Una economía globalizada exige recursos accesibles para todas las personas en todo el mundo. Sin embargo, el costo del envío de remesas en países en vías de desarrollo continúa siendo caro, engorroso y lento en comparación con las economías más fuertes del planeta.
Según el Banco Mundial, el costo de enviar 200 dólares cuesta en promedio 7% del valor del envío. Los bancos son los actores que más cobran por el envío (cerca de un 11%), seguidos por las oficinas de correo que suelen cobrar poco más del 7%, en tanto el promedio mundial es del 3%.
En este contexto, nació BuenGiro, una "fintech" argentina que busca contribuir a democratizar y agilizar los procesos de envío de remesas para personas y pymes en América latina, a través de su plataforma digital.
Desde esta compañía estiman que el mercado regional de remesas asciende a 87 mil millones de dólares por año, y unos 30 mil millones de esa cifra son desde los Estados Unidos hacia México.
En el caso de la Argentina, es responsable de unos 5 mil millones de dólares de ese volumen. Desde el país se giran por año unos 70 millones de dólares anuales hacia España, para estudiantes y jóvenes argentinos que residen en ese país europeo.
Si se tiene en cuenta el crecimiento del mercado de remesas en América latina y la baja presencia de las "fintech" en el sector, la "startup", de origen 100% digital, tiene como diferencial la autogestión por parte del usuario, el bajo costo de comisión por transferencia y la velocidad de envío.
Este negocio inicial, que contó con una ronda de inversión semilla de 200 mil dólares, también opera con el mejor tipo de cambio del mercado; las tasas están disponibles en su web.
Eric Stotz, CFO y cofundador de BuenGiro, explicó a iProfesional: "Nuestra misión es agregar valor a la sociedad, por lo que decidimos comenzar en el mercado que vemos con mayor urgencia y necesidad de poder transferir valor a sus familiares, pero que actualmente no cuentan con métodos accesibles".
Según el Banco Mundial, las transferencias de valor en América latina aumentaron un 9,3% con respecto al año anterior. Los fondos provinieron en especial de los Estados Unidos y España. Sin embargo, la migración intrarregional también contribuyó al impulso del sector.
En un mercado de crecimiento, BuenGiro busca ser una de las "startups" de servicios de remesas con mayor proyección en el sector de tecnología financiera. La compañía apuesta a la reducción del número de intermediarios para que las conexiones sean más efectivas, rápidas y baratas.
Las "fintech" con foco en servicio de remesas en América latina representan solo el 4,6% del total del ecosistema de "startups" del sector. BuenGiro apunta a posicionarse como la principal herramienta de acceso sencillo para enviar valor en América latina, los Estados Unidos y Europa.
La empresa inició sus operaciones con la transferencia de pesos argentinos (ARS) a bolívares venezolanos (VES) y a soles peruanos ( PEN). Según dijo Stotz, esto se debió a la urgente necesidad del público de transferir a sus familias en Venezuela. Se calcula que en los últimos años migraron más de tres millones de venezolanos por la crisis política, social y económica de ese país.
"La propuesta tiene impacto social y económico" si se tiene en cuenta que las comisiones bajas por giro "revierten la actual situación en la que familias y empresas ven reducido sus ingresos a causa de altas tasas", dijo Stotz, cofundador y director de BuenGiro.
A partir del uso de tecnologías, la compañía permite que la gestión sea flexible y sobre todo transparente en cuanto al tipo de tasas de cambio. El usuario cuenta con el control de su dinero de forma digital de comienzo a fin de la operación, y está al tanto de cuánto efectivamente será el monto que llegará a destino.
"No existe razón para que la gente asuma los costos del atraso tecnológico, los gastos de alianzas exclusivas entre operadores internacionales, correos y bancos nacionales. Las ‘fintech’ como BuenGiro tenemos la misión de simplificar el proceso con la tecnología y el conocimiento adecuado para llevar el servicio que la gente necesita a su teléfono celular", aseguró Stotz.
Mientras los bancos demoran entre dos y tres días, en el caso de esta "fintech" la remese llega en cuestión de horas. El importe máximo a girar por mes a través de esta plataforma es de 10 mil dólares. Por un importe mayor, se deben pedir antecedentes y otros datos. "La mayoría de las remesas son de ayuda económica", describió el CFO de la compañía, que también ofrece servicios de remesas para empresas, en especial pymes.
Con unos 2 mil clientes registrados, ya tienen unos 300 activos, que hace una o dos remesas mensuales en los corredores habilitados (la Argentina – España; España - Venezuela; la Argentina – Venezuela y la Argentina – Perú).
Dentro de poco se habilitarán el resto de los países de Europa y Estados Unidos. Por ahora se basan sólo en un aplicativo web. Para fin de año estiman llegar a unos 15 mil clientes.