Los primeros dos meses del segundo mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos han generado noticias constantes sobre el mercado cripto. Desde el lanzamiento de las memecoins de Trump y la primera dama hasta la creación de una reserva nacional estratégica en criptomonedas, su regreso a la Casa Blanca como entusiasta de las criptos trajo novedades rápidas para el ecosistema, las fintech y el sector tecnológico. Aunque esto era previsible, sorprende la velocidad de los anuncios y movimientos en tan poco tiempo.
Un inicio pro-cripto en la segunda presidencia de Trump
La reserva estratégica, formada por más de 198.000 bitcoins confiscados en casos criminales junto con tokens de Ethereum (ETH), Ripple (XRP), Solana (SOL) y Cardano (ADA), marca un hito histórico en la adopción cripto.
Y aunque el mercado esperaba un plan de compras futuras de BTC que no se concretó, lo que generó cierta decepción, el anuncio de no vender bitcoins confiscados también es muy positivo. Estas tenencias, que superan el 1% del circulante, valen hoy más de 16.500 millones de dólares. Y, si se vendieran, presionarían los precios a la baja.
Trump arrancó su mandato firmando una orden ejecutiva que prohíbe las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) en Estados Unidos. Esto protege al dólar, bloqueando proyectos como el yen o yuan digital. También refuerza su promesa de hacer del país "la capital cripto del mundo" el que haya designado a figuras pro-cripto en su gobierno: Elon Musk como director del Departamento de Eficiencia del Estado, Paul Atkins como presidente de la SEC (un cambio notable respecto a Gary Gensler), David Sacks como "zar de criptomonedas e inteligencia artificial", y Bo Hines en su consejo asesor.
Estas decisiones reflejan un interés y adopción a una escala tan grande como lo es la de uno de los países más importantes del mundo, líder en política y economía global. Y como coletazo, también facilitan la adopción cripto a nivel minorista, al impulsar un marco regulatorio más claro.
Contexto comercial y geopolítico
A pesar del tono optimista de estas medidas, en estos dos meses el mercado cripto enfrentó incertidumbre por factores macroeconómicos y tensiones comerciales y geopolíticas globales que tienen a Estados Unidos como protagonista o mediador. El presidente de la FED afirmó que la economía estadounidense "está bien", pero reconoció riesgos de inflación (lo que destaca el valor de Bitcoin como reserva) y dudas sobre el déficit comercial.
De hecho, el miércoles 19, la Reserva Federal estadounidense dejó sus tasas de interés sin cambios (en el rango del 4,25-4,5%), pero llamó la atención sobre una incertidumbre creciente, bajó sus pronósticos de crecimiento (del 2,7% al 1,7%) y subió los de inflación (de 2,5% a 2,7%) y desempleo (de 4,3% a 4,4%). En líneas generales, podemos pensar que un menor crecimiento y una mayor inflación llevan a las personas y empresas a buscar formas alternativas de proteger sus fondos, lo que podría aumentar la demanda y adopción de criptomonedas. Aunque, por otro lado, el hecho de que no se bajen las tasas y el aumento del desempleo podrían frenar ese entusiasmo. El desenlace dependerá de cómo los participantes del mercado interpreten el momento, sus riesgos y oportunidades.
Mientras tanto, siguen vigentes los conflictos por tasas y aranceles con México, Canadá y China, que aumentaron esta incertidumbre, alimentada por los datos macroeconómicos y el temor a una recesión. La decisión de posponer aranceles a productos de Canadá y México hasta el 2 de abril, junto con el anuncio de Trudeau de retrasar aranceles contra Estados Unidos, alivia tensiones. Sin embargo, con China la situación difiere: nuevos aranceles chinos ya rigen tras los últimos gravámenes estadounidenses.
En el plano geopolítico, Ucrania y Gaza son focos de conflicto. La reunión de Trump y JD Vance con el presidente ucraniano, Zelenski, subrayó el liderazgo global que busca el gobierno.
Esto impacta al mercado cripto de dos formas:
- Por un lado, las criptomonedas funcionan como alternativa en zonas de conflicto
- Además el liderazgo de Trump podría contagiar con sus políticas pro-cripto a otros países.
El comportamiento de Bitcoin
Tras las elecciones de noviembre, Bitcoin subió de 68,000 a 88,000 dólares en una semana, un salto de 20.000 dólares. Diez días después, rozó los 100.000, y a mes y medio de la votación alcanzó un máximo histórico (ATH) de 106.000 dólares. Finalmente, cerró 2024 en 94.500 dólares, con un alza del 114% desde los 44.180 a los que abrió el 1º de enero.
El 20 de enero de 2025, día de la asunción de Trump, Bitcoin tocó su pico actual de 109.000 dólares, en simultáneo al boom de la memecoin del presidente. $TRUMP y $MELANIA, la de la primera dama, alcanzaron capitalizaciones de 10.000 y 2.000 millones de dólares, cada una.
La contracara fue que absorbieran liquidez, afectando a otras memecoins y altcoins pequeñas. Esto refleja la volatilidad de estos activos, poco recomendables para novatos. Por eso en Ripio, por ejemplo, los separamos en un sector "Playground", un espacio diseñado específicamente para usuarios con mayor experiencia en cripto, donde pueden operar con tokens más volátiles y experimentales.
En Playground, cada activo listado cuenta con advertencias claras sobre su alta volatilidad y menor liquidez en comparación con otros tokens más conocidos. Además, brindamos avisos específicos antes de cada operación para que los usuarios sean conscientes de los riesgos asociados, junto con información educativa sobre la naturaleza de estos activos y herramientas que les permitan tomar decisiones informadas.
En cuanto al recorrido de precio, Bitcoin abrió 2025 en 94.500 dólares y hoy se negocia algo por encima de 84.000, marcando una caída del 11% en el año, aunque en general la principal criptomoneda se estuvo moviendo entre los 90.000 y los 100.000 durante enero y febrero, con niveles un poco más bajos en las últimas tres semanas.
El mercado enfrenta un inicio que parece más duro que el de 2024 (con su ATH en marzo y el halving en abril), y donde se está lidiando con incertidumbre comercial y geopolítica global, y con algunas cuestiones propias del mercado cripto. Por un lado, las correcciones naturales que tienen los ciclos, luego de más de un año y medio de gran fuerza alcista: Bitcoin dejó la franja de los 30,000 dólares en octubre de 2023 y hasta finales de enero de 2025 tuvo 15 meses fenomenales en los que llegó a casi cuatriplicar su precio. Por otro lado, los cambios en las narrativas, también propios de los ciclos cripto, marcados por el retroceso de las memecoins y los tokens de AI agents.
Como sea, cripto es protagonista del arranque de este gobierno. Mi visión sigue siendo optimista: Bitcoin y las criptomonedas ofrecen alternativas ante problemas globales crónicos como la inflación. No en vano vemos cómo año a año aumenta la adopción cripto: las últimas cifras de 2024 marcaban que más de 568 millones de personas, un 6,8% de la población global, poseían criptomonedas. El aumento respecto a 2023 fue del 33%, con nuestra región liderando las estadísticas de adopción a nivel global con un crecimiento de más del 117%, siempre según las estimaciones de la procesadora de pagos Triple A, que coinciden con los volúmenes que marcan informes como los de Chainalysis.
Y esto ocurre mientras todavía estamos catando los efectos del último halving, la evolución de los ETF y, ahora, el anuncio de la reserva estratégica como un nuevo hito. Por eso, todo me lleva a pensar que Bitcoin seguirá creciendo como una herramienta útil para personas, empresas y estados, y su adopción seguirá ampliándose a niveles que no hemos visto todavía.
*Por Sebastián Serrano, CEO y co-fundador de Ripio