Facebook, Google y Amazon, al mercado financiero
El organismo con sede en Suiza asegura que la irrupción de estos grandes jugadores generará un mayor número de interacción directa entre los usuarios, con lo que aumentará notablemente el número de datos generados.
Tal como explica Diario Financiero de Chile, algunas compañías han incursionado en medios de pago, administración de dinero, seguros y préstamos. "Hasta ahora, los servicios financieros son solo una pequeña parte de su negocio a nivel mundial. Pero dado su tamaño y alcance al cliente, la entrada de las grandes tecnológicas en las finanzas tiene el potencial de provocar un cambio rápido en la industria", sostiene el documento.
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De acuerdo a datos recopilados por el BIS, al cierre de 2018, el 11,3% de los ingresos de las BigTech provinieron de servicios financieros.
Entre los beneficios identificados por la entidad, está que las BigTech pueden generar estructuras de bajo costo y "proporcionar servicios financieros básicos, especialmente en lugares donde una gran parte de la población permanece sin acceso bancario".
Agrega que "utilizando grandes datos y análisis de la estructura de la red en sus plataformas establecidas, pueden evaluar el riesgo de los prestatarios, reduciendo la necesidad de garantías para garantizar el reembolso".
El órgano internacional destaca que de esta forma las BigTech "prometen ganancias de eficiencia y puede mejorar la inclusión financiera".
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Pero no todo es color de rosas: el BIS establece que tienen el potencial de "hacerse dominantes a través de las ventajas que ofrece el ciclo de actividades de la red de datos, lo que plantea problemas de competencia y privacidad de datos".
Con este escenario, plantea que las políticas públicas "deben establecerse en un enfoque más integral que se base en la regulación financiera, la política de competencia y la regulación de la privacidad de los datos".
Así, considera que en la medida que las operaciones abarquen "los perímetros regulatorios y las fronteras geográficas, la coordinación entre las autoridades nacionales e internacionales es crucial".
Otro elemento que manifiesta el BIS es que "los reguladores deben garantizar la igualdad de condiciones entre las grandes tecnológicas y los bancos, teniendo en cuenta la amplia base de clientes de las grandes tecnologías, el acceso a la información y los modelos comerciales de gran alcance".
Para esto, precisa que si las BigTech "participan en actividades que son efectivamente idénticas a las realizadas por los bancos, entonces dichas actividades deberían estar sujetas a las reglas bancarias".