La reciente orden ejecutiva de Donald Trump, que bloqueó la creación de una moneda digital del banco central (CBDC) en EE.UU. y respaldando stablecoins reguladas, ha generado una reacción en la Unión Europea, impulsando el debate sobre un euro digital.
Piero Cipollone, miembro del Banco Central Europeo (BCE), advirtió que fomentar las stablecoins podría afectar gravemente a los bancos tradicionales, reduciendo su base de clientes y sus ingresos por comisiones, lo que refuerza la necesidad de una alternativa regulada.
Según Cipollone, "esta solución (las stablecoins) desintermedia aún más a los bancos, ya que pierden comisiones, pierden clientes… Por eso necesitamos un euro digital", destacando la urgencia de la CBDC europea.
El euro digital avanza con pruebas en pagos
El euro digital se encuentra actualmente en una fase avanzada de investigación y pruebas, con el Banco Central Europeo (BCE) realizando pilotos por fases.
Una decisión definitiva sobre su implementación se tomará entre 2025 y 2026, lo que lo convierte en una de las iniciativas más importantes a nivel global en cuanto a monedas digitales de bancos centrales (CBDC).
Este proyecto se suma a las decenas de otras iniciativas de CBDC en desarrollo en todo el mundo, mostrando el creciente interés en la digitalización de las monedas nacionales.
Como parte de los avances, el Consejo Europeo de Pagos anunció recientemente que la fintech española Monei, junto con otras empresas del sector, participará en un grupo de trabajo destinado a probar pagos digitales utilizando el euro digital.
Este programa involucra a 83 proveedores de servicios de pago, lo que refleja la importancia de este proyecto para transformar el sistema financiero europeo.
Aunque una CBDC ofrece ventajas como pagos más rápidos y seguros, también plantea desafíos importantes.
Uno de los mayores riesgos es la mayor vigilancia financiera, ya que las transacciones serán fácilmente rastreables por los gobiernos, lo que podría poner en peligro la privacidad y la libertad financiera de los usuarios.
"La adopción de CBDC podría derivar en una vigilancia financiera más intensa", advierten expertos sobre los posibles efectos negativos de una moneda digital centralizada.
Trump prohíbe la CBDC
El mandatario justificó esta prohibición con preocupaciones sobre la privacidad y la estabilidad financiera que podría afectar este tipo de activo.
En este sentido, la orden ejecutiva fomenta el uso de stablecoins respaldadas por dólares como alternativas y establece los lineamientos para la creación de un grupo de trabajo que desarrolle un marco regulatorio para la industria de las criptomonedas.
"El sector de los activos digitales desempeña un papel crucial en la innovación y el desarrollo económico de Estados Unidos, así como en el liderazgo internacional de nuestra nación", expresó la orden ejecutiva.
Además, el documento agregó: "Por lo tanto, la política de mi Administración es apoyar el crecimiento y el uso responsables de los activos digitales, la tecnología blockchain y las tecnologías relacionadas en todos los sectores de la economía".
Respecto al rechazo hacia las CBDC, el decreto afirmó que Trump busca "tomar medidas para proteger a los estadounidenses de los riesgos de las monedas digitales de bancos centrales (CBDC), que amenazan la estabilidad del sistema financiero, la privacidad individual y la soberanía de Estados Unidos, incluso prohibiendo el establecimiento, la emisión, la circulación y el uso de las CBDC dentro de la jurisdicción de Estados Unidos".