A partir del 2025, las grandes empresas estarán obligadas a desglosar el IVA en sus facturas, mientras que el resto de los contribuyentes deberá adaptarse a esta normativa antes del 1 de abril, fecha en la que se volverá de cumplimiento obligatorio.
La medida fue oficializada este viernes por la Agencia de Control y Recaudación Aduanera (ARCA), que también presentó las regulaciones del régimen de transparencia fiscal, el cual comenzará a regir el 1 de enero de 2025.
En una primera etapa, las grandes compañías deberán especificar el IVA y otros impuestos nacionales indirectos en sus facturas a partir del 1 de enero. Desde el 1 de abril, esta obligación se extenderá a todos los contribuyentes.
Cada comprobante deberá incluir una línea específica para detallar el monto correspondiente al Impuesto al Valor Agregado. Aquellos que utilicen los sistemas de facturación electrónica de ARCA verán reflejada automáticamente la desagregación del IVA a partir de la fecha estipulada.
El objetivo de esta medida es promover la transparencia fiscal, permitiendo a los consumidores conocer cómo inciden los impuestos en las transacciones y brindándoles información valiosa para tomar decisiones comerciales informadas.
Las empresas que no cumplan con el régimen de transparencia fiscal podrán ser sancionadas con multas que van desde $300 a $30.000, además de enfrentar la clausura de 3 a 10 días de sus establecimientos, según indicó Gabriela Russo, representante del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires.
El régimen de facturación impulsado por ARCA (ex AFIP) establece que los contribuyentes responsables inscriptos en el IVA deberán detallar el impuesto y otros tributos nacionales indirectos en sus comprobantes.
Este sistema afecta facturas A, B, C y E (para exportaciones) y se aplica en operaciones con consumidores finales, monotributistas y exentos.
Las facturas deberán:
Para los supermercados con controladores fiscales de nueva tecnología, será necesaria una actualización del firmware y re-homologación, mientras que los contribuyentes con impresoras fiscales podrán incorporar los datos mediante software sin necesidad de re-homologación.